Cherreads

Chapter 9 - Nuevos desafíos

NARRADOR

Nico estaba extraviado de la realidad. Un cuerpo inerte sostenido por un muchacho que no lloraba, pero que estaba con la mirada fija en una sola persona: Mark. La escena era desgarradora, Lo que empezó como un homenaje a un amigo como fue Percy, ahora era también un homenaje a una persona que prefirió entregar su vida antes que ver dañado a Nico, simplemente un acto de amor puro. Artemisa miraba desde con rabia a Mark con toda la intención de destrozarlo.

—¡Maldito engendro de mar! —grito Zeus adelantándose hacia Mark, para liquidarlo con su rayo, y Poseidón se preparaba para defender a su hijo, pero no logro hacerlo porque Caos se los impidió.

En ese momento, todo se volvió negro, una gran nube invadió el campamento lo que causo que todos tomaran o convocaran sus armas y se pusieran en posición de batalla. Las cazadoras rodearon a su señora, quien ya sostenía el cuerpo de Thalia. Una figura alta y solemne se materializó delante de Nico con ojos tan profundos como el basto universo con un traje negro elegante. Todos apuntaron sus armas hacia él, excepto Nico quien estaba a punto de lanzarse contra Mark si no fuera porque Caos puso la mano sobre su hombro.

—¡Tranquilos Olímpicos! —dijo Caos haciendo una seña con sus manos para que bajaran sus armas.

—¿Quién eres tú y que haces en nuestro campamento? —pregunto Ares de manera imprudente, pero no pareció importarle a Caos.

—Yo soy Caos —su voz era potente como el trueno que infundía temor a todos. No quede ninguno que no inclinara la cabeza. Caos chasqueo los dedos y en una pantalla holográfica paso el momento en que sucedió la muerte de Thalia. Todo el mundo estaba murmurando cosas y el barullo iba en aumento.

—¡Calma a todos! Ya ha sido suficiente —gritó Caos, provocando el silencio absoluto. —Lo que ha sucedido aquí, tenía que suceder de esa manera —la voz de Caos no daba lugar a nadie de replicar su explicación.

Nico ni siquiera estaba escuchando lo que pasaba, su mirada estaba perdida, lejos de lo que estaba pasando, miraba con ira a un indefenso Mark con toda la intención de aprovechar cualquier oportunidad para terminar con él. No esperaría permiso de nadie. Hades pudo ver la mirada de Nico y camino en medio de todos para tomar del brazo a su hijo e impedirle hacer una locura. Hestia también se acercó a Nico y puso su mano sobre su otro hombro para infundirle calor y calmarlo.

—¡No morirá ni uno más! Necesitaras de todos y cada uno de los semidioses para lo que se avecina —los dioses prestaron atención a sus palabras. —Fuerzas más poderosas han despertado para reclamar la tierra —dijo con solemnidad, mientras algunos lanzaban nombres a modo de especulación.

—¿Y que puede ser más poderoso que los Olímpicos? —pregunto con arrogancia Zeus. Caos solo meneo la cabeza en señal de desaprobación.

—Primordiales —el desorden y las preguntas invadieron el campamento, todos querían más información. Quirón miraba con asombro a lo que tendrían que enfrentarse ahora y sin Percy

—¿Cómo podremos vencerlos? ya no tenemos a Percy —se escuchó la voz de uno de los hijos de Hermes.

—Nadie tocará a este hijo de Poseidón, su destino está trazado —dijo con un tono que daba lugar al reclamo, aunque todos querían su muerte.

Poseidón suspiro de alivio al ver que no tendría que preocuparse por el bienestar de Mark. El resto de dioses se encontraban mirando con atención los movimientos y palabras Caos, la memoria de eras de historia les gritaban en la cabeza que enfrentarse a un primordial no era una broma.

Luego se acercó a Nico llamando la atención de todos.

—La venganza no está en tus manos, tu deber es liderar el campamento. No olvides—Nico abrió los ojos, las últimas palabras de Thalia retumbaron en su mente. —Una cosa más —dijo mirando a Artemisa. —No la envíes a las estrellas —Artemisa lo miró extrañado, ella quería honrar a su cazadora enviándola a las estrellas. —Nos volveremos a ver —y luego Caos se esfumo en un vórtice negro.

—Id todos a sus cabañas —dijo con pesar Zeus mientras se acercaba a Artemisa para tomar a su hija y prepararla para los honores. Todos los campistas empezaron a disiparse al igual que los dioses.

