Cherreads

Chapter 15 - Capítulo 14.5: Bajo la misma línea de sangre 

La noche estaba en silencio, pero Leo no podía dormir.

El sistema estaba apagado.

No había amenazas inmediatas.

Caesar respiraba vivo al otro lado del muro.

Joseph roncaba a metros.

Y sin embargo…

el mundo no estaba quieto.

Leo había intentado cerrar los ojos.

Pero en cuanto lo hacía, lo veía: Kars.

La falla.

El intento de absorción.

La línea roja de error parpadeando.

La voz del sistema negándolo.

Y dentro de su pecho…

la frustración aún ardía.

"Debes permitir su perfección."

Una frase simple.

Una maldita sentencia.

En su vida anterior, cuando algo no salía como planeaba —un despido, una ruptura, una derrota—,

Leo desarrolló un instinto silencioso para soportar la presión.

Al principio era insomnio. Luego caminatas sin rumbo.

Y a veces…

intimidad.

No por cariño.

No por afecto.

Sino para recuperar control.

El deseo no lo dominaba.

Lo organizaba.

Y esa noche, bajo esa luna antigua, el impulso regresó.

No como vicio.

Como necesidad.

🌫 Encuentro

Caminaba por los pasillos de piedra húmeda cuando dobló una esquina del ala oeste.

Una brisa cálida lo tocó primero.

Luego, un hilo de vapor.

Una puerta abierta.

Y finalmente, la vio.

Lisa Lisa.

Salía del baño termal con una toalla blanca atada al torso.

El cabello mojado le caía por la espalda como tinta negra.

Caminaba con calma. Con elegancia. Con autoridad.

Y lo vio.

No se detuvo.

No se cubrió más.

Solo levantó el mentón.

—¿Tampoco puedes dormir? —dijo.

Leo se detuvo a una distancia prudente.

—Pensé que el silencio me serviría.

—Y no te sirvió.

—No cuando el sistema me recuerda que debo dejar que un dios se manifieste para poder borrarlo.

Lisa Lisa frunció el ceño.

—¿Sistema?

Leo sonrió suavemente.

—Una forma de nombrar a mi condena.

Un silencio tenso.

Ella no retrocedía.

Él no avanzaba.

Y entonces, Lisa Lisa bajó ligeramente la mirada.

—Sabes que Caesar debería estar muerto.

Y sin embargo, vive.

Leo no respondió.

Ella dio un paso lento hacia él.

—Y sé que no fue por suerte.

Ni por JoJo.

Ni por mí.

Leo inhaló.

Sus ojos estaban tranquilos.

—¿Y por qué no lo dijiste antes?

—Porque aún no decidía qué eras.

Y tal vez todavía no lo sé.

[Escaneo pasivo: estado emocional de Lisa Lisa — deuda no verbalizada / desconfianza mantenida / atracción contenida]

—¿Cómo te llamas realmente? —preguntó ella, sin desviar la mirada.

—¿Importa?

—Me gusta saber con quién… cierro capítulos.

Leo la miró fijamente.

—Puedes llamarme Leo.

De momento.

—¿Y qué eres?

—Una excepción.

Un error en el manuscrito.

O… su editor.

Lisa Lisa rió suavemente.

—George nunca hablaba así.

Pero tu rostro… es como el suyo.

Leo bajó la cabeza un segundo.

—Entonces no me mires por lo que fui.

—No lo hago.

Silencio.

Ella dio un paso más.

Estaban a menos de medio metro.

La tensión no era sexual.

Era autorreferencial. Narrativa. Animal. Estratégica.

Leo habló más bajo.

—No tienes que pagarme por Caesar.

Lisa Lisa negó con la cabeza.

—No lo hago por eso.

Pero esa noche… si tú no hubieras estado…

—Lo sé.

—Y aún no te confío.

Pero me parece justo,

que esta noche al menos, seamos humanos.

Lisa Lisa se giró.

No lo invitó con palabras.

Pero no cerró la puerta.

Leo la siguió.

Y por esa noche,

en una habitación que olía a vapor, a madera, y a historia…

el autor y la instructora

no discutieron el destino del mundo.

Solo compartieron lo único que no podía ser planeado:

una elección libre.

No hubo promesas.

Ni nombres repetidos.

Ni caricias eternas.

Sólo el crujido del futón,

la respiración compartida,

y un silencio más cómodo que el de cualquier victoria.

Al amanecer,

Lisa Lisa dormía aún con el ceño ligeramente fruncido.

Como si incluso en sueños, no bajara la guardia.

Leo se vistió sin hacer ruido.

Pasó la mano por su cabello.

Y salió.

[Estado narrativo: vínculo emocional complejo activado.]

[Lisa Lisa: respeto táctico / deuda emocional / complicidad no declarada.]

[Leo: calma restaurada temporalmente.]

Al cerrar la puerta, murmuró:

—Una distracción controlada.

Y al volver al campamento…

su mente ya estaba con Kars otra vez.

More Chapters