El banco olía a café viejo y a desinfectante. El aire acondicionado apenas daba abasto, y todos parecíamos tener la misma expresión: la del que está cansado de esperar.
Frente a mí, una pantalla mostraba las noticias del mediodía.
"Continúan las desapariciones. Las autoridades aseguran que ya son más de treinta las personas que han desaparecido misteriosamente en los últimos tres días…"
Alguien detrás murmuró algo como "qué desastre", y yo asentí sin mirar. No era el tipo de noticia que uno quiere escuchar cuando solo vino a depositar un cheque.
Me revisé los bolsillos; tenía mi teléfono moderno, el caro, y el otro… el viejo. Uno de esos con tapa, que suena como una máquina de escribir cuando marcas. Lo guardaba por costumbre, por nostalgia. No sé por qué, pero esa mañana había decidido traerlo.
El noticiero seguía, mostrando un mapa de puntos rojos en Manhattan. La fila avanzaba, dolorosamente lenta, como pasitos de bebe
Y entonces, el primer estruendo. Un disparo al techo.
-¡TODOS AL SUELO! *gritó una voz* ¡Nadie se haga el héroe!
Todo explotó en gritos. El sonido del disparo todavía zumbaba en mis oídos mientras la gente se tiraba al piso.
Un guardia intentó sacar su arma, pero un disparo lo obligó a tirarla. Vidrios se rompieron, alguien gritó que llamaran a la policía, pero los atracadores ya estaban dentro. Seis o siete, no estoy seguro, todos con pasamontañas, armados hasta los dientes.
-¡Celulares, ahora! *gritó uno* ¡Todo el mundo al piso, teléfonos al centro, rápido!
Los vi pasar entre nosotros, con bolsas negras. Yo entregué mi teléfono nuevo sin pensarlo. El viejo… no se por que, lo dejé dentro del bolsillo, tapado con la mano.
Todo avanzo demasiado rápido para siquiera procesar bien la situación
Vi al tipo del mostrador *uno de los atracadores* empujar a una cajera y manosearla mientras ella sollozaba. Otro ladrón le gritó "¡Déjala, idiota!", pero apenas se dio vuelta, el degenerado volvió a hacerlo.
Mire a mi alrededor, nadie hacia nada, todos tenían miedo, no puedo quedarme quieto viendo a estos tipos hacer lo que quieren. Debo hacer algo, cualquier cosa, por muy pequeña que sea...
Lo tengo
Moví mi mano, tanteando el teléfono en mi bolsillo
Una mujer a mi lado —una señora de cabello gris— me miró y negó con la cabeza, despacio, los ojos muy abiertos. Me susurró, apenas audible:
-No lo hagas.
El corazón me latía tan fuerte que dolía. Sentí el plástico tibio del viejo teléfono y lo abrí. Las teclas sonaban tic-tic-tic mientras marcaba.
Nueve.
Uno.
Uno.
Apenas presioné el último número, escuché el clic detrás de mí. El frío del cañón en mi nuca me saco el aire de los pulmones
-¿Qué carajo estás haciendo? *dijo una voz ronca*
Tragué saliva, muy despacio.
-Nada… n-ada…*mentí desesperadamente* Solo m-me...me e-estaba rascando la p-pierna
Por que, por que hice esto, solo tenia que quedarme quieto, ahora voy a morir, mierda mierda
-Mala jugada, viejo *escupió el tipo. Pude oler su aliento, mezcla de tabaco y alcohol
Maldita sea, cierro mis ojos con fuerza, mi corazón parece que va a explotar mientras espero mi inevitable final
Y entonces
Una voz rompió el silencio, fuerte, clara, llena de una confianza
-¡Tranquilos! ¡Todo estará bien… porque yo estoy aquí!
El sonido vino de ninguna parte y de todos lados al mismo tiempo. El aire vibró. Algo azul pasó a mi lado, tan rápido que apenas fue un borrón.
Sentí el viento cortarme la cara, escuché un zumbido eléctrico, zzzzzsshh, y luego el estruendo de varios cuerpos cayendo.
Los disparos empezaron, pero eran inútiles. Las balas no daban en nada, cayendo al suelo como por arte de magia antes de siquiera impactar con algo. Cada ráfaga era respondida por un golpe seco, un cuerpo que caía, una pistola que salía volando.
Intenté mirar, pero solo alcancé a ver un destello azul recorrer las paredes del banco. Como un relámpago con forma.
