Cherreads

Chapter 12 - Nos hace más fuerte

PERCY

Una de las cosas que más me aterran de todo esto es que ahora sé que Fobos pelea en nuestra contra y que puede explotar los miedos de todo aquel que hiera con su espada. Los peores mis peores miedos y traumas están relacionadas con un sujeto: Gabe. Ese hombre me marco, y no necesariamente como un ejemplo a seguir. Ese hombre me humillo en innumerables veces, se burló de mí en todas las formas posibles.

Cosas como "no sirves para nada" o "eres un bastardo, nadie nunca te quiso" son caricias al lado de todo lo que Gabe hizo conmigo. Recuerdo que siempre esperaba a que mamá se fuera para descargar su ira conmigo. Jamás se lo dije a mamá, ella ya sufría demasiado como para tener un sufrimiento más. Tal vez debí hacerlo... tal vez debí huir... pero no podría... no hubiera dejado a mi madre con ese cerdo asqueroso. El abuso físico es otro tema. Muchas veces recuerdo que me golpeaba hasta dejarme en la inconciencia. Debo reconocer que era ingenioso para no golpearme en lugares donde mamá sabría que el abusaba de mí. Mi espalda y piernas tienen la huella de sus puños y patadas. Mi costado aun siente la rotura de alguna que otra costilla. Cuando mamá tenía que salir de la ciudad, esos días eran pesadillas vivientes. Recuerdo que muchas veces me despertaba con baldes de agua helada, para que hiciera las labores de la casa. Mis únicos momentos de paz eran cuando tenía que ir a comprar o cuando el salía a "trabajar".

Hay cosas que jamás se las conté a nadie y que había tratado de ocultar con el mayor de los cuidados... pero no podía esconderlo del efecto de la espada de Fobos. Todo lo relacionado con mi niñez era un dolor de corazón que desgarraba lo más profundo y denudaba rincones que quería mantener ocultos. Nadie ni siquiera Annabeth sabía sobre eso. Grover… el solo pudo sentir mi dolor y sufrimiento, pero no pudo saber todo lo que realmente pasaba. Siempre trate de ocultarlo con falsas excusas. Y entonces vi Caos, oh… por fin ayuda… no puedo soportar esto.

Sentí la voz de alguien más dentro de mi mente. Era como un susurro que poco a poco se hacía audible.

—Percy.

—¿Qui... quién eres? —Pregunte con temor, temía que fuera Gabe que viene a atormentarme, nuevamente.

—Soy Caos, escucha con atención —me dijo con suavidad. —El efecto de Fobos puede freírte el cerebro, puedo ayudar, pero podría ser letal por tu estado de inconciencia. Ahora, necesito que te enfrentes a tus miedos, porque si no ellos seguirán atormentándote a pesar de lo que yo pueda hacer por ti —me dijo más serio que de costumbre. No me gustaba la idea de enfrentarme a Gabe, la muerte de mi mamá y Paul, la traición de Annabeth, el destierro y otras cosas que mantenía solo para mí.

—No sé si pueda resistir —dije con resignación. —No creo que pueda —entonces la voz se silenció.

NICO

—Señora Artemisa... yo —dije con miedo y pánico, seguramente me estarían culpando por la muerte de Thalia.

—¿Qué haces aquí? —pregunto Phoebe claramente enfadada apuntándome con su arco, mientras que Artemisa solo me miraba inquisitivamente.

—Yo... yo solo vine aquí a pensar —dije con sinceridad, aun había rastros de lágrimas en mis ojos y mejillas.

—Déjanos Phoebe —ordenó Artemisa, y no pude evitar estremecerme de miedo. Phoebe está a punto de reprochar, pero Artemisa la miro fijamente y ella se alejó no sin antes darme una mirada de muerte.

—Solo una pregunta... y no quiero mentiras... —no me atrevería a mentirle a la diosa de la caza. —¿Tú la amabas? —me quede en estado de shock por la pregunta, tan directa, decir que no sería negar mi amor por ella para salvar mi pellejo, y decir que si sería arriesgarme a perder mi hombría o peor aún perder la vida. Suspire hondamente.