ANNABETH

La muerte de Thalia fue demasiado, la conmoción que había provocado en el campamento era impresionante, todos habían visto la escena: Una cazadora de Artemisa que había renunciado a la compañía de los hombres, había entregado la vida por salvar a uno... un acto de amor puro y sincero. Todos sabíamos que Nico estaba enamorado de Thalia, pero no sabíamos si de alguna manera Thalia correspondía ese afecto.

La ceremonia de honores de Percy y Thalia se llevaron a cabo sin ningún inconveniente, aunque no tuvimos el cuerpo de Thalia porque las cazadoras no quisieron entregarlo al campamento, luego hubo una reunión. Donde Quirón dio nuevas instrucciones con respecto al entrenamiento. Los dioses vendrían a entrenarnos en las diferentes especialidades, tanto a nosotros como a los del campamento Júpiter. Los campos no se unirían por el momento, sino que seguirían separados para mantener intacto el estilo de lucha. Estábamos todos escuchando cuando se presentó Hermes.

—Señor Hermes ¿a qué debemos su visita? —dijo Quirón con respeto.

—Anuncio de los dioses Quirón... Mark y Annabeth—dijo con desprecio provocando la risa de todos —se vienen conmigo al lado romano, Frank, Hazel y Reyna, los dioses hemos decidido que se irán a vivir al campamento Júpiter, así que...

—¿¡Queeeeeee!? —grite haciendo que Hermes me mirara de manera peligrosa. —No puede ser, yo no quiero irme —le dije bajando el tono de mi voz. Yo había hablado con mamá porque temía por mi vida, pero no pensaba que se traduciría en un cambio de campamento.

—Créeme que nada me haría más feliz que te quedaras aquí y que te dieran tu merecido —espetó con violencia. Se giró para ver a Mark quien sonreía con autosuficiencia, él sabía que nadie podía matarlo. —En cuanto a ti estúpido semidiós, tu vida pende de un hilo, así que mejor te preparas... vendré dentro de una hora... no creo que a nadie le pese vuestra ausencia —Hermes se rió y luego se fue.

—Bueno ya escucharon las ordenes... mejor se preparan—dijo Quirón despidiendo la reunión. Nico salió sin decir nada directo a su cabina. Los demás chicos, incluyendo Rachel me miraban con una mirada triunfal en sus rostros. No puedo creer que mi madre haya permitido que me hicieran esto.

PERCY

Me levante muy temprano, los 3 días que Caos me había dado habían llegado a su fin. Eso había hecho que la ansiedad me estuviera molestando un poco. Pero trate de no pensar en eso. Las cosas entre Piper y yo habían sido un poco torpe, porque no había obtenido una respuesta a ello y porque no quería volver a preguntar, pero en todo caso no había nada que pudiera hacer al respecto. Pero había seguido cuidando de mi con el mismo empeño, ya no hacía falta que estuviera vendado, pero si desinfectar la herida que tenía de la fractura expuesta.

Me encontraba caminando por el bosque, aun no amanecía, cuando sentí ese repentino aumento de energía en el ambiente, no me preocupe demasiado porque podía ser Hestia o Caos, para mi sorpresa eran los dos. había salido dar un paseo para poder pensar en cómo debía hablar con Hestia. Me sentí un poco nervioso al ver a Hestia, aunque lo primero que hice fue una reverencia. Caos asintió y Hestia simplemente me observo para luego girarse a ver a Caos.

—Es algo que ya no podrás arreglar —Caos sonrió ligeramente. Me sonroje de vergüenza.

—Eso veo —rápidamente me levante.

—Lo siento —ambos negaron con la cabeza.

—Estuve hablando con Hestia antes de venir aquí, de hecho, tiene algo que darte tanto para ti como para Piper —

—¿Un regalo? lady Hestia no era necesario —

—Caos me comento que habías aceptado su propuesta, por lo que esto te servirá —Hestia chaqueo los dedos y apareció un perchero con la armadura colgada y una sudadera negra con capucha.

La armadura era totalmente negra, con detalles de plata en las uniones, que marcaban mi pectoral y mi abdominales. En la parte de adelante debajo del cuello tenía un grabado en alto relieve bañado de planta que decía άετός (águila). En la parte de los costados tenía 3 vainas con cuchillos de plata en cada costado. Los flecos que pendían de la coraza eran de cuero con detalles y grabados de plata. También tenía brazales reforzados, que fácilmente me permitirían detener un ataque directo, lo cual era muy conveniente. Las grebas era de media altura lo suficiente como para no volverse un obstáculo. Aparte de eso no tenía vaina para mi espada, debido a que no tengo una espada física, solo mi Riptide, la cual la llevo en el bolsillo. En la parte de atrás tenía grabado una cabeza de medusa que era simplemente increíble.

