Cherreads

Chapter 3 - Conflicto

────────────────────❮ Inkopolis - Guerra territorial \ \

La plaza central de Inkopolis era un torbellino de colores, granos y tinta que salpicaba como fuegos artificiales. La semifinal de TurfWar había dejado a la multitud en un frenesí, pero cuando las Squid Sisters subieron al escenario, el rugido de los espectadores se apagó como si alguien hubiera pulsado un interruptor. Las pantallas gigantes proyectaban sus rostros, iluminados por reflectores que hacían brillar sus tentáculos como si fuertes estrellas de neón. Callie, con su energía desbordante, levantó los brazos, mientras Marie, con su calma característica, sonreía con una confianza que electrizaba el aire.

"¡Esto ha sido un aspecto INOLVIDABLE!" exclamó Marie, su voz resonando en la plaza. La multitud estalló en videos, ondeando banderas rojas y azules.

"¡Y LO SERÁ AHORA MÁS!" continuó Callie, dejando la frase en suspenso mientras guiñaba un ojo al público. La tensión creada, los Inklings conteniendo el alivio. Entones, como si hubieran ensayado toda su vida, las hermanas levantaron los brazos al unísono y gritaron: "¡¡EL SEGUIMIENTO COMBATE SERÁ EL EQUIPO SQUIDSTORM CONTRA LAS SQUID SISTERS!"

La plaza explotó como una bomba Booyah. Gritos, aplausos y silbidos llenaron el aire, mientras los drones de transmisión capturaban el caos. Nunca antes un equipo nuevo como SquidStorm había tenido el honor de enfrentarse a las legendarias Squid Sisters en un combate oficial. Esto no era solo una pelea; era un momento que se grabaría en la historia de Inkopolis.

El equipo SquidStorm reaccionó como un caleidoscopio de emociones. Ash y Devil se miraron, sus ojos brillando, antes de lanzarse a un abrazo económico. "¡No puedes ser! ¡Vamos a pelear contra las Hermanas Calamar! gritó Diablo, su voz aguda y temblorosa de emoción, agitando sus tentáculos verdes como si fuertes banderas.

"¡Esto es un sueño, un SUEÑO!" exclamó Ash, alzando los puños al cielo, sus tentáculos rosas rebotando con cada salto.

Sasha, en cambio, apretó los puños, su rostro una mezcla de emoción y nerviosismo. Habían luchado duro para llegar a las semifinales, pero esto era otro nivel. Agatha, aún jadeando por su victoria épica, tragó saliva y asintió, su mente ya imaginando el campo de batalla. "Las Hermanas Calamar", murmuró para sí misma, sintiendo el peso del desafío.

Marie retómó la palabra, su tono relajado pero cargado de picardía. "El combate será el máximo mes. Hasta entonces..."

"¡Sigan sintonizando!" finalizó Callie, haciendo un signo de paz con los dedos antes de descender del escenario con un salto teatral. La multitud rugió, lanzando gorras y camisetas al aire, mientras los altavoces resonaban con los acordes finales de Incantación de calamares.

El equipo SquidStorm saludó de la arena con la adrenalina a flor de piel, rodeados por dos guardias que mantenían a raya a los fans más entusiastas. Mientras caminaban por las calles de Inkopolis, Callie y Marie los interceptaron, apariendo de la nada con sonrisas juguetonas. "¡Eso fue INCREÍBLE!" exclamó Callie, dando pequeños saltitos. "¡La mejor pelea de la temporada, sin duda!"

Antes de que Agatha pudiera procesar que sus ídolos están habitando con ellos, Marie se acercó a ella, posando las manos en la cintura. "Sobre todo tú, Agatha", dijo con una sonrisa ladeada. "Esa pelea final fue un aspecto. ¡Te luciste!

Agatha sintió que el calor le subía al rostro. Antes de que pudiera balbucear una respuesta, Marie la agarró por los hombres y la sacridió con entusiasmo. "¡Vamos, di algo, campeona!" Agatha, roja como la tinta de su equipo, solo logotipo un "G-gracias" mientras Sasha y Ash se reían a carcajadas.