—Yo la amaba —no deje que ella hablara, sino que continúe. —Desde que la conocí, pero luego ella se unió a la caza y yo me prometí que nunca se lo diría, porque sabía de su juramento hacia usted... pero si —terminé con la cabeza gacha y lágrimas corriendo en mis mejillas.

—No hace falta decir que ella también te amaba, lo suficiente como para morir por ti —no pude evitar sentir dolor inmenso dolor que partía mi corazón.

—Antes me contentaba con saber que estaba en la caza a salvo o aquí en el campamento.... pero ya no está más —dije sacando todo el dolor que había en mi corazón. Artemisa solo analizaba mis palabras en búsqueda de alguna falsedad, pero no pudo hallarla.

—El campamento necesita un líder... que su muerte no sea en vano, para ver que te conviertes en el líder que necesitan los semidioses —me sequé las lágrimas, mientras que Artemisa se retiraba, se detuvo.

—Mantendré a la caza lejos de aquí para que no te distraiga —agradecí en silencio ese gesto.

—Gracias señora Artemisa. No fallaré —ella asintió y siguió su camino. Yo por mi parte me saque mi collar y lo deposite en la base del árbol, escondiéndolo cuidadosamente, como señal de mi promesa.

—No te fallaré —dije murmurando mientras acariciaba el árbol, luego con determinación me dirigí a la arena, es hora de prepararse y entrenar.

ANNABETH

Por fin Jason volvió de su búsqueda. No sé muy bien los detalles de ella, pero si pude ver reír de manera enfermiza a Afrodita. Supongo que su búsqueda estaba relacionada con la desaparición de Piper. No podía evitar sentirme conectada con Jason (no sentimentalmente) por la situación que ambos hemos pasado: rompimos el corazón de 2 buenas personas. El perdió por ambición y hambre de poder a Piper una chica hermosa y sencilla, nada que defina usualmente a una hija de Afrodita. Y yo perdí a Percy por un momento de locura. Así que en cierta forma nuestros casos eran similares, excepto que a él no lo odiaban por la desaparición de Piper, salvo su madre.

Por otro lado, mi pesadilla personal acaba de comenzar, siempre hay alguien que se encarga de limpiar los baños y hacer esas tareas desagradables: Esos somos nosotros. Hablo de Mark y yo. No pude evitar sentir fastidio cuando Reyna nos dijo que esas serian nuestras funciones por ser "novatos" en el campamento. ¡No pude evitar maldecir, como pueden tomarme como una novata, junto a Percy he salvado el Olimpo y el mundo! Y el patán de Mark no perdió tiempo para coquetear con medio campamento. Esto será una tarea dura. No hay día que no me arrepienta de mis actos. Aún conservo el anillo que Percy me dejo antes de irse. Lo llevo colgado en el cuello junto con mi collar del campamento.

Lo único positivo de todo estos es que al menos tendré a mamá cerca. Pero lo malo es que ni siquiera podre ir a ver a mi papa lo cual sería un buen respiro de toda esta situación (ya se suena un poco raro ya que no soy su fan número uno). Tendría que dedicarme a entrenar, entrenar, entrenar y limpiar baños y barracas. Por otra parte, mi estilo de lucha se vería beneficiado al tener tanto el estilo griego como también el romano. En un momento hasta pensé en unirme a las cazadoras. Pero estoy seguro que tampoco son muy aficionadas a mí sabiendo lo que le hice a Percy.

—¡Annabeth los baños! —grito Reyna. Esto es una pesadilla.

HESTIA

Me encontraba conversando con Hera sobre la profecía, tratando de descifrar lo que podría ser, pero no le daba ninguna pista. Así que la conversación se tornaba un poco inútil cuando sentí la voz Caos hablándome y pidiéndome que fuera al lago.

—Debo irme Hera, tengo algunas cosas que hacer —asintió y luego desaparecí para aparecer en la entrada de la tienda donde me esperaba Caos. Al rededor había cuerpos regados de ciclopes, inmediatamente entre en pánico, Caos salió de la tienda con alguien más, pude sentir su aura poderosa inmediatamente.

—Soy Ananké, primordial del destino, estoy aquí para ayudar —le hice una leve reverencia y ella me devolvió el saludo con una leve sonrisa.