Cuando me la terminé de colocar esta se ajustó perfectamente a mi anatomía, no sobraba ni sobresalía nada de manera que sentí que mis movimientos podían ser fluidos. La cara de Hestia era de alegría, mientras me ayudaba ajustar las correas y Caos tomo la capucha y la coloco cobre mi cabeza.

—La capucha tiene un encanto que cubre tu rostro con una sombra —era muy conveniente ya que no me gustaba usar casco, eso sí que nublaba mis reflejos. —El nombre άετός es tu nombre en clave para los siguientes años —me gustaba, era un desafío a Zeus mismo. Eso era genial.

—Es, simplemente increíble —dije mientras movía mis brazos y piernas para poder comprobar los movimientos.

—Me alegro que se ajuste perfecto a ti, Percy —dijo Hestia dando un ligero aplauso. Caos miró a Hestia por un momento, supe lo que se venía, supongo que ella tampoco me había buscado en estos días por que no sabía cómo abordar el tema.

—Ahora, creo que ustedes tienen algo de lo que discutir —dijo fingiendo toser. Mire a Hestia por un momento ella tenía una ligera sonrisa tímida.

—Lady Hestia yo... —inmediatamente hinqué una de mis rodillas, ella se sorprendió —Lo siento —rápidamente se arrodillo a mi lado y me levanto, se había avergonzado.

—Percy ¿qué estás haciendo? no debes arrodillarte, mucho menos disculparte —negó con la cabeza, mientras aún me tenía en sus manos. Me quede en silencio un momento. Ella tampoco dijo nada.

—Lo siento por mantenerle en espera sobre lo que me ofreció —negó con la cabeza, aunque la sonrisa tímida no había desaparecido de ella —Si aún tuviera espacio en su corazón para llamarme hijo yo me esforzaré por que se sienta orgullosa de mi —entonces vi una sonrisa que jamás había visto. Era radiante, era única, era especial. Era para mí. Caos negaba con la cabeza mientras llevaba su mano a los ojos.

—Percy... —susurró Hestia, lenta y tímidamente me dirigí mi mirada hacia ella, me sentía torpe y cohibido. En mi corazón mamá siempre estaría presente y en mi memoria, pero mientras pensaba en Hestia en estos días me di cuenta que desde que la conocí había una conexión entre nosotros y quería que ese vínculo fuera aún más fuerte y lo que ella me propuso de adoptarme era lo que ambos necesitábamos para perdurar nuestro lazo. Los ojos de Hestia estaban brillantes, ese color marrón rojizo de sus ojos estaba en todo su esplendor. —Ven, ven aquí —me acerque tímidamente, tal vez sería nuestro primer abrazo como madre e hijo, pero no vi venir lo que hizo. Me dio un golpe en la frente con sus dedos.

—¡Ouch! —me quejé y luego me abrazó entonces si sentí que una lágrima corría por su mejilla. Y sentí que mi corazón se conectaba con el suyo. Siempre amaría a Sally y a partir de hoy también amaría a Hestia.

—Debes dejar de bromear con cosas así —sabía que su corazón se había detenido porque pensó que iba a declinar su ofrecimiento. Y si, tal vez fui demasiado lejos.

—Creo que te pasaste con tu acto dramático —dijo Caos mientras aplaudía ligeramente.

—Lo siento, solo quería decir que si... mamá —Hestia me aparto de su abrazo y pude ver que sus ojos crepitaban en fuego.

—Bueno creo que ya podemos actualizar tu equipo —dijo Caos mientras Hestia chasqueo los dedos y en mi armadura apareció un círculo debajo del nombre grabado y dos círculos más pequeños uno a cada lado. El círculo central se dividía en dos, en un lado estaba el símbolo de una llama de fuego y del otro lado estaba el símbolo del infinito.

