Mientras Hinata continuaba recibiendo el legado del menor de los hermanos Otsutsuki, Kurama, Sasuke y Hagoromo regresaron al plano terrenal controlado por el destino, solo para ver cómo Maito Gai caía de rodillas con un rostro adolorido por lo mucho que su cuerpo estaba sufriendo pro su Kinjutsu, mientras que Uchiha Madara se levantaba con el cuerpo completamente destruido, sin un brazo y con parte de los órganos de su cintura mostrándose a simple vista.
"Lo sabía" - murmuró Sasuke con una mirada seria mientras veía cómo el cuerpo del Uchiha enemigo empezaba a regenerarse a un ritmo impresionante.
"¡Eso es lo que estaba buscando!" -exclamó Madara con una enorme sonrisa de satisfacción al sentir un dolor que no había sentido en toda su vida - "¡Este dolor, este daño a mi cuerpo!"
"No fue suficiente" - murmuró Maito Gai con una débil sonrisa mientras empezaba a vomitar sangre al sentir cómo la vitalidad escapaba de su cuerpo, aunque por suerte, manteniendo la suficiente para seguir con vida.
"Siéntete orgulloso, shinobi de Konoha" - dijo Madara mientras su mirada cambiaba a una fría llena de instinto asesino - "Casi logras acabar con mi vida, incluso yo siendo el Jinchuriki del Bijuu más fuerte, ahora... repite tu nombre"
"Mi nombre es Maito Gai" - dijo Maito Gai con una mirada seria en su rostro mientras hacía un último esfuerzo por levantarse, porque si iba a morir, entonces no lo haría arrodillado ante nadie.
Madara sonrió ligeramente, aunque esta no llegó hasta sus ojos - "Yo, Uchiha Madara, te considero el hombre más fuerte de esta época, tu nombre será recordado por milenios luego de que cumpla con mi deseo de traerle la paz a este mundo, ahora... ¡Muere!"
Maito Gai simplemente cerró los ojos mientras esperaba su muerte, lamentándose no haber podido cumplir con su promesa a su hija adoptiva, y a la mujer que se había convertido en su esposa en todo menos papel - "Lo siento..."
"Todavía es temprano para perder la esperanza, Gai-san" - dijo Kurama mientras aparecía delante del shinobi de Konoha con la clara intención de defenderlo, deteniendo el ataque de Madara y haciéndolo retroceder.
"Kyuubi" - dijo Madara con una mirada seria mientras entrecerraba los ojos - "Así que tú eres el enemigo que Zetsu y Obito tanto mencionaron"
Kurama simplemente guardó silencio mientras creaba un clon para enviar a Maito Gai a un lugar seguro ahora que su batalla había terminado.
"Madara, es tiempo de que esto termine" - dijo Kurama con el rostro serio.
Madara respondió con una pequeña risa antes de asentir - "Tienes razón, esto tiene que terminar ahora..."
Lentamente, la cicatriz en su frente, empezó a abrirse, mostrando un Rinnegan rojo con tomoes parecidas a las del ojo de Sasuke, algo que causó que la expresión de Hagoromo cambiara.
[¡Detenlo!]
"¡Es hora de abrir el telón para la última escena!" - exclamó Madara mientras la luna brillaba detrás de él - "¡Trae la paz a este mundo lleno de caos y destrucción, Mugen Tsukuyomi!"
Lentamente, la luna empezó a cambiar de color, tornándose de un intenso color carmesí, teniendo una fuerza extraña que hizo que todos los presentes en el campo de batalla la observaran.
Kurama sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras notaba cómo un patrón similar al del ojo en el centro de la frente de Madara, se materializaba en la luna, creando una escena aterradora e inquietante por partes iguales.
"¡Todo terminó, joven Uzumaki, joven Uchiha, yo he ganado!" - exclamó Madara mientras veía cómo todos los ninjas aliados quedaban congelados, con miradas vacías.
"¿Este era tu estúpido objetivo?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido - "¿Crear una ilusión en la que la humanidad quedará encerrada por toda la eternidad?"
"No lo entiendes, joven Uzumaki" - dijo Madara, solo para fruncir el ceño cuando sintió la presencia familiar de algunas caras conocidas que no fueron afectadas por el Tsukuyomi Infinito - "Tch, bastardos molestos"
Lentamente, Hashirama, Tobirama y Mito Uzumaki, aparecieron en el lugar con expresiones serias en su rostro.
"Madara, esto está llegando demasiado lejos" - dijo Hashirama con el rostro serio.
"Madara, esto es una estupidez, y lo sabes" - dijo Mito Uzumaki con el ceño fruncido - "Sabes que las ilusiones siempre terminarán, y cuando eso suceda..."
"Mataré a todos los que se opongan a mi paz" - respondió Madara con frialdad - "Y si todos despiertan, entonces eso significa que este mundo estuvo condenado desde un principio"
"Estás loco, Uchiha" - dijo Tobirama con una expresión fría en su rostro - "Lo sabía desde un principio, pero esto solo lo confirma"
"¡Suficiente de charlas!" - rugió Kurama mientras su cuerpo cambiaba, transformándose en su forma Bijuu de nueve colas - [¡VAS A CAER; MADARA!]
"¡Isou: Susano (Atuendo Majestuoso: Susano)!" - exclamó Sasuke invocaba a su Susano y lo transformaba en una armadura que cubrió el cuerpo del enorme zorro de nueve colas.