—Soy Hestia ¿qué sucedió? —miré directamente a Caos.

—Lo primero, yo no planee que nada de esto sucediera. Segundo lo que escuches o veas es sumamente importante que no lo sepa nadie nunca —dijo Caos con un poco de nerviosismo. Entonces me invito a entrar. Entonces vi a Percy transpirando y temblando violentamente. Me acerqué corriendo hacia la cama de Percy y reconocí a lo lejos a su hermano Tyson, me giré con una cara de preocupación para buscar respuestas.

—Percy estaba en una misión para rescatar a Tyson. —porque no me sorprendía, era más que obvio que Percy no dejaría a Tyson pudrirse —La búsqueda fue en el tártaro. Hace poco más de 1 año Tyson fue arrojado al tártaro, debía mostrarles las imágenes a Percy y el no dudo en ir a rescatarlo —no podía creer lo que estaba escuchando.

—¿Qué? ¡Percy en el tártaro nuevamente! —dije con un poco de indignación, pero el no dijo nada, supongo que entendió mi preocupación de madre.

—El punto es que cuando encontró a Tyson encontró al resto de ciclopes que están afuera, Percy tuvo que enfrentar a Fobos quien lo hirió con su espada cuando estaban de regreso —me acerque más para ver la herida, era amplia, y aunque ya no sangraba, tampoco cicatrizaba. Convoqué un poco de néctar y lo esparcí en la herida y usé mi poder para canalizarlo, pero no funcionaba.

—Es inútil, esa herida no sanará en mucho tiempo —dijo Ananké con un poco de preocupación —Y si lo que sea que esté ocurriendo en su mente ahora mismo lo quiebra puede ser irreversible y la herida solo cerrará para abrirse en momentos de miedo y temor, será una maldición —dijo con un poco de pesar.

—¿Hay algo que puedas hacer? —le pregunte casi al borde de las lágrimas. No podía ver a mi hijo así, era insoportable.

—Lo hay, pero podría ser peligroso por su estado —dijo frotando su mentón. —La inmortalidad reduce notablemente el efecto de inconciencia, pero no el efecto sobre el no superar los traumas y secuelas del ataque —eso sonaba como una buena solución temporal. —Pero primero debemos dejar que enfrente lo que sea que está sucediendo y darle la oportunidad de pelear, eso lo hará más fuerte y menos vulnerable —como se atreve a querer experimentar con la fortaleza mental de Percy —Entiendo tu preocupación, pero mientras más fuerte sea menos riesgos tendrá que asumir después —dijo Ananké y Caos asintió con una mirada de pesar.

—Entonces que hacemos ahora... —le dije mientras le quitaba la coraza a Percy, estaba abollada por la penetración de la espada de Fobos, al igual que la sudadera. Tendré que pedir otro favor a Hefesto.

—No te preocupes, tengo un trabajo para Tyson, el podrá hacer otra coraza para Percy igual de detallada —era mi regalo para Percy y no había servido para librarlo de Fobos. —No te sientas culpable, en cierto modo es mejor que hayamos sabido de Fobos ahora y no en plena batalla donde el resultado sería sin duda la muerte de Percy y sus amigos —él tenía un punto... Pero ¿porque siempre Percy? ¿Por qué?

—Por ahora lo único que nos queda es estar aquí y revisar que sus signos vitales sean constantes y si es necesario volverlo inmortal —sé que Percy no desea la inmortalidad, pero la necesitara si desea vencer a los inmortales. Sé que podrá entender eso.

PIPER

Habían pasado 15 días y Percy no había aparecido. Ya habíamos tenido nuestro momento de presentación con Caos y solo nos dijo que la misión de rescate de Tyson estaba tomando más tiempo del necesario, pero que todo iba bien. Caos fue el encargado de darnos nuestras primeras sesiones de entrenamiento, mucha estrategia y conceptos de formación militar para poder llevar su ejército de manera ordenada y siguiente un solo lineamiento.

