Capítulo 104 – Día de descanso 16 (Parte 2)
Leshawna condujo a Gwen bajo la sombra de un árbol, lejos del bullicio. Se detuvo, cruzó los brazos y la miró con intensidad.
"Sé que todavía está fresco lo que pasó antier", comenzó, con voz firme. "Y quiero hablar contigo porque no quiero que quede como si yo no me importara. La pelea fue fuerte, y sí, yo fui la que encerró a Heather en el refrigerador. Ella estaba siendo mandona, controlando todo como siempre, y yo exploté. No me arrepiento de haberle puesto un alto, porque alguien tenía que hacerlo. Pero sé que eso desató todos los demás."
Gwen permaneció en silencio, seria, observándola.
"Cody se me vino encima furioso", continuó Leshawna, bajando un poco la voz. "Y nos insultamos. Fue intenso, no lo voy a negar. Él me gritó, yo le grité, y las cosas se salieron de control. Y en medio de todo… tú recibiste un insulto que no merecías."
Leshawna respiró hondo, como si soltara un peso. "Por eso quiero disculparme contigo. No era mi intención que te llevaras parte de ese pleito. Tú no tenías nada que ver, y aun así te cayó. Eso no estuvo bien."
El viento movía las hojas del árbol, y Leshawna bajó la mirada un instante antes de volver a levantarla.
"Entiende algo, Gwen", dijo con firmeza. "Yo estaba molesta, y sigo molesta. Heather me provocó, Cody me enfrentó, y yo reaccioné. No soy alguien que se queda callada cuando me faltan al respeto. Pero contigo fue distinto. Tú no me hiciste nada, y aun así te tocó. Eso no es justo, y lo reconozco."
Gwen seguía sin responder, seria, analizando lo que escuchaba.
"Quiero que lo veas desde mi lado", insistió Leshawna. "No soy una persona que busca pleitos porque sí. No soy alguien que se divierte gritando. Pero cuando alguien me trata como si no valiera nada, yo respondo. Y eso fue lo que pasó. Cody me gritó, me habló como si yo no tuviera derecho a defenderme. Heather me trató como si fuera su sirvienta. Yo no iba a quedarme callada. Y en medio de todo, tú quedaste atrapada."
El silencio se instaló entre ambas. Gwen no dijo nada, no defendió a Cody, no intentó suavizar la tensión. Solo la miraba, seria, dejando que Leshawna soltara todo lo que llevaba dentro.
"Por eso te pido disculpas", concluyó Leshawna, con voz más suave. "No quiero que pienses que te tengo algo. No quiero que creas que te metí en ese pleito a propósito. Fue un momento de enojo, y tú no debías estar ahí. Lo siento."
El viento volvió a mover las hojas, y el silencio se hizo más pesado. Leshawna la miraba, esperando una reacción, pero Gwen no decía nada. Solo la escuchaba, seria, analizando cada palabra.
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Cody subió detrás de Bridgette, acomodándose en el suelo de la casa del árbol. La curiosidad lo hacía sonreír mientras la miraba.
"Bueno", dijo, levantando las cejas, "¿y para qué me apartaste de los demás? ¿Qué plan secreto tienes?"
Bridgette lo miró con picardía, apoyando la barbilla en la mano. "¿Plan secreto? Vamos, Cody… ya sabes, ¿que una chica no puede invitar a su amigo a pasar el rato sin que haya algo detrás?"
Cody abrió los ojos fingiendo alarma y se cubrió el cuerpo con las manos, como si intentara protegerse. "¡Ah, lo sabía! Mis papás me advirtieron de esto… que las chicas siempre quieren robarle la inocencia a los chicos guapos."
Bridgette soltó una carcajada, inclinándose hacia él. "¿Guapo e inocente? Vaya combinación peligrosa."
"¡Exacto!" dijo Cody, aún cubriéndose exageradamente. "Soy un blanco fácil. No tengo defensa contra tus aviones malvados."
Bridgette lo empujó suavemente en el hombro, riendo. "Eres un drama, Cody".
"Drama pero honesto", respondió él, bajando las manos y guiñándole un ojo. "Aunque si de verdad quisieras aprovecharte… supongo que no podría detenerte."
Bridgette lo miró divertida, jugando con la idea. "Tal vez no quiera tu inocencia… tal vez quiera tus secretos."
Cody se llevó la mano al pecho, finciendo horror. "¡Mis secretos no! Eso sí que no. Son información clasificada."