—Ahora vamos a hacerlo oficial —dijo Hestia mientras tomaba mis manos, empezó a recitar algo en griego antiguo que no pude entender del todo, pero de las cosas que si entendí había una parte que decía que "las eternas llamas de fuego del hogar te protegerán". Estuvo recitando por espacio de unos minutos y casi al final sentí un ardor en todo mi cuerpo, sentí agujas en mis ojos que me hicieron cerrarlos y me estremecí al sentir que mis manos ardían, abrí mis ojos y tenía las mano en fuego, me asusté y rápidamente quise apartar mis manos —Shhhhh, tranquilo, las llamas no te harán daño, ahora te protegerán —Hestia sostuvo mis manos con fuerza, me ardía el cuerpo entero, sobre todo en mi herida que estaba sensible. Entonces de un momento a otro el ardor se fue y la sensación en las manos cesó. Abrí los ojos y me encontré con los de Hestia que brillaban en un color naranja intenso y se fueron apagando.

—Creo que ya puedes abrir los ojos —me dijo Caos mientras abría un ojo a la vez. Hestia me miraba de pies a cabeza, no sentía nada raro en cuanto a mi tamaño o peso.

—Me gusta tu cabello negro, por lo que lo conservarás así, pero tus ojos son de otro color ahora —no tenía donde mirarme, por lo que tuve que preguntar.

—¿Se parecen a los tuyos? —ella asintió. —Entonces está bien, soy tu hijo ahora —Hestia tarareaba alegremente mientras chasquea a los dedos para desaparecer el perchero vacío.

—Deberíamos ir a despertar a Piper, tengo algo para ella también, como agradecimiento por haber cuidado de ti —Hestia tomo mi mano para ir de vuelta a la tienda.

—Adelántate Hestia, necesito hablar con Percy sobre unas cosas, estaremos allí en breve —me preguntaba que necesitaba hablar conmigo.

PIPER

Me levanté perezosamente, el sol casi recién estaba saliendo por lo que pronto seria hora de hacer el desayuno. Miré a mi alrededor, Percy no estaba, supuse que habría salido a dar un paseo, en estos días siempre se levantaba antes que yo, nunca se lo diría, pero en realidad amo dormir hasta tarde. Me sentí más cómoda al ver que no me presionaba por una respuesta, aunque sí que sabía que se mordía la lengua por preguntármelo. Chasquee lo dedos, una buena porción de frutas frescas apareció ante mí.

—Veo que le das un buen uso a tu habilidad —la voz de Hestia hizo que me sobresaltara un poco que casi tiro la fruta al suelo. Hestia se rió ligeramente, había algo en su semblante radiante y que emanaba felicidad.

—Lady Hestia, me dio un susto —dije llevando mi mano al pecho. Alegremente se acercó a mí y tomo la bandeja de frutas.

—Lo siento querida —ella simplemente empezó a picar la fruta y arreglarla en un plato para mí.

—Percy no está, pero iré a buscarlo —dije rápidamente, no quería que Percy hiciera esperar a Hestia.

—No hace falta, estuve con él hace un momento, de hecho, vine a verte —entonces viene tan feliz porque viene de hablar con Percy.

—Oh ¿en qué puedo ayudarte? —ofrecí, ella me entrego el plato de frutas y chasqueo los dedos para convocar una olorosa taza de café.

—Primero que nada, agradecerte por todo el tiempo que has cuidado de Percy —me sentía un poco avergonzada de que Hestia me tuviera que dar las gracias por algo, pero lo hacía con un semblante tan radiante que no podía simplemente cortarla.

—Lady Hestia no hace falta, si tengo que ser sincera, quedarme aquí, alejada de todo fue lo mejor para mí —le dije tratando de no sonar tan lamentable.

—En segundo lugar, que sepas que la habilidad de convocar alimentos seguirá contigo todo el tiempo que desees, es mi regalo para ti —sonreí, era lo que había querido. Hestia me dio una sonrisa de aprobación.

—No sé qué decir, es un honor, lo usaré con sabiduría —no la usaría con descuido por que le traería problemas a Hestia.

—Estoy segura que si, por último ¿respondiste a Percy sobre su invitación? —me quedé un poco fría cuando me lo preguntó.

—No, aun no, de hecho, debería hacerlo hoy —dije de la manera más tranquila posible.

—Bueno, no queda mucho tiempo hoy se va, ahora mismo está hablando con Caos —tragué saliva, el tiempo se acababa.

—Ya veo, bueno, supongo que debo preparar mis cosas —dije mientras fui a buscar mis pertenencias y empezar a colocarlas en mi mochila. Hestia seguía mirándome con una amplia sonrisa.