También dio a conocer los rangos que se iban a manejar poniendo a Percy y a mí a cargo de todo y que habría 4 batallones con 4 capitanes, Tyson se integraría en el batallón de Beck para tener un equipo que se encargará de mejorar nuestros equipos ya que Tyson era un ciclope con especialidad de herrería y podía trabajar los metales igual o mejor que los hijos de Hefesto. Empezamos a trabajar a partir de allí para determinar las especialidades de cada uno del equipo y como sería el programa de entrenamiento a detalle, el tiempo que tendríamos que pasar en la preparación física básica antes de poder reunirnos con el primordial que sería nuestro mentor en los años por venir.

Corríamos durante horas, el primer día alguno de nosotros se desmayó antes de cumplir con la meta trazada porque no estábamos acostumbrados a ello, pero para el tercer día ya podíamos llegar al objetivo. Caos también se encargó de mostrarnos el itinerario para aprender el uso de las tecnologías que había en el Vacío que permitían las comunicaciones entre el equipo y poder hacer seguimiento en tiempo real de lo que pasaba en diferentes lugares de la tierra para poder entender y estar alertas del avance del enemigo, porque era claro que irían probando a los diferentes campamentos antes de dar golpes certeros.

Era ya el quinto día yo seguía preocupada por Percy porque algo me decía que no debió ir solo. Y en uno de esos momentos trate de usar los equipos de seguimiento para poder ver donde estaba, pero no logre ubicarlo. Thalia también quiso probar el equipo en el campamento mestizo para poder ver a Nico y grande fue nuestra sorpresa cuando pudo verlo con Artemisa nada menos. El momento fue emotivo y vergonzoso sobre todo cuando todos se juntaron a ver como la diosa de la caza interrogaba a Nico sobre si sentía algo por Thalia. Su cara estaba fucsia de vergüenza y Silena no podía dejar de ponerle unos ojos de ensoñación mientras ella no sabía dónde esconder su rostro para no tener que responder la pregunta tácita. No pude evitar sentir lastima por Thalia. No era lastima negativa, sino más bien el hecho de que ella seguramente deseaba volver mañana para reunirse con Nico, pero aun pasaría unos años antes de que eso sucediera. Silena también se había emocionado con todo lo que paso. Así somos las hijas de Afrodita, sentimentales. En ese momento apareció una figura luminosa, brillaba como el sol, hacía que Apolo se viera como una linterna de 12v. Todos volteamos nuestros rostros para no quedar ciegos ante la luminosidad del ser.

—Piper McLean —pregunto con tranquilidad. Nos dimos vuelta cuando lo vimos, era un hombre mayor, pero no demasiado, con el cabello blanco como el algodón. Su voz era gruesa, pero a la vez transmitía un sentimiento de tranquilidad. Me adelante dejando atrás a mis compañeros.

—Esa soy yo —dije con un poco de temor —¿Qué se le ofrece? —pregunté con respeto y un poco de temor.

—No tengan miedo semidioses. Yo soy Aether, primordial de la luz —dijo mientras abría su mano para mostrarme un bolígrafo. Percy… mi corazón se estaba encogiendo de manera intensa, él no se desprendería de su fiel espada. Aether sonrió ante mi dramatismo y se acercó y me tendió la mano —No… Percy no está muerto, esto es tuyo ahora. Un regalo para tu entrenamiento —dijo Aether mientras me entrego el bolígrafo. Cuando entré en contacto con el bolígrafo, automáticamente se convirtió en espada, y pude sentir que se fundía en uno solo conmigo. Era ligera, pero a la vez sólida además que se sentía como una extensión de mi brazo.

—¿Regalo? pero Percy no tendrá espada —cuestioné un poco confundida, pero también con las mejillas que se me sonrojaban, podía sentir que la sangre se acumulaba en mis mejillas aun cuando no quería que fuera así. Pude ver de reojo a Silena que le sonreía a Beck mientras le susurraba algo. Thalia y Zoe me miraban con curiosidad, sobre todo Zoe. Era extraño, Percy me estaba dando su espada, nada más y nada menos, con ella había peleado contra Kronos, con ella había matado a gigantes y monstruos. Era simplemente un gran peso sobre mí, pero por otro lado un honor y me sentía especial, él quería dármela a mi ¿Pero a qué precio? ¿Qué habría tenido que hacer él?