-¿Qué… qué es eso? *murmuró alguien cerca mío.*
El tipo que me apuntaba se dio vuelta y disparó al aire. No vio venir lo que lo golpeó. Una ráfaga lo lanzó contra la pared, y su arma cayó al suelo.
Yo retrocedí, atónito, mientras la figura se detenía justo en el centro del salón.
Era una criatura… no, alguien, con una silueta extraña, aerodinámica y alienígena, como los invasores de la semana pasada, no igual, pero con esa vibra de algo que no pertenece a la Tierra, con una armadura negra y visores blancos, en su pecho un extraño símbolo de un reloj de arena blanco y negro.
Me miró apenas un segundo. No supe si sonreía o no, pero su voz sonó segura:
-Les dije que todo estaría bien.
Antes de que pudiera procesarlo, rompió en movimiento otra vez, más rápido de lo que podía seguir con la vista. Los ladrones disparaban a cualquier lado, aterrados.
Entonces, un estruendo distinto. Del techo del banco y una figura descendió desde arriba, atravesando una de las ventanas del piso superior.
Era una mujer. Alta y esbelta, con el cabello morado ondeando vistiendo un traje blanco y violeta
-¡Jewel! *gritó alguien* ¡Es Jewel!
La heroína cayó justo sobre dos de los bandidos que intentaban escapar. Los desarmó en un solo movimiento, sus brazos fuertes como el acero. Uno intentó golpearla; ella lo detuvo con el antebrazo y lo empujó contra una columna.
Mientras tanto, esa otra criatura seguía moviéndose entre los criminales. No peleaba: los desarmaba e inmovilizada.
La gente, que segundos antes lloraba o rezaba, empezó a alzar la cabeza. Y yo… yo no podía dejar de mirar.
El tipo que me había tenido a punta de pistola estaba tirado, inconsciente. El teléfono viejo aún seguía en mi mano, abierto .El corazón, golpeando el pecho como si quisiera salirse.
Y así, en apenas unos segundos, todo había terminado
Jewel flotaba a unos metros del suelo, el sol entrando por la ventana rota iluminando su figura.
-Bueno *dijo, cruzándose de brazos* eso sonó un poco cursi.
La voz metálica del ser veloz respondió desde el otro lado del salón, mientras movía una garra y se rascaba la parte trasera del casco.
-Improvisé el momento… *dijo con tono casi apenado* Solo quería que todos supieran que estarían bien.
Jewel soltó una risa corta, un bufido de diversión.
-Sí, bueno, tranquilo, ya pensaremos en algo mejor, lo añadiremos a "cosas a mejorar para ser un heroe" *Sonrió levemente* Vamos, tienes tarea que hacer chico alienígena
Y se elevó, saliendo por la misma ventana por donde había entrado, dejando atrás una corriente de aire que movió los papeles del suelo.
El "chico alienigena" la siguió con la mirada, y luego volvió a girarse hacia nosotros, los que todavía estábamos procesando que seguíamos vivos.
Nos miró un segundo, los visores blancos reflejando el reflejo parpadeante de las luces de emergencia.
-Los bancos a veces no son tan aburridos, ¿no? *dijo, con un tono despreocupado * Ah, y no me llamo así, no lo difundan por favor, y tranquilos, la policía ya esta en camino
Y antes de que alguien pudiera responder, desapareció en un estallido de viento.
Por unos segundos, nadie habló. Luego alguien empezó a aplaudir. Otro lo siguió. Y otro más
El murmullo se convirtió en una ovación espontánea.
Risas nerviosas, llanto, abrazos
Las sirenas se escuchaban ya muy cerca, resonando entre las calles.
Una mujer lloraba agradecida, un guardia herido asentía con los dientes apretados mientras aseguraba el vendaje sobre su herida, y yo seguía con el teléfono viejo todavía abierto en la mano, temblando.
-¿Viste eso? *dijo un chico, de unos dieciséis, con los ojos brillantes* ¡Era Legion! ¡El tipo que peleó en la invasión chitauri!
Varios lo miraron, incrédulos, pero él siguió hablando, emocionado
-¡Lo vi en los videos! ¡El símbolo ese de reloj en su pecho, tiene que ser el!
Alguien más murmuró
-Dios mío… es verdad...pero Jona ¿dijo que era un peligro?
Y mientras los autos de policía frenaban afuera y las luces rojas y azules parpadeaban sobre el piso cubierto de billetes y casquillos, no pude evitar sonreír.