El grupo charlo animadamente, las Squid Sisters compartiendo consejos y bromas, mientras los guardias los escoltaban por las calles empedradas. Agatha, más callada de lo habitual, se agarraba el brazo, abrumada por tener a dos celebridades a su lado. Pero la calma se rompió cuando un escándalo estalló a lo lejos. Gritos, un estruendo, y un Inkling volando hasta una tienda de ropa, amortizado por un montón de camisetas. La multitud se armolinó, y el grupo corroboró hasta el alboroto, dejando atras a los guardias.

Lo que vieron los déjó sin alivio. Una figura imponente, de casi dos metros, corría por un callejón. Su cabello verde brillante ondeaba al viento, sus ojos del mismo color brillante con una mezcla de confusión y determinación, y su cuerpo, esculpido como una estatua griega, era un aspecto de músculos y cicatrices. Era Rubén, el humano fugitivo, moviéndose con una agilidad que desafiaba su tamaño.

Marie, con reflejos de francotiradora, sacó su Charger y apuntó. "¡Alto!" gritó, aunque sabía que el extraño no entendería. Callie, en cambio, se quedó congelada, fascinada por el cabello verde del humano, algo completamente ajeno a los tentáculos de los Inklings.

Las reacciones del equipo SquidStorm fueron un caos. Ash se levantó la camiseta, mirando su propio torso con envidia. "¿Cómo consigo másculos asi?" murmuró. Diablo, con lágrimas al estilo anime, revisaba su reflejo en su SquidPhone, lamentando no tener "ese rostro perfecto". Sasha se cubrió los ojos, sonrojada al notar que Rubén solo levaba un viaje médico ajustado. Agatha, seria, observó codo el humano noqueó a cuatro guardias con golpes precisos, sus cuerpos cayendo como muñecos.

Antes de que nadie pudiera hablar, Marie disparó. El proyecto de tinta voló hacia Rubén, pero él, con una velocidad inhumana, lo esquivó, sus ojos verdes escaneando al grupo. Intentó tomar un Splattershot de una guardia, pero otro dispar lo obligado a retroceder. El equipo SquidStorm, junto con Callie, abre fuego, llenando el callejón con rafagas de tinta roja y verde. Rubén rodó, saltó y se cubrió detrás de un contenedor, moviendose como un soldado en una zona de guerra.

────────────────────❮ Afueras de Inkopolis - Feria Base \ \

En la colina, el equipo científico había abandonado la bóveda tras la fuga de Rubén, temiendo que hubiera activado un mecanismo de defensa. El silencio reinaba, roto solo por el susurro del viento entre los árboles. Pero en las sombras, los Octolings se mueven como fantasmas. Lyra, la Teniente General de tentáculos blancos y ojos vendidos, lidera el grupo con su E-liter 4K Scope al hombre. A su lado, Rosie, la Teniente Coronel de tentáculos negros con puntas rojas, ajustaba su Splattershot Jr. con una sonrisa tensa.

"Estos dentro, señor", dijo Lyra por su comunicador, pero solo recibió estática. La bóveda bloqueaba las señores, aislando al equipo. Con un gesto, levantó el puño, ordenando a los Octolings dispersar y explorar.

Tras cinco minutos, encontraron sales llenas de tecnología extraña: paneles con símbolos indescifrables, máquinas aplanadas que parecen vibrar con energía latente, y pasillos que se extienden como un laberinto. Lyra y Rosie, siempre al frente, revisaron cada rincón, asegurandose de que no hubiera cámaras. No las vieron, une las habitación, ocultas con una precisión que desafiaba su experiencia.

Llegaron a la sala donde encontraron a Rubén. Cápsulas alineadas brillante con una luz azulada, rodeadas de tubos y monitores con textos que no podían leer. Una puerta, menos protegida que las demás, llama su atención. La cruzaron sin dudar.

El interior era un aspecto. Dispositivos de enfermedad intrínseco llenaban la sala, como si un genio loco hubiera construido un laboratorio de otro mundo. Todo estaba impecable, sin rastro de polvo o tiempo. Rosie tocó un panel, pero nada se activó. Lyra, quitándose el venta, observó un contador de vidrio con un líquido azulado que parecería moverse solo. Lo levantó, leyendo una etiqueta que no entendía: "Banco de Genes". La cápsula en su mano tenía un nombre: "Mirira".