—No te preocupes, el tendrá una nueva espada —me saco de mis pensamientos con severidad, como no queriendo que pregunte más sobre el tema. Decidí que no lo haría, sino que le preguntaría a Percy cuando volviera.

—¿Dónde está Percy? —pregunto Thalia, todos fijamos nuestros ojos en Aether mientras el valoraba su repuesta.

—Él no puede estar aquí por ahora, su entrenamiento ha comenzado, al igual que el vuestro. Desde mañana. Thalia, con Urano. Hydros se encargará de Zoe. Hemera y yo nos encargaremos de Silena y Beckendorf. Thalassa y Caos estarán con Piper y Pontus con Caos se harán cargo de Percy —dijo dando las instrucciones de nuestro entrenamiento. —Ahora id a descansar, necesitaran todas sus fuerzas, el entrenamiento será duro —dijo y todos empezaron a caminar hacia sus habitaciones. Pero yo me quede en la sala a la espera de unas palabras con Aether. Pero como si leyera mi mente se volteó y me miró fijamente.

—Tanto tu como Percy tendrán los entrenamientos más duros ya que el poder Caos recaerá sobre vosotros. Debes prepararte bien para estar a su lado, él te necesitará —me dijo y finalmente desapareció en una luz resplandeciente. ¿El me necesitara? ¿Es un acertijo o algo así? Siempre estaré allí para él. Salí rumbo a mi cuarto pensando en los acontecimientos del día de hoy.

PERCY

Cuando regresé a mi estado de inconciencia me topé con una imagen perturbadora y aterradora. Gabe estaba con una vara en su mano, mientras que yo me encontraba esposado sin poder moverme. Mientras que yo estaba también amordazado. Para no poder quejarme.

—Hola estúpido bastardo ¿me extrañaste? —no pude evitar estremecerme. Esto no es real… esto no es real. Maldita sea Fobos. El miedo me empezaba a invadir, estaba temblando, esto va doler y mucho. —¿Listo? —pregunto con una sonrisa sádica.

Entonces empezó. Golpe tras golpe, empezó golpeando mis piernas con fuerza, al principio solo eran golpes que provocaban dolor físico y hematomas, pero luego empezaron a abrir la carne de mis piernas. Luego fue subiendo al torso rompiéndome un par de costillas. No podía gritar, no podía quejarme, solo veía mis lágrimas caer sin remedio. Maldecía a los dioses por lo que me estaba pasando. Ya no me quedaba fuerza para odiar, no me quedaba alma para estar enojado. ¡Oh Hestia! Ayúdame. Por favor te lo pido. Gabe se reía de manera burlesca al verme llorar y cerrar los ojos de dolor. —Ohhh la niñita quiere a mamá? —

¿Mamá? Entonces la pesadilla por la cual aún sufría mi corazón se hizo realidad por la cual aún seguía de luto, y por la cual no podía dejar de llorar. A pesar de que yo no había presenciado ni sabía lo que había pasado con mi mamá y Paul. Yo estaba en una esquina de la sala de mi casa, pero no podía ir más allá porque había un campo magnético que me lo impedía.

—Paul querido… ven la cena está servida —dijo mi madre con la dulzura que la caracterizaba. Una mujer como ninguna otra. Tenía un carisma que hacía que aun mis amigos la quisieran como una madre. De pronto alguien llamo a la puerta. Paul apareció en la sala leyendo un libro mientras que se acercaba a la mesa, mientras que mamá fue hacia la puerta.

—¿Quién es Sally? —pregunto Paul mientras se acomodaba en la cabecera de la mesa.

Mamá abrió la puerta entonces vi una sombra, era oscuridad total su forma. Con su mano lanzo a mi madre hacia la sala con tal violencia que la estrello contra el sofá, sin provocarle severos daños. Yo solo podía gritar y gritar, con desesperación. Paul se levantó de la mesa y corrió hacia mamá para ayudarla, pero no llego hacia ella, cuando la sombra extendió su mano hacia Paul, entonces Paul empezó a convulsionar de manera estruendosa, casi que levitaba. Y gemía de dolor. Yo golpeaba el campo magnético en mi desesperación, mientras intentaba romperlo para poder ayudar a Paul y mamá, pero era inútil, solamente era golpes sin ningún efecto en la barrera.

