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Jurassic Park : Nuevo Mundo

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Synopsis
(Fanfic inspirado en el universo de Jurassic Park) Cinco años atrás, un proyecto secreto en una isla alejada del mundo fracasó. Un híbrido letal, creado por humanos y jamás visto en la naturaleza, escapó de su contención. El sistema colapsó. Los dinosaurios, liberados de todo control, volvieron a gobernar. Un doctor quedó atrapado en la isla y fue testigo del renacer salvaje de un mundo jurásico distorsionado por la ambición científica. Ahora, medio lustro después, cinco adolescentes llegan por accidente a esa isla olvidada. Lo que comenzó como unas vacaciones marinas se convierte en una lucha por sobrevivir en un paraíso dominado por monstruos prehistóricos. Criaturas creadas por la ciencia, conflictos territoriales entre colosos y secretos olvidados emergen mientras los jóvenes intentan escapar del lugar que jamás debió existir. Este fanfic toma la esencia del universo de Jurassic Park y la expande con criaturas, zonas y conflictos totalmente nuevos, creados por el autor para una experiencia intensa de aventura, suspenso y acción.
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Chapter 1 - capitulo 1

.Cinco años antes del incidente…

Isla Punto Cero.

Una tormenta eléctrica crepitaba en el cielo como una advertencia de la naturaleza misma. La fuerte lluvia azotaba las cúpulas metálicas negras esparcidas por la isla selvática. Uno de ellos, oculto en lo profundo del Sector 6 —clasificado como zona de alta seguridad— destacaba entre los demás.

Dentro del Laboratorio 6-Alfa, solo quedaban unos pocos científicos. La mayoría del personal ya había sido evacuado dos días antes debido a una serie de anomalías preocupantes. Los últimos en quedarse eran especialistas, los responsables de monitorear el espécimen más sensible jamás creado en la isla.

Un híbrido. Una criatura que nunca debería haber existido.

Su designación: Dreadaptor rex.

Longitud: 6 metros.

Altura: 3 metros.

Peso: 2 toneladas.

Su cuerpo era delgado y ágil, cubierto de una piel oscura y mate con escamas. Sus garras eran largas, curvas y afiladas. Sus ojos, inquietantes y vidriosos, brillaban con algo más que instinto: una rabia calculada. Un gruñido sordo resonó dentro de su cámara reforzada mientras se paseaba en círculos lentos y deliberados.

La criatura había dejado de comer.

Los científicos lo notaron. Pero creyeron que se trataba de un ajuste de comportamiento. Lo que no sabían era que el Dreadaptor no se moría de hambre. Se estaba preparando. Calculando.

Esperando.

Su jaula estaba construida para contener lo peor. Barras electrificadas. Cerraduras de titanio redundantes. Sistemas de seguridad basados en la retina. Ninguna criatura había escapado jamás.

Hasta ahora.

Dentro de la oficina de seguridad adyacente a la cámara, el ambiente era tenso. Los monitores mostraban señales constantes de varios recintos de la isla. Habían empezado a aparecer alertas, cada una más crítica que la anterior.

Fluctuaciones de energía.

Fallos aislados del sistema.

Drones desactivados.

El Dr. Lieman se secó el sudor de la frente y se inclinó sobre la consola principal.

"¡¿Por qué demonios se está cayendo el generador de emergencia en el Sector 6?!", ladró.

Un técnico más joven, de apenas veinte años, tecleaba comandos frenéticamente en el sistema.

"Señor, no es un fallo... Es una anulación forzada desde dentro de la red de control. Alguien está desactivando las capas de seguridad una por una."

A Lieman se le encogió el corazón.

Ambos se giraron hacia el monitor que mostraba la cámara del híbrido.

Las luces parpadearon. Luego se apagaron.

Luces rojas inundaron el laboratorio.

Modo de emergencia.

Y entonces, un sonido nunca antes oído: el chirrido metálico y estridente de las cerraduras internas al retraerse.

"¡NO, NO! ¡ANULEN! ¡CIERREN LAS PUERTAS!"

Pero era demasiado tarde.

Un chillido agudo resonó por los altavoces, seguido de la estática de una señal desactivada. La cámara dentro de la celda del híbrido se apagó.

Las alarmas resonaron por toda la isla. Las sirenas de emergencia aullaron desde los altavoces. El centro de mando subterráneo del Sector 1 se apresuró a recuperar el control, pero todos los intentos de reiniciar la red de seguridad fueron denegados.

Habían perdido el sistema.

La isla estaba ahora ciega.

Y peor aún: las puertas se abrían.

Desde los bosques pantanosos de la Zona 3 hasta las mesetas rocosas de la Zona 4, los protocolos de contención fallaron. Las puertas se desataron. Las vallas cayeron. Los dinosaurios que habían estado inactivos, sedados o aislados, de repente fueron libres.

Los gritos de las primeras víctimas resonaron por los comunicadores. Voces de pánico. Gritos. Gritos.

Luego, silencio.

Solo quedaban unos pocos humanos en la isla: científicos, guardias, ingenieros. Intentaron llegar a zonas seguras. Algunos lograron abordar los vehículos de evacuación, pero muchos no lograron pasar la primera curva del camino. El híbrido se movía rápido. No se desbocaba. Cazaba. Uno por uno. En silencio. Con paciencia.

Y no estuvo solo mucho tiempo.

De la densa jungla de la Zona 2 emergió una manada de Velociraptors. Tres de ellos. Conocidos por su inteligencia y coordinación letal. Ya habían visto al híbrido antes, lo habían olido. No confiaban en él. Para ellos, no era un alfa, sino una amenaza para su lugar en el ecosistema.

Sin embargo, no lo atacaron.

No de inmediato.

En cambio, lo siguieron.

No como subordinados.

Como depredadores que compartían una presa común: los humanos.

El híbrido no les daba órdenes. Ni siquiera los reconocía como aliados. Pero el mensaje era claro. Para ellos, era competencia. Pero por ahora, cooperarían... para la caza.

Era una alianza temporal. Una alianza construida no sobre la confianza, sino sobre la sed de sangre compartida.

El híbrido se detuvo en medio del bosque empapado por la lluvia. Los raptores se detuvieron tras él. Los cuatro miraron hacia la oscuridad que se extendía frente a ellos. En algún lugar, más humanos corrían, se escondían y gritaban.

Un relámpago brilló sobre ellos.

Y entonces…

Se movieron.

La caza había comenzado.

Y esta vez, no era solo por supervivencia.

Era por placer.