Negar que me sentía un tanto triste de que el tiempo en este lugar de paz llegara a su fin sería mentir de manera descarada, pero todo tenía un final, fue bueno haber disfrutado de tranquilidad, lejos del mundo de los dioses. Poder conservar mi habilidad de convocar alimentos me alegró demasiado, era un recuerdo de todo este tiempo. Decidí que guardaría mi habilidad de gente indiscreta sería para ayudar en momentos importantes.

Pasaron un más de minutos y sentí el barullo a las afueras de la tienda, me puse un poco nerviosa. Tal vez era el inevitable momento. Hestia me sonrió dándome la mano. Tomé mi mochila y me la acomodé, suspiré, me sentía ansiosa. Entraron Percy y Caos, hice un saludo con la cabeza, muy ligero, ya no quería avergonzarme de hacer una reverencia.

—Percy, tu armadura se ve genial —se veía impecable, todo de negro, un negro mate que hacía que se pudiera mezclar perfectamente con las sombras. No llevaba un casco, de hecho, pocas o ninguna vez lo había visto usar uno. Luego tenía un aura muy intimidante. Me acerqué un poco y empecé a rodear a Percy para poder ver el detalle de su armadura, las vainas para cuchillos plateados que tenía a ambos lados del torso eran simplemente geniales y muy útiles.

—Es un regalo de Hestia —me dijo con una sonrisa, vi algo en sus ojos, algo diferente, el color, no era del mismo color que el que vi durante este tiempo. y luego de cerca vi el símbolo que tenía en el pecho.

—Este símbolo... —puse mi mano sobre el pecho, retrocedió un poco y Caos detrás de él, sonrió en un tono burlón.

—Sobre eso, quiero contarte algo Piper —Hestia capto mi atención mientras Percy se frotaba un poco la cabeza. —Hoy Percy me dijo que estaba de acuerdo con que lo adopte —me quede atónita de lo que escuchaba. Sí que sabía que Hestia tenía un cariño enorme y una debilidad por Percy, pero esto simplemente rayaba lo inesperado, quiero decir era una diosa virgen que en todos estos milenios de vida nunca había adoptado hijo alguno.

—Espera ¡que! —me volví a mirar a un Percy que me sonreía, no había visto esa sonrisa desde hacía mucho tiempo que supe entonces que era lo mejor que le podía pasar a Percy, necesitaba sentirse contenido y tener un hogar, que mejor que Hestia para tenerle como madre.

—Si, a partir de hoy soy hijo de Hestia —dijo con un tono orgulloso mientras en su pecho brillaba ligeramente el símbolo de la llama de fuego. Entonces vi sus ojos marrones que a la luz tenían detalles naranjas más brillantes.

—Woooooo —dije con mucha sorpresa esto era simplemente perfecto para Percy y para Hestia. —Esto es simplemente genial, estoy tan feliz por ustedes —tomé la mano de Hestia de quien entendí que tenía un espíritu más animado y brillante.

—Bueno creo que es hora de irse —Caos hablo siempre conservando su tono marcial y potente. Me miré con Hestia, apreté su mano en un mutuo entendimiento. Puse mi mochila en mis hombros y tomé una vara que había preparado en mis paseos exploratorios. Suspiré y me di la vuelta. La mirada de Percy era de mucho más que sorpresa.

—Sí, bueno, creo que es hora —dije de manera resuelta, era momento de abandonar este lugar. Miré a los ojos Caos

—Siempre puedes quedarte con este lugar, será un regalo para ti —me ofreció Caos con los brazos cruzados. Mientras me acercaba a Percy. Tenía la mirada un tanto decepcionada supongo.

—No hace falta Caos, es momento de seguir adelante —creo que eso terminó por decepcionar a Percy.

—Piper... —susurró.

—Percy... —susurré poniendo mi mano sobre su hombro, creo que le dije más mirándolo por unos segundos de lo que hubiera podido decir con palabras.

—Chicos —susurró Caos en modo dramático.

—Sobre lo que me preguntaste... —dije casi como un secreto.

—Ummm no, no te preocupes, yo entiendo —me respondió con un tono triste. Asentí mientras bajaba mi mano de su hombro y pasé de él. Hestia mantenía su mirada atenta.

—Percy... —susurré deteniéndome un par de pasos atrás suyo, se giró lentamente y entonces sonreí burlescamente —¿Nos vamos? —su rostro era una mezcla de emociones hasta que Hestia no pudo más y se echó a reír y Caos se llevaba la mano al rostro. Percy se sentía burlado, pero al final también sonrió.