—Ahora es tiempo de la venganza ¿qué hará el pobre Percy sin su madre y su padrastro? —mi madre estaba recuperándose de su caída en el sofá, y susurraba algo que no era del todo audible.

—Percy… no olvides que mamá te quiere —empecé a llorar desconsoladamente, era la voz de mi mamá hablándome. Era un dolor sin remedio, era una herida que no podía ser curada. Sentí como si yo mismo estuviera por matar a mi mamá, al no poder hacer nada para ayudarla. Mientras que Paul se revolcaba en el suelo de dolor la sombra alzo su otra mano contra mi mamá. Y entonces mi mamá empezó a convulsionar y a gritar de dolor. Era demasiado doloroso verla sufrir y no poder hacer nada.

—Haber como hace Percy para salvarte Sally —dijo la sombra entonces empujo con todas sus fuerzas contra ellos y entonces vi como sus almas abandonaron sus cuerpos.

De mis ojos ya no podían salir lágrimas. Mamá… Paul… lo siento… lo siento mucho… yo no pude estar allí, no pude salvarlos… no pude… lo siento. Malditos dioses juro que tomare mi venganza. Juro que Zeus, Poseidón y todos los que me desterraron probaran mi ira. Finalmente, la escena se termina. Caos por favor haz algo. Ya no puedo soportar más. El tormento era demasiado. La angustia era consumidora. Y el dolor era indescriptible.

La siguiente escena era Annabeth en los brazos de Mark y estaban besuqueándose en medio de la playa. Mientras ellos mantenían una conversación.

—Annabeth ¿cuándo le dirás a Percy que somos novios ahora? —dijo Mark con suficiencia en su tono de voz.

—No te preocupes… todavía no estoy segura de si volverá o no, ya lleva un par de meses desaparecido—

—¿Todavía lo amas? —pregunto Mark mientras paseaba su mano por la espalada de Annabeth haciendo que ella se estremeciera por la sensación. ¡Maldita traidora! ¡Eres una perra asquerosa! ¡Me das asco!

—Claro que no. El solo era un medio para un fin. Gracias a él soy ahora arquitecto del Olimpo, también soy héroe del Olimpo y mucho prestigio y fama. Era todo lo que necesitaba de él, ahora puedo hacer lo que realmente quiero estar contigo —entonces lo beso apasionadamente. —Ven quiero hacer algo… —entonces le tomo de la mano y se dirigieron al agua y empezaron a sumergirse, Annabeth le susurro algo a Mark y el asintió con una sonrisa morbosa. Entonces paso algo que me dolió muchísimo Annabeth recreo nuestro beso acuático después de la guerra contra Kronos. Con ese hijo de….

—Un beso perfecto —susurro Annabeth mientras se fundía en otro beso con Mark. Annabeth juro que me vengare de ti! Lo juro por mi propia vida. Entonces probaras el dolor que me has hecho sufrir. Entonces todo se volvió negro y no apareció ninguna imagen por algunos minutos.

HESTIA

Estaba con Caos esperando a ver como evolucionaba Percy. Era increíble la fortaleza que Percy podía desplegar. Tiritaba mientras ardía en fiebre y gemía de dolor, me rompía el corazón ver a Percy así. Sus puños estaban apretados hasta el punto de que sus nudillos estaban blanco de tanta fuerza. Sus piernas se contraían fuertemente y él decía palabras aislada como "no" "por favor no" "ayuda" y era imposible saber lo que le estaba pasando en se momento.

—Hestia ayúdame —gimoteo Percy, era suficiente, no podemos esperar más, como para Percy pida mi ayuda. Me gire a ver Caos, quien me miro con una cara de comprensión.

—Creo que aún podemos esperar un poco más… debemos darle la oportunidad de luchar lo más posible —dijo Caos, mientras que Ananké se frotaba las manos. Esperamos un rato más, entonces su cuerpo dejo de temblar un momento. Y solo pudimos ver como las lágrimas salían de sus ojos

—Lo siento… lo siento… mamá… Paul… no pude salvarlos —entonces supe lo que estaba viendo… el asesinato de sus padres. No pude imaginar la cantidad de dolor que estaba experimentando.

