Capítulo 10: Búsqueda Pt 1
El cielo del norte estaba cubierto por un manto de nubes suaves que se desplazaban lentamente, teñidas por la luz dorada del mediodía. Volaba a gran altitud, atravesando corrientes de viento que susurraban en mis oídos como ecos de tiempos antiguos. En mi lomo, Ciel dormía profundamente, respirando con calma. Decidí traerla conmigo para no hacer este viaje en solitario. Quién sabe cuánto durará.
Recordé las palabras de Merlín la noche anterior: "Busca la Montaña Negra, donde el maná se retuerce como una espiral viva."
Llevaba ya horas volando, y el peso del hambre empezaba a hacerse sentir. Decidí descender en un claro del bosque y tomar un descanso.
—Despierta, Ciel. Vamos a hacer una pausa.
Ella parpadeó con pereza, luego asintió y se estiró sobre mi lomo.
—¿Quieres que encienda una fogata?
—Sí. Recolecta algo de leña. Iré a buscar comida.
—Cuídate, maestro…
Sonreí ligeramente y me interné en el bosque, absorbiendo la humedad del aire y el crujir de las hojas bajo mis garras. A medida que avanzaba, sentía una energía salvaje, primitiva… como si el bosque mismo estuviera naciendo.
Encontré criaturas pequeñas con cuerpos verdes y orejas puntiagudas. No eran goblins, pero se les parecían.
> Estado
Nombre: Ninguno
Raza: Groblen
Etapa: Adulto
Nivel: 5
Atributos:
Fuerza: 6
Agilidad: 5
Resistencia: 4
Inteligencia: 1
Percepción: 3
Nota: Antepasados de los goblins. Si evolucionan correctamente, pueden convertirse en brillantes constructores e inventores.
Los observé un momento desde la maleza. Se movían en grupos y usaban herramientas rudimentarias. El potencial era claro. Extendí una pizca de maná y marqué a uno. Para mi sorpresa, sentí que la marca funcionaba. Podía rastrearlo.
—Interesante… Esto será útil para el futuro.
Me reproché no haber hecho lo mismo en el campamento, pero era tarde para lamentarse. El estómago apretaba y la necesidad de encontrar agua se volvió urgente.
A lo lejos, divisé un lago cristalino. Me acerqué con cautela, sintiendo que algo en el aire no estaba del todo bien. Me agaché para beber, y justo cuando el agua tocaba mi lengua, vi una distorsión en mi reflejo.
Un escalofrío me recorrió la columna.
Alcé la cabeza y ahí estaba. Una serpiente gigantesca emergía del agua, con cuernos apenas visibles en su cabeza dracónica. Su mirada era depredadora, calculadora. En el instante en que nuestros ojos se cruzaron, supe que no era una simple bestia.
Salté hacia atrás, pero la criatura ya se abalanzaba sobre mí. Sentí sus colmillos perforar mi pata derecha, desgarrándome la carne.
—¡GRAAH!
Grité de dolor y traté de contraatacar, lanzando una mordida hacia su cuello, pero se retiró con agilidad. La serpiente se arrastró fuera del agua, y fue entonces cuando pude verla completa: medía al menos cuatro metros, con escamas azul marino y una cola terminada en una estructura ósea giratoria, como un taladro.
Activé el Ojo del Dragón Sabio.
> Estado
Nombre: Ninguno
Raza: Seudo-dragón Oriental
Etapa: Joven
Nivel: 8
Atributos:
Fuerza: 35
Agilidad: 40
Resistencia: 38
Inteligencia: 8
Percepción: 50
Nota: Antigua serpiente-taladro en proceso de evolución hacia un dragón oriental. Uno de los primeros ancestros de su linaje.
—¿Los dragones ya están surgiendo…? Este mundo se acelera más rápido de lo que pensé.
No podía dejarla vivir.
La criatura se lanzó de nuevo. Inhalé profundo y liberé un aliento de dragón abrasador. La explosión la alcanzó, pero apenas quemó sus escamas. Respondió con un rugido gutural y se abalanzó otra vez. Salté hacia un costado, pero sentí su cola giratoria rozarme, desgarrando parte de mi flanco izquierdo.
Caí al suelo, aturdido. La bestia no desaprovechó la oportunidad. Se enrolló alrededor de mi cuerpo y empezó a apretar. El dolor era indescriptible. Mis costillas crujían, mi respiración se volvía pesada.
—¡No...! ¡No aún!
Rugí con toda mi fuerza, concentrando mi voluntad. Mis garras se encendieron con energía plateada. Mordí su cuello una vez. Dos veces. Tres. Su sangre tenía un sabor metálico y amargo. La criatura se retorcía, pero no cedía.
En un último acto de desesperación, lancé mi cuello hacia el suyo y clavé mis colmillos hasta el fondo, arrancando un pedazo enorme. La serpiente gimió. Su cuerpo tembló y se soltó.
Ambos caímos.
Yacía en el suelo, jadeando. Tosí sangre, mi visión se nublaba. Pero mi cuerpo seguía resistiendo. La habilidad Regeneración Inferior se activó. Sentí cómo las fibras de mis músculos se tejían otra vez, cómo mis huesos volvían lentamente a su lugar.
Entonces llegaron las notificaciones.
> Ding— Felicidades, anfitrión
Nivel aumentado ×5
Ding— Habilidad "Resistencia al dolor" sube de nivel ×3
Ding— Habilidad "Voluntad de dragón" sube de nivel ×2
Ding— Habilidad "Aliento de dragón" sube de nivel ×2
Ding— "Escamas de hierro negro" sube de nivel ×3
El torrente de información me provocó una punzada en la cabeza, pero no pude evitar sonreír.
—¡Estado!
> Nombre: Adán Drakensilver
Raza: Dragón Occidental (Variante Negro Plateado)
Edad: 1 semana
Etapa: Cría
Nivel: 9
Atributos:
Fuerza: 35
Agilidad: 35
Resistencia: 36
Inteligencia: 31
Percepción: 36
Carisma: 31
Suerte: ???
Mana:50
Atributos libres: 25
Talentos:
Dios bendice el trabajo duro
Súper cerebro
Cuerpo de dragón
Runas dracónicas
Habilidades:
Regeneración inferior (Nv. 5)
Volar (Nv. 4)
Aliento de dragón (Nv. 4)
Garras de plata (Nv. 2)
Escamas de hierro negro (Nv. 5)
Ojo de dragón sabio
Resistencia al dolor (Nv. 5)
Voluntad de dragón (Nv. 4)
Mientras recuperaba fuerzas, observé los puntos de atributos libres, luego de pensar un rato decidí dejarlos para amas tarde.
Me incorporé con dificultad, levanté el cadáver de la criatura y volé de regreso al campamento. El sol ya empezaba a ocultarse entre las ramas.
Ciel corrió hacia mí apenas me vio.
—¡Maestro! ¡Estás herido!
—Estoy bien… sobreviví. Y traje la cena.
Ella me miró con asombro, luego bajó la vista al cuerpo del seudo-dragón.
—Eso no es cualquier cena…
Me reí suavemente mientras me dejaba caer junto al fuego. Mientras Ciel comenzaba a preparar el botín.
Los dragones están despertando. Y pronto, no seré el único que reclame este mundo.