Con su cuerpo ya regenerado, los ojos de Madara brillaron ligeramente al recordar que él había usado esta técnica durante su enfrentamiento contra Hashirama, lo que cuál lo hacía un poco irónico.
La forma Kyuubi de Kurama, lentamente empezó a liberar fuertes llamas de chakra dorado, mientras nueve esferas negras aparecían en su espalda, creando un aura opresivo.
Madara frunció el ceño ligeramente mientras extendía sus manos y concentraba chakra del elemento rayo - "¡Senpo: Inton Raiha (Arte Sabio: Despacho de Relámpagos del Elemento Yin)!"
El Rinnegan en el ojo de Kurama empezó a brillar mientras las nueve esferas crearon un escudo que bloqueó los rayos morados de Madara, dispersándolo con suma facilidad y haciendo que el Uchiha frunciera ligeramente el ceño porque si bien esa técnica no era su poder más fuerte, esos rayos estaban imbuidos por la energía del Juubi.
Lentamente, el Rinnegan de Kurama empezó a brillar mientras una intensa fuerza de atracción propulsó el cuerpo de Madara en dirección de las fauces de la bestia, aunque este rápidamente se detuvo a mitad de camino con una expresión seria en su rostro.
Kurama se detuvo cuando sintió cómo la presión sobre su cuerpo se intensificaba, sintiendo como si este se hubiera quedado atrapado en múltiples paredes de piedra - ". . ."
"Eres molesto, pero al mismo tiempo esta batalla es emocionante" - murmuró Madara mientras sus dos ojos naturales se entrecerraban, liberando aún más poder de su interior, solo para levantar un brazo y sentir una fuerte fuerza impactar contra él - "¿A caso no ves que estoy hablando, joven Uchiha?"
"Habla con mis puños, bastardo molesto" - dijo Sasuke con frialdad - "Por tu culpa, nuestro clan está casi extinto"
"¿Por mi culpa?" - repitió Madara con desdén mientras miraba al joven prodigio de su clan - "¿De verdad crees lo que dices?"
Sasuke se quedó en silencio porque en el fondo, él sabía que esto era una simple excusa.
"¡Yo no tengo la culpa de nada!" - rugió Madara con frialdad - "¡Yo no cambié al clan Uchiha! ¡Yo soy, el clan Uchiha!"
Sasuke retrocedió ante la explosión de chakra que se produjo desde el cuerpo de Madara, solo para empezar a comprender algo.
"¡Yo soy la culminación de las enseñanzas del clan Uchiha!" - rugió Madara mientras soltaba una carcajada.
"Enseñanzas fallidas" - respondió Sasuke mientras le enviaba un mensaje a su amigo para que liberara todo el chakra Raiton posible, solo para empezar a hacer sellos de manos.
Madara frunció el ceño, solo para sentir cómo el ambiente cambiaba a uno más volátil, con el chakra del elemento rayo volviéndose prominente - "¿Qué estás planeando?"
"¡Regresarte dónde mereces!" - exclamó Sasuke mientras concentraba el chakra en la punta de sus dedos, y lo lanzaba hacia el cielo, solo para que este se cubriera de relámpagos azules de chakra.
Madara sintió cómo su pelo se erizaba ante la estática, solo para notar cómo una criatura hecha completamente de rayos aparecía en el cielo, mostrando su imponente presencia.
"¡ROAR!"
La criatura rugió con furia mientras empezaba a descender a ritmo acelerado en dirección de Madara, quien rápidamente extendió sus manos con la única intención de absorber el chakra de la criatura, solo para sentir cómo unas finas estacas de metal atravesaban sus extremidades.
[¿A caso se te olvidó que somos dos?] - preguntó Kurama con desdén mientras entrecerraba los ojos.
Madara rápidamente intentó arrancar las estacas de metal, solo para notar cómo la criatura ahora estaba a pocos centímetros de él, así que rápidamente usó todo el chakra de su interior para reducir el daño al mínimo posible.
"¡Sufre la ira del rayo, Madara!" - rugió Sasuke con sus ojos brillando con instinto asesino - "¡Raiton: Kirin!"
La criatura soltó un último rugido de furia antes de impactar de lleno contra el Uchiha ancestral, creando una explosión de energía que hizo temblar la tierra, así como dañando el ecosistema a un nivel similar al del Yagai de Maito Gai.
Sasuke sabía que el Kirin era una técnica fuerte, pero ineficaz porque no solo tenía que primero canalizar el chakra Raiton de la zona, sino que la velocidad del ataque al ser completado no era tan alta como para ser un golpe efectivo, pero con aliados que podían corregir estos dos grandes errores, era una técnica que él podía confiar.
"¿Causé un daño suficiente?" - preguntó Sasuke, solo para sentir una enorme presión, una que era incomparable con la que había sentido días atrás.
Lentamente, el joven Uchiha movió su mirada hacia el origen de la presión, solo para ver diez enormes e imponentes colas blancas aparecer en el lugar donde el Kirin había impactado, siendo seguidas por un monstruoso rugido.
"¡Buen trabajo, joven Uchiha!" - exclamó la voz de Madara - "¡Me obligaste a liberar al Juubi para defenderme de tu ataque!"
"¡Mierda!" - exclamó Sasuke al sentir una fuente de chakra caótico concentrándose en la boca de la extraña criatura que parecía ser un marisco con apariencia humanoide.
