El grupo volvió a la base avanzada apenas pasada la medianoche.
No hubo celebraciones.
Caesar apenas podía caminar.
Lisa Lisa tenía la capa manchada de sangre de vampiro.
Joseph no había dicho ni una sola broma desde que dejaron el Talón del Esqueleto.
Leo los seguía en silencio, como una sombra más.
El aire estaba más frío que antes.
No por la altitud.
Sino por lo que se avecinaba.
—Kars ya no necesita esconderse —dijo Lisa Lisa mientras limpiaba su guante con alcohol—. Tiene la Máscara. Tiene la Piedra.
Le queda un solo paso.
Joseph apoyó los codos en la mesa.
—Y nosotros estamos dándole el tiempo exacto para hacerlo.
—No si lo detenemos antes de que complete el ritual —añadió Caesar, con voz cansada pero tensa.
—¿Y cómo lo encontraremos? —preguntó Joseph—. No sabemos dónde está.
Leo intervino, midiendo cada palabra.
—Tal vez sí sabemos.
Todos lo miraron.
Leo sacó un mapa doblado de uno de sus bolsillos.
—Cuando estuvimos en las ruinas, noté marcas en un túnel secundario. Pies arrastrados. Restos de ceniza vampírica fresca.
Kars y sus vasallos están usando rutas pre-romanas que conectan con el glaciar este.
Lisa Lisa se acercó al mapa.
Lo analizó en segundos.
—Un templo bajo el glaciar. Fue un sitio ceremonial en la época de los pilares.
Perfectamente aislado. Sin acceso aéreo.
Joseph resopló.
—Perfecto para transformarse en dios sin interrupciones.
Leo no dijo nada más.
Solo los dejó pensar que lo acababa de deducir.
[Manipulación narrativa: exitosa. Sistema sin interferencia.]
Prepararon el equipo en menos de media hora.
Lisa Lisa tomó la delantera, Joseph la escoltaba.
Caesar insistió en ir, a pesar de sus heridas.
Leo fue el último en revisar su equipo.
Se miró las manos.
[Tiempo estimado para perfección total de Kars: 2 horas.]
—No llegaremos a tiempo para evitarlo —susurró—.
Y no lo necesito.
Lo necesito completo.
Escena intercalada — Kars, el ascenso
En una cámara tallada en hielo, rodeada de tecnología de obsidiana y símbolos muertos…
Kars respiraba lentamente.
La Piedra Roja giraba como un corazón suspendido.
La Máscara estaba acoplada a un pedestal vivo.
Las líneas de energía cruzaban su cuerpo como ríos líquidos de luz.
Los vampiros guardianes lo observaban desde las paredes.
No parpadeaban.
—Todo ha conducido a este momento —murmuró Kars.
Insertó sus manos en los dos altares laterales.
La energía lo atravesó.
Su piel vibró.
Sus músculos ardieron.
Sus sentidos… despertaron.
[Transformación: 58%]
[Procesos genéticos: en estabilización.]
[Acceso al núcleo solar: preparado.]
—El sol…
pronto será tan blando como la sombra.
Y entonces, sus ojos se abrieron de par en par.
No había rabia.
No había deseo.
Solo… certeza.
Regreso al grupo
Caían copos de nieve mientras el equipo descendía con linternas cargadas con Hamon.
Las grietas bajo sus pies crujían como papel quebrado.
Joseph hablaba con voz baja, como si incluso el eco pudiera traicionar su plan.
—Si lo vemos a medio proceso, atacamos.
No podemos dejarlo llegar a la cima.
Lisa Lisa asintió.
—Yo me ocuparé de proteger la retaguardia.
Caesar respiraba con esfuerzo, pero sus ojos estaban fijos en el mapa.
Leo caminaba detrás de todos, con el abrigo oscuro y su mirada clavada en las estrellas.
[Transformación de Kars: 78%]
[Absorción permitida tras evolución: confirmada.]
Y entonces, Leo pensó:
—Que lleguemos tarde.
Que lo logre.
Y cuando sea perfecto…
que sepa lo que es perder.