Ambos rieron, el ambiente ligero y cómodo, disfrutando de la complicidad que se había creado entre ellos.
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Leshawna respir hondo, como si hubiera terminado de justificar lo ocurrido antes. Pero en lugar de detenerse ahí, su mirada se endureció y su tono cambió.
"Y ahora quiero hablarte de Cody", dijo con voz grave. "Porque no quiero que pienses que todo esto es solo por la pelea. No, Gwen. Hay más."
Gwen la miraba seria, sin decir nada.
"Ese chico tiene demasiado contacto con las otras chicas", continuó Leshawna, con un gesto de desaprobación. "Siempre está buscando estar cerca, siempre con una sonrisa, siempre con un comentario. ¿No lo has notado? Se mete en todas partes, habla con todas, como si necesitara que lo miren. Eso no es bueno. Los tipos que hacen eso no son de fiar."
El viento movía las ramas, y Leshawna bajó la voz, como si quisiera que sus palabras fueran más íntimas.
"Y contigo… juega. Te hace sentir especial, sí, pero ¿qué pasa cuando se aburre? ¿Qué pasa cuando otra chica le sonríe? ¿De verdad crees que se quedará quieto? No, Gwen. Los hombres que buscan atención no saben quedarse con una sola persona."
Gwen permanecía en silencio, seria, escuchando.
"Además, tiene ese complejo de héroe", siguió Leshawna, con tono cargado de ironía. "Siempre quiere salvar a todos, siempre quiere ser el que se mete en medio, el que protege, el que se luce. ¿Sabes qué significa eso? Que nunca va a dejar de necesitar que lo aplaudan. Que nunca va a dejar de buscar que lo reconozcan. Y eso, tarde o temprano, te va a cansar."
Leshawna cruzó los brazos, firme. "No es alguien atención que se conforme con estar tranquilo. Siempre necesita. Siempre necesita que lo miren. Y cuando no lo consigue, se enoja. ¿Quieres vivir con alguien así? ¿Con alguien que explota cuando no es el centro?"
El silencio se hacía más pesado, pero Gwen seguía sin responder.
"Y no olvides su amistad con Heather", añadió Leshawna, con un gesto de disgusto. "Heather, la misma que siempre manipula, la misma que siempre busca controlarlo todo. ¿De verdad cree que Cody no se deja influenciar? Claro que sí. Él la escucha, él la apoya, y ¿para qué? Para tener más respaldo, para que lo vean como el chico que está en todos lados. ¿No lo ves? Te usa. Te usa para tener más apoyo, para que su imagen sea más fuerte. No es porque te quiera, es porque le conviene."
Gwen la miraba seria, sin mover un músculo.
"Yo sé que te gusta", dijo Leshawna, suavizando apenas el tono. "Sé que ahora te hace sentir bien. Pero piensa en lo que te digo. No es bueno para ti. No es alguien que vaya a darte paz. Es alguien que necesita atención constante, alguien que juega con las chicas, alguien que se mete en todo, alguien que se enoja cuando no lo aplauden. ¿De verdad quieres estar con alguien así?"
El viento volvió a mover las hojas, y Leshawna la miró con intensidad, esperando una reacción. Pero Gwen no dijo nada. Solo la escuchaba, seria, analizando cada palabra, dejando que Leshawna soltara todo lo que llevaba dentro.
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Las risas se fueron apagando poco a poco, dejando un silencio cómodo entre ellos. Cody aún sonreía, con esa mezcla de nervios y diversión que siempre lo acompañaba cuando alguien jugaba con él de esa manera. Bridgette lo observaba, apoyada contra la pared de madera, con una expresión que oscilaba entre la broma y algo más serio.
"Sabes", dijo ella, bajando un poco el tono, "me gusta que seas así. Que siempre encuentres la forma de hacer reír, incluso cuando todo parece un caos".
Cody arqueó una ceja, encontrando orgullo. "Bueno, alguien tiene que mantener el ánimo. Si no, esto sería demasiado aburrido".
Bridgette sonrojándose, pero no apartó la mirada. "No es solo eso. Es que… contigo es fácil sentirse cómoda. No tengo que fingir nada."
Cody se rascó la nuca, incómodo pero halagado. "¿Cómoda? ¿Conmigo? Eso sí que es nuevo."
Ella río suavemente. "No lo digo como broma. Te aparté porque quería hablar contigo sin que nadie interrumpiera. Quería que fuera algo solo entre nosotros."
Cody la miró curioso, inclinándose hacia adelante. "¿Algo entre nosotros? Suena sospechosa."