—Ufff juro que me vengaré McLean —dijo mientras yo le daba un ligero golpe en el pecho.

—¿Los sabías? —se giró a mirar a Hestia, quien le hizo una cara de falsa inocencia.

—Todo el tiempo —era verdad, luego de pasar un rato en la tienda cuando vino a verme habíamos acordado que le ayudaría a vengarse de Percy.

—Celebro que no solo Percy sea el único dramático —expresó Caos mientras le hacía una seña a Hestia.

—En ese caso tengo algo especial para Piper —me sorprendí de la cantidad de regalos que estaba obteniendo.

—¿Un regalo para mí? ¿otro más? —Percy me hizo una señal con el pulgar, porque supongo que ya sabe de qué se trata. Hestia chasqueo los dedos y apareció un perchero con la armadura más hermosa que alguna vez vi.

Era blanca totalmente con detalles de oro, en la parte del pecho tenía escrito Thyra (protectora) tenía al igual que Percy un círculo central debajo de la escritura, ya tenía grabado el símbolo de un delfín, que era uno de los muchos símbolos de mi madre. La parte baja de la armadura tenía flecos de cuero blanco con bordes de oro, lo que le daba un toque muy elegante. Las hombreras estaban hechas de cuero blanco blando, reforzadas con placas de metal para darle movilidad a los brazos, también eran blancos con bondes dorados.

En la parte de atrás tenía el grabado de un halcón con las alas extendidas de tal forma que el cuerpo y la cola estaban en la espalda alta y sus alas reposaban en las hombreras, era un espectáculo de armadura. Tenía también un juego de grebas blancas, con detalles de olas en la base. Y el casco era liviano, con un fleco dorado, al estilo griego, que dejaba mis ojos y mi boca al descubierto, pero dándome un amplio rango de visión, tenía también una vaina para mi daga en el costado, y otra para una espada, la cual no poseía aún. Asimismo, tenía unos brazales ajustados que tenían dardos en cada brazo. También había una sudadera blanca con capucha para que operara la misma sombra que no revelaba mi rostro.

Percy me miraba como me colocaba la armadura, mientras él estaba con la boca abierta, no pude evitar sonrojarme por cómo me miraba, por suerte Hestia me iba girando y no se notaba.

—Te ves simplemente genial, Piper —me dijo Percy mientras me seguía mirando con atención.

—Gracias... —respondí un tanto avergonzada, nunca me había gustado mucho la atención sobre mi apariencia.

—Bueno como Piper se ira contigo no puedo sino completar mi bendición sobre ella —Percy me mira con expectación.

—Lady Hestia, no creo que eso sea necesario —dije rápidamente, porque si Percy era su hijo no quería que tuviera que compartir poderes conmigo.

—Claro que sí, si es que vas a luchar al lado de Percy ambos necesitan complementar sus habilidades —Caos asentía con la cabeza.

—¿Estás de acuerdo con eso Percy? —le pregunte y su sonrisa era para animarme.

—Claro que sí, debes aceptar —me dio un pequeño empujón hacia Hestia.

—Cierra tus ojos —tomo mi mano y empezó a recitar en griego antiguo, sentí la energía concentrarse en mi pecho y empezar a llenar todo mi cuerpo, sentía que estaba en llamas. Luego esa sensación empezó a estabilizarse y ya no me sentía ardiendo, sino que se sentía como que fluía en mí.

—Eso se sintió... —dije y rápidamente Percy extendió su mano con una llama de fuego en su mano, al principio dudé, pero luego tome su mano y no sentí calor sentí como si Percy estuviera untando mi mano en mantequilla.

—Ahora tienes mis poderes Piper, no soy una diosa guerrera, pero se podría decir que eres mi campeón —campeona de la diosa Hestia. Me sentía tan honrada que no pude evitar hacer un pequeño asentimiento con la cabeza.

—Que honor lady Hestia —ella sonrió y luego Caos chasqueo los dedos y en el círculo central al lado del símbolo de mi madre estaba una llama de fuego, pero no se parecía a la de Percy, supongo que por su filiación el símbolo es distinto.

—Es hora de irnos niños —dijo Caos mientras ponía su mano sobre Percy y le susurraba algo al oído.

—Percy —la voz de Hestia se tornó un tanto triste, podía entenderlo.

—Lamento que nuestro tiempo juntos se termine tan pronto... mamá —esa sola palabra iluminó su rostro de un momento a otro.