Antes de que pudiera analizarlo, un grano rompió el silencio. Un soldado Octoling irrumpió, jadeando. "¡Encontramos cinco bóvedas!" exclamó, luego se puso firme, nervioso por su entrada brusca.

Rosie miró a Lyra, que observaba su mano donde el líquido de la cápsula rota se había filtrado. Un dolor agudo la recorrió, pero pasó rápido. "¿Teniente General Lilith, yo escuela?" dijo Rosie, sacándola de su trance.

"Sí, Rosie", respondió Lyra, sus ojos brillando con algo extraño bajo el venta. "Vamos a revisar esas bóvedas."

Las bóvedas tenían etiquetas indescifrables: "Despensa", "Medicina", "Material Mineral", "Textil", "Arsenal". Las puertas de "Medicina" y "Arsenal" son impenetrables, pero la de "Despensa" parece accesible. Un soldado cruzó el umbral y cayó al suelo, casi congelado. El aire era tan frío que su piel palideció, sus tentáculos rigados. Otro soldado lo arrastró fuera, mientras un tercero disparó una bola de tinta que se congeló al entrar, estallando en pedazos de cielo.

"Esto no es normal", dijo Rosie, mirando la puerta. El frío no se filtraba al exterior, como si una barrera invisible lo contuviera. "Algo aquí es degradado importante para protegerlo así."

Lilith, con un brillo extraño en sus ojos, asintió. "Esto no es una despensa común. Los humanos querían guardar algo a toda costa."

────────────────────❮ Inkopolis - Cerca a la plaza \ \

Una figura extraña se movía a toda velocidad entre los callejones de Inkopolis, sus pasos resonando en las calles empedradas mientras esquivaba hábilmente a los Inklings que se cruzaban en su camino. No parece precoz por los objetos que encontraba a su paso; simple los atravesaba con indiferencia, sin detenerse siquiera a comprender lo que Eran. Su mente estaba centrada en una sola idea: escapar. Aunque el descontento no entendía el entorno en el que se encuentra, la única teoría que logró formular en su mente fugazmente era que los humanos habían sido a veces por esta nueva raza, una idea tan inconexa que solo le brindaba confusión en lugar de respuestas claras.

De repente, tras una manobra de agilidad, se introdujo en un estrés llamadojón, escurriendose entre las sombras y logrando despistar a los guardias que le perseguían. Ese breve respiro fue suficiente para planificar un contratoque. Con una precisión mortal, saltó sobre los cuatro guardias que lo siguen, noqueandolos con rápidos y contundentes golpes. La fuerza de cada impacto era tal que los Inklings caían al suelo como muchos de trapo, incapaces de reaccionar ante la velocidad y la potencia del ataque

Justo cuando intentaba tomar las armas de los guardias para reforzar su defensa, la inesperada trayectoria de un proyecto de tinta lo hizo reaccionar con rapidez. El dispara se dirigía directamente a su cabeza, pero para su sorpresa, la bala se movía a una velocidad increíble mas baja que el de una arma de fuego, o de energía, siquiera se acercaba minimamente a un proyecto básico de su armada.

────────────────────❮ Inkopolis - Cerca a la plaza - 10 minutos antes \ \

El equipo SquidStorm y las Squid Sisters caminaban por la plaza, riendo y habitando sobre el combate. Agatha, callada, se agarraba el brazo, abrumada por la presencia de sus ídolos. Pero el escándalo los interrumpió. Vieron a un Inkling volar hacia una tienda, y corrieron al lugar. Todo estaba Rubén, su presencia imponente silenciando a la multitud. Marie apuntó su Charger, Callie se quedó fascinada por su cabello verde, y el equipo SquidStorm reaccionó con una mezcla de envidia, asombro y vergüenza.

Rubén corría por los callejones de Inkopolis, sus pasos resonando en las calles empedradas. Sus ojos verdes escaneaban cada esquina, su cabello verde ondeando como una banda. Su cuerpo, casi dos metros de músculos esculpidos, se película con una agilidad que desafiaba la lógica. No tengo este mundo de calamares y tinta, pero su inicio de soldado lo mantenía en movimiento. En su mente, una idea confusa: ¿los humanos habían sido esclavizados por estas criaturas? No tenía respuestas, solo la necesidad de escapar.