Hace tan solo un momento estaba por morir, debería temblarme las piernas y llorar pero, no puedo evitar suspirar de alivio mientras levanto mi mano para observar mi antiguo celular
-De ahora en adelante te llevare conmigo, eres mi amuleto de la suerte maldita hojalata
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El aire en lo alto del cartel era frío, pero agradable. Desde ahí se podía ver todo el tráfico de Manhattan, con los autos pareciendo insectos de luz moviéndose entre calles doradas por los faroles.
Tenía una caja de fideos chinos entre las manos.
Jewel, a mi lado, sorbia los fideos con avidez
-¿Sabes? *dijo, sorbiendo un fideo con un leve ruido* Nunca pensé que terminaría cenando sobre un cartel luminoso con un tipo que puede volverse alienígenas.
-Y yo nunca imagine que estaría comiendo comida china en lo alto de un cartel con la superheroína Jewel *conteste mientras limpiaba mi boca con una servilleta*
No se ella, pero para mi, si que era cierto, lo mas cercano a un superhéroe en mi mundo, son los bomberos, personal medico y de seguridad... y también uno que otro tutorial antiguo de un niño en youtube sobre como solucionar un problema con la PC o como instalar algún juego pirata.
La fiabilidad del contenido era mayor si la calidad del video era horrible
Pero aquí estoy, con la mismísima Jessica Jones, con el omnitrix en mi brazo, en Nueva York y encima, comiendo comida china, es tan surrealista que hasta suena estúpido
-Tus adulaciones no harán que suba tu nota señorito, aun debes practicar tus entradas heroicas *Jessica me señala con sus palillos, pero el leve rubor en sus mejillas traiciona la seriedad de sus palabras*
Nos miramos unos segundos antes de reírnos y volver a comer
Un cómodo silencio queda entre nosotros, mientras terminamos nuestra comida
-Oye *Jess mueve un palillo pensativa* ¿Confias en Elektra? Ya se que es una antigua compañera de Daredevil y que Danny le tiene respeto pero...es una asesina, ¿Qué la diferencia a ella de los malos que estamos persiguiendo ahora?
Vaya, dilemas morales, como si no tuviera suficientes ya
Pienso un poco mi respuesta mientras miro el trafico debajo
-No estaría muy seguro, ¿es una aliada? supongo que si, pero no es alguien a quien le confiaría mi espalda sabes *giro mi cabeza levemente para observarla* En cuanto a que la diferencia...tampoco estoy muy seguro, no esta con ellos, eso ya es algo...mira, yo creo en las segundas oportunidades, si ella desea cambiar en serio, entonces me gustaría ayudarla a hacer esa transición
Jessica guarda los restos en una bolsa mientras se pone de pie, suspirando
-Pero ¿Qué hay de lo que hizo? Que intente cambiar y ser mejor, si, obviamente es bueno pero, y ¿todas las personas que asesino? las familias que fueron arruinadas por ella, todos los inocentes...¿Qué hay de ellos?
Lentamente me paro, sujetando mi cintura como un abuelo, una costumbre de mi otra vida
-También creo en la retribución, ella rendirá cuentas por lo que hizo, tarde o temprano lo hará, como todos nosotros, pero ahora, ahora es momento de centrarnos en este caso y encontrar a todas esas personas, en cuanto a Elektra, simplemente mantén un ojo en ella por las dudas, yo también lo hare
Ella asiente mientras también ve al trafico debajo de nosotros
-Suena bien para mi, al menos de momento, cuando todos estén a salvo, pensaremos que hacer con Elektra
-Bien...por cierto...de casualidad haz visto a un...¿hombre morado?
-¿Hombre morado? *ella levanta una ceja* no, no he visto a nadie así, ¿por que, es una enfermedad o algo?
Bien, parece que Killgrave no esta en los alrededores, al menos, no de momento
-No, no, es solo que, escuche que hay un hombre morado por ahí, no tienes que preocuparte por eso, es algo en lo que estoy trabajando *le aseguro mientras le resto importancia con una mano*
-Aun así, si ves a alguien así, no te le acerques y llámame ¿si? parece que tiene habilidades patológicas neurosensoriales que pueden hacer que una persona caiga bajo su absoluto control
-Eso suena horrible *cruza sus brazos* de acuerdo, si aparece alguien morado, me asegurare de avisarte, ¿seguro que no quieres ayuda?