Ananké y Caos me miraban mientras susurraban cosas que yo no podía entender, supongo que era otro tipo de lenguaje. Yo por mi parte le ponía paños de agua en la frente para mantener estable su temperatura y limpiaba su herida para que no se infectara ya que estaba expuesta totalmente. Pasaron unos cuantos minutos, lo siguiente que experimento fue solo que su cuerpo se tensó y gruñía ferozmente. Luego hubo un periodo de silencio prolongado donde su cuerpo se relajó. Entonces mire Caos y el asintió. Es momento de actuar y rescatarlo, Caos se acercó a Percy y puso su mano sobre la cabeza de Percy y empezó a murmurar unas palabras que yo no podía entender, de entre la túnica de Caos salieron sombras que empezaron a rodear a Percy y lo envolvían, nuevamente Percy empezó a temblar violentamente, pero Ananké tomo mi mano tranquilizándome.

—No Piper… tu no… no —fue lo último que escuchamos antes que Percy empezó a brillar en un aura negra brillante, luego emergió una energía de un color marrón rojizo intenso y sin mayor resistencia se fusionaron, entonces empezó a experimentar un crecimiento de su tamaño regular.

No pude evitar pensar que era lo que había experimentado con respecto a Piper y ¿por qué? Piper y él no tenía recuerdos encontrados. Luego de eso. Percy suspiro hondamente y su cuerpo quedo extendido como inerte. Caos sonrió ligeramente y Ananké puso sus manos sobre las sienes de Percy, luego de un rato suspiró y podía ver un poco de alivio en ella pesar en su mirada perturbada.

—Está a salvo ahora… pero los recuerdos es algo que sigue en su mente, solo podemos ayudarlo a ser más fuerte que esas memorias —dijo con solemnidad. —Necesita mucho descanso, está agotado, y no sabemos aún como despertará y las lesiones emocionales que aun pueda tener, será mejor que se quede aun aquí —Caos asintió mientras convocaba unas botellas llenas de un líquido negro que me indicó debía darle de beber a Percy al despertar para acelerar su recuperación.

—Lo importante es que está a salvo ahora. No podemos quedarnos, por favor encárgate de cuidar de él. Cuando este recuperado dile que vaya a mi palacio. Ahora tiene mis poderes así que puede transportarse hacia allá —asentí mientras movía mi silla junto a la cama de Percy para cuidar de él.

—No te preocupes estará bien, es un chico muy fuerte y valiente, podremos ayudarlo —me dijo Ananké tocando mi hombro con simpatía y luego ella y Caos salieron de la tienda.

CAOS

Cuando terminamos de atender a Percy y asegurarnos de que estuviera estable salimos a ver el desastre que había con tantos ciclopes inconscientes, estaban regados, por lo que sería un problema para Hestia, ella debía concentrarse en la recuperación de Percy. Junto a Ananké ordenamos el desastre y convocamos una nueva tienda para poder depositarlos y que descansaran, seguramente tenían mucho que decir y contar, por lo que no tenía sentido tratarlos de manera hostil.

Todos estaban armados hasta los dientes, había espadas de oro celestial, bronce celestial y plata olímpica, materiales así en el tártaro era más que suficiente como para preocuparnos. En uno de los ciclopes encontré enfundada una espada de hierro estigio. Me parecía que las circunstancias eran demasiado raras. Entonces Ananké llamo mi atención a unas cajas destapadas.

—No puede ser —dijo Ananké, mientras tomaba algo de la caja con total reverencia.

—¿Que paso? —entonces me mostro lo que tenía entre las manos.

—La espada de Peleo —susurró, esto era algo sin precedentes, se suponía que esta espada debía estar en el fondo del mar.

—Imposible —dije con asombro.

—Espero que esto sea un buen presagio —las palabras de Ananké me animaron un poco lo que había visto cuando entre en contacto con la mente de Percy me tenían preocupado.

—Esperemos que sí, pero lo más importante es que Percy se recupere... —suspiré con cansancio. Haberme desprendido de parte de mi poder fue dura tanto para mí como para él.

—Estoy seguro que lo logrará, no será fácil, pero finalmente podrá —sonaba como un largo camino por recorrer.

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