—No, fue un regalo, asi que fue bueno —le respondió manteniendo una voz alegre, mientras que Percy se acercó a su oído y le susurro algo que no llegué a oír. —Debes cuidarte —le dijo después de eso.

—Lo haré, nos veremos pronto —dijo Percy asintiendo. Caos chasqueo los dedos y se abrió un portal negro frente a nosotros.

—Cuídalo, Piper, a veces no sabe cómo hacer eso —Percy bajo la cabeza con un poco de vergüenza.

—No te preocupes, tendré un ojo sobre él —mientras le daba un golpe en el brazo. Un nuevo capítulo había empezado.

Fuimos a parar a un salón completamente negro, había un trono en el medio que parecía que estaba hecho de obsidiana, pero no sé a ciencia cierta que era. Era todo medio lúgubre para mi gusto, pero no estaba mal decorado, tenía todo bien distribuido, así como adornos de plata pulida que le daban un detalle elegante. Había 3 grandes puertas. Una que supuse que era la entrada y dos laterales un poco más pequeñas, que supuse que llevarían a otros ambientes. En las paredes había cuadros de diferentes grandes batallas de la historia antigua, grandes héroes retratados como si fuera una fotografía. Además, se podían ver guardias con armaduras negras completas, y sus rostros estaban ocultos. En ese momento Caos chasqueo los dedos y apareció una sombra y le dio instrucciones para que preparara alimentos para la cena. También tomo una hoja de papel de su mesa y se la entregó a Percy.

—Tu primera misión es traerlos aquí, son los nombres para tus capitanes —Percy sonrió ampliamente, hasta que leyó el ultimo nombre. Me acerqué para ver el nombre y también me quedé un poco sorprendida.

—Espera ¿Thalia? ¿cómo es que...? —mi mente empezó a correr a cómo podría haber pasado. Percy se veía un tanto preocupado y un poco enfadado.

—Hace 4 días, luego te puedo contar los detalles, pero es importante traerla aquí ¿no crees? —dijo Caos con total tranquilidad, parecía que ya tuviera conocimiento de las circunstancias. Percy asintió rápidamente.

—Dos mujeres—dijo un poco pensativo. —Y un hombre —sonrió frunciendo el ceño —eso me deja en inferioridad con respecto a ellas —Caos y yo reímos por esa clase de pensamiento.

—En realidad son tres mujeres, pero la tercera no hace falta que la traigas, porque ya está aquí, la verás cuando hayas reunido a los otros —dijo Caos mientras se acomodaba en su trono.

PERCY

—Ahora como primera instancia de vuestro entrenamiento será el manejo de la espada y estrategia, sin la cual no pueden seguir las demás faces del entrenamiento —bueno no debería ser un problema para mí, tal vez otras especialidades como el arco sería un gran problema. Pero vi la cara pensativa de Piper, ella no era precisamente una especialista en la espada, lo suyo era usar su daga, no tenía una para comenzar, y para obtener una buena espada debería ganársela, entones rebusque mis bolsillos y sentí mi espada, tuve una idea. Me acerqué al trono de Caos bajo la atenta mirada de Piper y le susurré.

—Piper no tiene una espada digna, creo que le daré la mía y buscaré una adecuada para mí —Caos solo asintió y me volví a mí al lado de Piper sonriendo. No quería que Piper tuviera que ir por allí a buscar una espada, no si podía evitarlo.

—Bueno entonces será mejor que te prepares para partir, te transportare a la puerta de los campos Elíseos y luego estarás solo —lo que sea para terminar de formar el equipo. Sería divertido.

—¿Vas solo? —pregunto Piper con algo de curiosidad, supongo que quería saber que había hablado con Caos.

—Esta vez, sí, pero en cuanto empecemos a entrenar juntos iremos las misiones los dos—le dije sinceramente, pero aún asi pude ver su cara de decepción.

Yo sabía cómo quería organizar las cosas con el equipo, así que Piper estaría siempre cerca de mí, aparte que mamá no me perdonaría si le pasa algo, y yo menos. Le di un ligero golpe en el hombro y empecé a caminar con Caos mientras ella revisaba el alrededor del palacio.

—4 capitanes... para 4 escuadrones ¿qué planes tienes para Piper? —me pregunto un poco preocupado. Yo no sabía exactamente qué contestar, pero sabía que ella necesita probarse a sí misma que tenía la habilidad para ser una guerrera.

—Había pensado que sea comandante junto conmigo... si es necesario la entrenaré de manera adicional para que sea igual o mejor que yo —dije con seriedad. Caos lo pensó por un momento mientras caminábamos.