-No no no *Pongo una mano en su hombro* tengo esto controlado, solo que como estamos con este caso, aun no eh tenido el tiempo, pero con una de mis transformaciones este chico no será nada, pero para cualquier cosa orgánica es un problema, por eso no debes acercarte
Intente encontrarlo, busque y busque, pero no recuerdo ni siquiera el nombre real del villano o si se centraba específicamente en una zona de la ciudad, así que estuve atento a cualquier señal del nombre de Killgrave o de sus cualidades físicas, pero no he tenido suerte, una parte de mi quiere creer que el no existe en esta realidad, pero si Jessica esta aqui...
-Bien bien, ya entendí, tranquilo *ella quita mi mano de su hombro* Por cierto ¿estas listo para esta noche?
-Completamente *aseguro* esta noche acabaremos con esto.
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En un pasillo de piedra, húmedo y cubierto por velas que proyectaban sombras danzantes sobre las paredes. El sonido de los pasos del subordinado se oía débilmente, hasta detenerse frente a la enorme puerta de madera tallada con símbolos antiguos.
El ninja se arrodilló.
-Señor *dijo con la cabeza gacha* Tenemos noticias… preocupantes.
Dentro, el líder estaba de pie frente a un brasero, su silueta recortada por el fuego. La máscara cubría su rostro por completo, dejando ver solo los ojos: fríos e inmóviles.
-Habla *ordenó, sin girarse*
El subordinado tragó saliva
-Durante los últimos dos días… hemos perdido contacto con varios escuadrones. Primero el grupo del distrito financiero… luego los que patrullaban el puerto. Los enviados para investigar tampoco regresaron.
El silencio pesó como una losa. Solo se oía el crepitar del fuego.
El líder entrecerró los ojos.
-¿Cuántos?
-Cinco escuadrones, señor. Cuarenta hombres.
El ninja bajó aún más la cabeza
-No sabemos si fueron capturados o…
Un golpe seco interrumpió sus palabras. El líder había lanzado una daga sin siquiera volverse. El arma se clavó justo en el cuello del subordinado, que cayó de rodillas antes de desplomarse en el suelo.
El líder finalmente giró, observando el cuerpo sin emoción.
-Inútiles. Todos ustedes. No pueden siquiera mantener el control de una ciudad podrida. *Su voz era un susurro bajo, cargado de furia contenida* Ni los vivos ni los muertos me sirven si son débiles.
Se volvió hacia los ninjas que esperaban inmóviles en los extremos de la sala.
-Tú *dijo, señalando a uno de ellos.*
El elegido dio un paso adelante, inclinando la cabeza.
-Sí, maestro.
-A partir de ahora estarás a cargo. *El líder cruzó las manos detrás de la espalda* Encuentra a los responsables. No importa quiénes sean. Si fallas… tu cadáver servirá de advertencia al siguiente.
-Como ordene *respondió el ninja, sin levantar la vista.*
El líder asintió apenas, y regresó a observar el fuego.
-La oscuridad de esta ciudad nos pertenece. No permitiré que la ensucien otros, todo según la voluntad de mi señor
El nuevo encargado se inclinó profundamente, y mientras arrastraban el cuerpo del anterior,
Las luces titilaron. Una vez. Dos. Y luego, oscuridad. Solo el fuego del brasero iluminaba la habitación
El chirrido de metal, pasos veloces, un murmullo confuso.
-¿Qué ocurre? *susurró uno.
El líder desenfundó su katana. Sus sentidos, mejorados por rituales y magia, percibieron una figura moviendose a gran velocidad al otro lado de la puerta
-Formen círculo *ordenó con voz baja* ¡Ahora!
Un zumbido cortó el aire. Un destello azul cruzó la sala a una velocidad imposible. Un ninja cayó con un golpe seco antes de entender qué lo había golpeado. Otro fue desarmado en un abrir y cerrar de ojos.
Mas individuos entraron luego, una figura envuelta en rojo, su bastón girando con ritmo preciso: Daredevil.
Su movimiento era pura coordinación, escuchando el aire, los pasos, el silbido de las armas. Golpeó una katana antes de que el atacante lo tocara, desvió otro ataque con una patada lateral y lanzó su bastón, que rebotó en dos enemigos antes de volver a su mano.
Cuando uno intentó rodearlo, una línea de telaraña lo detuvo en seco.
-¡Hey, Rojo! *gritó Spider-Man pegado al techo* ¿Crees que tomara mucho tiempo? es que hoy quede con una amiga
Daredevil giró justo a tiempo para esquivar una estocada.