Bridgette sacó algo pequeño de su bolsillo: una concha de mar, pulida y brillante, que parecía haber sido guardada con cuidado. La sostuvo en la palma de su mano, mostrándosela.
"Esto lo encontré en la playa donde aprendí a surfear", explicó, con voz tranquila. "Siempre la guardo como un recuerdo. Para mí significa libertad, significa el inicio de algo importante. Y quiero que la tengas tú."
Cody abrió los ojos, sorprendido. "¿A mí? ¿Por qué?"
Bridgette lo miró con una sonrisa suave. "Porque quiero que pienses en mí cuando la veas. Para que recuerdes que hay alguien que te aprecia, que te ve como alguien especial."
Cody tomó la concha con cuidado, girándola entre sus dedos. "Wow... esto sí que no me lo esperaba."
Ella lo observaba, esperando su reacción. "No es un regalo cualquiera. Es algo mío. Y ahora es tuyo."
Cody levantó la mirada, nervioso pero divertido. "¿Ves? Mis papás tenían razón. Primero mi inocencia, ahora mis recuerdos... Bridgette, eres peligrosa."
Bridgette soltó una carcajada, dándole un empujón suave. "No soy peligrosa. Solo sincera."
El silencio volvió, pero no era incómodo. Cody seguía mirando la concha, y Bridgette lo observaba con calma, sabiendo que había logrado sembrar algo más profundo que una simple broma.
"Gracias", dijo Cody finalmente, con voz sincera. "De verdad."
Bridgette ascendió, satisfecha. "Solo prométeme que no la perderás".
Cody levantó la concha como si fuera un trofeo. "No la perderé. Te lo prometo".
Ella molesta, y ambos se quedaron ahí, disfrutando de la complicidad que habían creado, sabiendo que ese momento quedaría grabado en la memoria de los dos.
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El aire se había vuelto pesado. Leshawna había resuelto todo: sus quejas, sus advertencias, sus acusaciones contra Cody. Gwen había escuchado en silencio, seria, sin interrumpir, analizando cada palabra. Pero cuando Leshawna terminó, esperando que su discurso sembrara dudas, lo que recibió fue algo muy distinto.
Gwen levantó la mirada, sus ojos firmes. "Ya basta, Leshawna."
El tono fue seco, cortante, distinto al silencio que había mantenido hasta entonces.
"Entiendo que estés molesta por lo que pasó antes", continuó Gwen, con voz clara. "Entiendo que Cody y tú se gritaron, que se dijeron cosas horribles. Pero eso es entre ustedes. No es mi problema".
Leshawna abrió la boca para responder, pero Gwen no le dio espacio.
"Me insultaste también, y acepto tu disculpa. Pero no voy a aceptar que vengas a hablarme mal de él, que intentas convencerme de que no es bueno para mí. Porque no lo conoces como yo lo conozco. No sabes cómo es conmigo."
El viento movía las ramas, y Gwen dio un paso hacia adelante, su mirada fija en Leshawna.
"Cody no me juega. No me usa. No está conmigo por conveniencia. Está conmigo porque quiere, porque me respeta, porque me hace sentir tranquila. Y sí, tiene defectos, como todos. Pero no voy a dejar que me digas que no es bueno para mí. Eso lo decidió yo."
Leshawna frunció el ceño, sorprendida por la firmeza de Gwen.
"Si tú tienes un problema con él, arréglalo con él", dijo Gwen, con dureza. "Pero no me metas en medio. No intentas separarnos. Porque mi relación no es tu problema."
El silencio se hizo más fuerte que nunca. Leshawna la miraba, sin palabras, mientras Gwen mantenía su postura firme, seria, enojada.
"Soy tu amiga", concluyó Gwen, bajando apenas el tono. "Pero si quieres que lo siga siendo, respeta mi relación. No vuelvas a intentar ponerme en contra de él."
Leshawna presionó los labios, sin saber qué respondió. Por primera vez, su intento de manipulación había fallado. Gwen no solo no dudaba, sino que estaba más segura que nunca de defender a Cody.
El aire volvió a moverse, y Gwen se giró, lista para regresar con el grupo. Leshawna se quedó atrás, en silencio, con la sensación amarga de que su estrategia no había funcionado.
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Cody cayó primero por la escalera de madera, con cuidado de no resbalar. Bridgette lo siguió, aún sonriendo por la charla que habían compartido arriba. Al llegar al suelo, Cody sacó el collar de lobo que siempre llevaba y, con un gesto decidido, añadió la pequeña concha al lado del colgante.