Se deslizó por un callejón estro, esquivando a los Inklings que se cruzaban en su camino. Los guardias lo persiguen, pero Rubén era un depredador. Saltó sobre ellos, noqueandolos con golpes precisos que los dejaron en el suelo como muñecos rotos. Intentó tomar un Splattershot, pero un proyecto de tinta voló hacia su cabeza. Con reflejos inhumanos, lo esquivó, notando que se mueve más lento que una bala. "¿Tinta?" murmuró en su idioma, confundido.

────────────────────❮ Inkopolis - Cerca a la plaza - Tiempo Actual \ \

Rubén, adopta una postura más firme ante el dispara, intento volver a tomar el arma de guardia, pero fue imposible ya que tuvo que esquivar un dispara de inmediato, obligadolo a retroceder y escapar, el grupo abrió fuego, llenando el callejón con tinta. Rubén rodó, saltó y se cubrió, pero los dados lo superaron. Un proyecto lo alcanzó en el abdomen, y tocó la zona, esperando sangre. Tinta de la era solista. La olió, frunciendo el ceño. "Esto no hace nada", gruñón, avanzando hasta el grupo con pasos lentos, su figura imponente paralizando a todos.

Tomé a Ash, Devil y Sasha con un agarre brutal, estrellandolos contra el suelo antes de que pudieran reaccionar. La plaza quedó en silencio, los Inklings mirando con miedo y asombro. Solo quedaban Callie, Agatha y Marie, esta última a lo lejos con su Charger, incrédula. Callie y Agatha se miraron, asintiendo, listas para un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.

La pelea fue un torbellino de caos. Callie, blandiendo un Splat Roller, cargó con un grano, girando el arma como un torbellino. Agatha, con su N-ZAP '85 en una mano y el Inkbrush de Devil en la otra, se movió con agilidad, disparando rafagas cortas para distraer a Rubén. Él, con reflejos de combate, esquivó el Roller de Callie, girando para golpear con un puñetazo que la envió rodando. Agatha saltó, lanzando un golpe con el Inkbrush, pero Rubén lo bloqueó con el antebrazo, su fuerza abrumadora.

"¡No está entintando!" gritó Callie, levantándose y lanzando una Splat Bomb. Rubén la esquivó, pero la explosión lo cubrió de tinta verde. Marie, desde su posición, cargó un disparo de su Charger, el rayo de tinta volando hacia Rubén. Él lo esquivó por milímetros, el proyecto dejando un cráter en la pared. Agatha aprovechó la distracción, corriendo hacia él con el Inkbrush alzado como una espada. Rubén, con un movimiento fluido, la atrapó por la muñeca, levantándola del suelo.

"¡Suéltala!" Gritó Callie, cargando de nuevo. Pero antes de que pudiera atar, una jeringa cayó a los pies de Rubén, la reconocimiento al instante, los mismos tipos que intendaron dormirlo están aquí. Con un rugido, soltó a Agatha y corrió hacia la colina, su velocidad inhumana dejando atras a los Inklings.

"¡Sigue vivo!" gritó Marie, disparando otro rayo que cayó por centímetros. Agatha, Callie y un guardia Inkling lo persiguieron, decididos a atraparlo antes de que llegara a la bóveda.

────────────────────❮ Afueras de Inkopolis - Feria Base \ \

Los Octolings salían de la bóveda, cargando a su compañero congelado, que milagrosamente respiraba. No habían encontrado nada transportable, solo tecnología pesada y misteriosa. Lilith y Rosie, las últimas en salir, hablar en voz baja cuando vieron a Rubén corriendo hacia la bóveda, perseguido por Agatha, Callie y el guardia. Los Octolings se pusieron en guardia, con Lyra apostando su E-liter 4K Scope y Rosie alzando su Splattershot Jr.

"¡Prepárense!" ordenó Lilith, sus ojos brillando bajo el venta. El humano y los Inklings se acercaban, y un combate inminente se acerca.

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