-Estas cosas nunca son rápidas araña, ya deberías saber eso *gruñó, lanzando un golpe que dejo en el suelo a otro ninja
En el suelo, Jewel ingreso como un meteoro.
Tres ninjas salieron despedidos contra las paredes con su embestida.
Uno intentó reincorporarse, pero ella lo tomó del pecho y lo lanzó sobre otro grupo.
-¿Quién más quiere volar? *dijo con una sonrisa tensa.*
Dos katanas vinieron por su espalda. Antes de que tocaran su piel, un puño dorado impactó contra ellas, rompiendo las hojas con un solo golpe. Puño de Hierro se interpuso, su brazo envuelto en energía chi.
-Controla tu respiración, Jewel. No desperdicies fuerza, mantén la calma, noto todo tu cuerpo tenso
-¡Intento no matarlos! *replicó ella, esquivando un golpe bajo.
-Entonces vas por buen camino, no te sobre esfuerces *respondió Danny, girando sobre su eje y lanzando una onda que barrió a cuatro de ellos como si fueran hojas secas.-Deja que tu fuerza fluya por todo tu cuerpo, dirigir es mas fácil que reprimir
Del otro lado del almacén, Elektra danzaba. Sus sais brillaban bajo la poca luz, y cada paso era una coreografía mortal.
Clavó uno en el suelo, bloqueó una espada, la desarmó con el otro y, usando el cuerpo del ninja como impulso, saltó hacia atrás, cayendo con gracia
Y entre todos ellos, XLR8 era un relámpago azul. Corría por las paredes, creando ráfagas de viento que desestabilizaban a los enemigos. Cada vez que un ninja levantaba su arma, ya no estaba.
Los desarmaba, los inmovilizaba, o simplemente los noqueaba con un golpe rápido y certero. A veces, solo se escuchaba un zshhh! y un enemigo más caía.
-¡Eso es trampa! *gritó Spider-Man cuando un enemigo cayó justo frente a él, envuelto en un nudo de cables.
-Tu quisiste apostar quien acababa con mas enemigos, esos 5 dólares son míos amigo *replicó la voz distorsionada de XLR8, pasando a su lado en una corriente de aire.
-Olvide que tenias uno de los rápidos, pensé que irías con la bola de pelos *dijo el arácnido, lanzando una red a dos más.
Elektra desviaba ataques que Daredevil no podía prever
Spider-Man cubría a Jewel desde el aire
Puño de Hierro derribaba con precisión los grupos que intentaban rodearlos
Y XLR8, el más veloz, se aseguraba de que nadie escapara.
El jefe ninja, viendo a sus hombres caer uno por uno, se lanzó al combate. Su espada trazó una línea plateada en el aire, cortando una telaraña y forzando a Spider-Man a retroceder. Elektra giró sus sais, lista para enfrentarlo, pero Daredevil levantó una mano.
-Es mío.
Se cruzaron en una serie de rápidos golpes. El sonido de los metales chocando resonó como un tambor. El ninja lo empujó, pero Daredevil giró, lo derribó con una llave, y justo cuando el enemigo intentó incorporarse, Puño de Hierro lanzó un golpe al suelo, haciendo vibrar toda la estructura.
El jefe cayó de rodillas, jadeando.
-Ríndete *dijo Danny, su voz calmada pero firme.
El ninja sonrió bajo su máscara.
-No entienden… ustedes ya están muertos.
Intentó morder su muela. Pero en su mano, XLR8 ya sostenía una pequeña cápsula negra, girándola entre sus puntiagudos "dedos"
-¿Buscabas esto? *dijo el velocista, con un dejo de burla*
Todos lo rodearon. Elektra se adelantó lentamente, haciendo girar uno de sus sais en una de sus manos
-Ahora sí *susurró ella, inclinándose frente a él*
-Vas a decirnos dónde está Gorgon.
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¿COMO ESTAN? ESPERO QUE BIEN, POR MI PARTE SIGO CUIDANDO A MI PADRE, YA ESTA MEJOR PERO ESTAS COSAS LLEVAN TIEMPO
DE TODAS FORMAS, VEREMOS SI NUESTROS HEROES LOGRAN ENCONTRAR A LAS PERSONAS DESAPARECIDAS Y DESCUBRIR EL PLAN DE "LA MANO"
AGRADEZCO SUS COMENTARIOS Y SU APOYO ENORMEMENTE
NOS VEMOS LA PROXIMA :)