"Listo", dijo, mostrando el collar con orgullo. "Ahora mi lobo tiene compañía."
Bridgette lo miró con brillo en los ojos, feliz de ver que había aceptado su detalle. "Me encanta cómo queda. Es como si llevaras un pedacito de mí contigo."
Cody rió nervioso, tocándose el collar. "Bueno, ahora sí que estoy protegido. El poder del lobo... y el poder del mar."
Bridgette soltó una carcajada, dándole un empujón ligero en el brazo. "Eres un tonto, pero me gusta que lo hayas puesto."
El momento parecía ligero, casi íntimo, hasta que una sombra se acercó desde el campamento. Gwen regresa, con el ceño fruncido y una expresión seria que contrastaba con la sonrisa de Bridgette.
"Cody," dijo, con voz firme.
Él levantó la mirada, sorprendido por el tono. "Oh, Gwen... ya bajamos."
Gwen no respondió a la broma. Se acercó, tomó a Cody del brazo y lo apartó suavemente, sin mirar demasiado a Bridgette. Su gesto era claro: quería llevárselo, y no estaba de humor para compartir.
Bridgette se quedó atrás, observando cómo Gwen lo alejaba con mala cara. La concha brillaba en el collar de Cody, y aunque él parecía confundido por la tensión, Bridgette no pudo evitar sentirse satisfecha: su detalle estaba ahí, colgando junto al lobo, visible para todos.
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Gwen lo tomó de la mano con firmeza, sin darle opción, y lo apartó del grupo. Cody apenas alcanzó a mirar hacia atrás, viendo a Bridgette sonreír discretamente, antes de que Gwen lo arrastrara unos metros más allá, lejos de las miradas curiosas.
"Cody", comenzó ella, con voz seria, "tengo que contarte lo que pasó con Leshawna".
Él la miró sorprendido, todavía con la concha colgando en su collar. "¿Qué pasó?"
Gwen respiró hondo, como si quisiera soltarlo rápido. "Me pedí disculpas, sí… pero después empezó a hablar mal de ti. Que eres un tipo que juega con las chicas, que siempre buscas atención, que tu amistad con Heather es solo conveniencia. Intentó convencerme de que no eres bueno para mí."
Cody frunció el ceño. "¿De verdad te dijo todo eso?"
"Sí", respondió Gwen, con firmeza. "Pero no lo permití. Le puse un alto. Le dije que mi relación contigo no es su problema."
Cody la miró con una mezcla de alivio y orgullo. "Gracias, Gwen. No sabes lo que significa para mí que me defiendes así."
Ella no respondió con palabras. Lo besó, con fuerza, como si quisiera dejar claro que lo que había dicho era real. Cody respondió nervioso, pero feliz.
Al separarse, Gwen lo miró seria. "No me lo guardas, Cody. No tiene caso. Si alguien intenta meterse entre nosotros, quiero saberlo. Prefiero que lo enfrentemos juntos".
Él ascendió. "Está bien. No te ocultaré nada."
Gwen bajó la mirada un instante, y luego lo miró con gesto inquisitivo. "Y hablando de eso… ¿qué pasó con Bridgette? Los vi subir al árbol".
Cody se rascó la nuca, incómodo. "Ah… bueno, estuvimos platicando. Me hizo reír, ya sabes cómo es. Y… me regaló una concha. La puse en mi collar."
Gwen arqueó una ceja, su expresión endureciéndose. "¿Una concha? ¿Y la llevas puesta?"
Cody ascendió, mostrando el collar con el lobo y la concha colgando al lado. "Sí. Me pareció un detalle bonito. No quise rechazarlo."
Gwen lo miró con celos evidentes. "Quiero que me la des."
Cody retrocedió un paso, sorprendido. "¿Qué? Gwen, no. Es un regalo. No puedo simplemente quitármelo."
Ella cruzó los brazos, seria. "No me gusta que lleves algo que otra chica te dio. No me gusta cómo se ve."
Cody sostuvo el collar con firmeza. "Entiendo cómo te sientes, pero no voy a dejar que me quites esto. No porque signifique más que nuestra relación, sino porque fue un gesto sincero. Tú eres mi novia, Gwen, y eso no cambia por una concha."
El silencio se hizo pesado. Gwen lo miró con los labios apretados, luchando contra el impulso de arrancarle el collar. Cody la miraba con calma, decidido a no ceder.
Finalmente, Gwen suspir, bajando la mirada. "Está bien. Pero no me gusta."
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