—En principio me parece bien, de hecho, con su reciente bendición tienen más en común de lo que piensas —me dijo tranquilamente. Conocía los nombres de los que iba a buscar, grandes amigos, pero después de toda la maldad que había conocido de primera mano, lo que tuve que pasar estos últimos años y que Piper hubiese cuidado de mí se inyecto un pensamiento en mi corazón: No debes dejar que ella pase por estas cosas. No solo debes protegerla.

HESTIA

Me fui hacia mi palacio para poder pasar el tiempo antes de ponerme manos a la obra con la búsqueda de Estelle. No pude evitar sentirme triste, por Percy, yo no quería que se fuera, aunque sabía que tenía que, pero, aun así, han sido solo unas horas desde que lo adopte, quería tiempo para estar con él. En cuanto a Piper casi puedo apostar que terminara conquistando el corazón de Percy, vi algunas señales importantes. Suspire mientras me dirigía a mi palacio, me sentía como Afrodita y eso me escarapelaba el cuerpo

—Hey Hestia —dijo un poco preocupado Apolo mientras caminaba apresuradamente.

—Apolo ¿qué sucede? —se veía un poco agitado.

—Hay nueva profecía… vamos, debo decírselo al consejo —¡dioses! las cosas van a pasar más rápido de lo que esperaba. Percy prepárate rápido, te necesitaremos aquí.

PIPER

Me quedé sentada admirando el salón de tronos de Caos, había muchas cosas interesantes, había pantalla táctil enorme donde se veía en tiempo real lo que estaba sucediendo en la tierra, pero decidí no husmear en eso todavía. También había una colección de metales, algunos de ellos desconocidos, en una vitrina. Entre ellos oro imperial, bronce celestial y plata olímpica y obsidiana de alta pureza.

—¿Te diviertes explorando? —era Caos parado en el umbral de la puerta.

—Solo admiraba las cosas que había—dije un poco avergonzada.

—Descuida, esta pantalla les servirá en el futuro y cuando el equipo esté listo podrán usar esos materiales para mejorar sus armas —me hizo un gesto para que caminara con él, nos dirigimos fuera de la sala del trono y caminamos por un pasillo largo donde había varias habitaciones.

—Aquí se acomodará todo el equipo y ustedes dos al final del pasillo —me dijo mientras caminábamos al final del pasillo. Aún tenía serias dudas sobre la misión de Percy.

—¿Es seguro los campos Elíseos para Percy? quiero decir aún no se ha recuperado —pude ver me dio una mirada aguda, tratando de escoger sus palabras.

—Descuida, está yendo de encubierto, asi que es terreno seguro —supongo que la sudadera con capucha que cubría su rostro serviría.

—Genial, entonces es cuestión de esperar —dije con dudas aún.

—Esta será tu habitación, al costado está la de Percy ya que ambos compartirán la responsabilidad del ejercito —Caos me dio una media sonrisa mientras abría la puerta de la que sería mi habitación por todo este tiempo. Me quedé un poco impresionada por lo que acaba de decirme, mientras entrabamos a la habitación. —Dentro encontraras todo lo que necesitas, ropa de entrenamiento, accesorios, todo. Procura descansar, el equipo llegará pronto, así que tendrán un par de días para descansar y recorrer el sitio antes de empezar. Cuando estén todos le explicare el plan de entrenamiento —asentí con la cabeza y Caos se fue. Era momento de poder arreglar la habitación a mi conveniencia y tal vez haga lo mismo por Percy.

—Espera... No, no creo que pueda hacer eso —dije con un poco de timidez, no me sentía para nada preparada para lo que me decía, yo espero ser aquí una subalterna y nada más, no tenía habilidades sobresalientes como para lo que me quería Percy.

—¿Dormir? —preguntó Caos en un tono burlón con los brazos cruzados.

—No, hablo de dirigir el ejército junto a Percy —me miró fijamente que me hizo declinar de lo que había dicho.

—Niña, aún tienes mucho por descubrir, pero no es ninguna casualidad que tengas los mismos poderes que Percy ahora mismo... Piensa en ello —tenía razón, Percy era hijo de Hestia y yo era su campeón, teníamos los mismos poderes y eso nos hacía compatible en el campo de batalla. Mientras estaba tirada en la cama me juré que dejaría hasta la última gota de sudor en el entrenamiento para poder estar a la par de Percy en cada paso.

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