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Chapter 10 - Camino a Telos parte 2

 

- ¿Has venido a por más respuestas? Poco más puedo recomendarte. Afirmó Kreia dispuesta a responder las incógnitas de su discípula.

 

- Cuando perdiste la mano, también lo sentí. Aseguro Surik informando sobre esa dolencia en su extremidad.

 

- No me sorprende, no más que el que oigas mis pensamientos cuando estamos separados. Sin embargo, el dolor fue inesperado; de haber podido, te hubiera protegido de él. Declaro la mujer de cabello blanco, dispuesta a todo por su padawan.

 

- Si sentiste la pérdida de tu mano, ¿qué hubiera sucedido si hubieras muerto? Consultó a Meetra intrigada como preocupada de lo que podría haber pasado si hubiera fallecido su maestra.

 

- No lo sé con certeza. Temo que las consecuencias que pudieron haber sido más graves. Afirmó la anciana pensando en esa terrible posibilidad.

 

- ¿Más tumbas? Sentí como si metiera la mano en carbonita fundida. Informó a la ex-jedi sobre el terrible dolor que sintió en su extremidad.

 

- Entonces la sensación que tendrías con mi muerte podría ser menos que eso, aunque mucho más rápido. Concluyó Kreia reflexionando sobre de cómo lo sentiría su aprendiz si eso le pasara.

 

- ¿Dices que mi vida está condicionada a la tuya? Indago Surik en lo que creía su maestra y el vínculo entre ellas.

 

- Es posible, sí, y temo que funciona en ambos sentidos. No me gustaría probarlo. Ya ti tampoco. Razono mujer de cabello blanco, viendo los riesgos que podría tener este vínculo entre ambos.

 

- ¿Qué podemos hacer? No quiero que mis actos te pongan en riesgo. Temió la ex-jedi por el bienestar de su maestra y las consecuencias que podrían suceder por ese enlace.

 

- Cuando se produce una batalla, sospecho que nuestras mentes están preparadas para protegernos mutuamente del dolor. No creo que se repita el incidente de Peragus. Aseguro Kreia queriendo despejar las preocupaciones de su aprendiz.

 

- ¿Cómo ha podido crearse este vínculo? Nunca había oído de un vínculo como este antes, en los holocrones o en los archivos jedi. Dudo Surik desconcertada por este enlace entre ambas y su procedencia sin explicación.

 

- Confieso que su naturaleza también me confunde a mí. Pero el vínculo es fuerte y sus raíces profundas. Parece que la fuerza fluye fácilmente entre nosotros. Cuando uno manipula la fuerza para curarse o fortalecerse, el otro también lo hace. Es una técnica verdaderamente poderosa, aunque, como hemos observado, tiene inconvenientes. Afirmó la anciana, desconociendo el origen de este fenómeno entre ellas y los posibles beneficios de ello.

 

- ¿Me puedes decir qué ha sucedido desde las guerras mandalorianas? Por lo que recuerdo que estuve en ellas junto a tu aprendiz Revan y hubo una gran devastación en Malachor V. Recordó la ex-jedi pudiendo acordarse de esos hechos que recordó con lagunas en su mente.

 

- Si los mandalorianos y la república fueron en parte diezmados en dicha batalla, por suerte fue una gran fuerza de los primeros, al ser destruida logró disuadirlos haciendo que huyeran a regiones desconocidas de la galaxia. Aclaro Kreia complementando la información que tenía su discípula en su mente.

 

- Recuerdo que la república galáctica suplicó a la orden jedi para que fuera en su ayuda en esta contienda y el consejo jedi no apoyo, pero un grupo de jedis sí, al mando de Revan y Malak. Declaro Surik haciendo memoria de las guerras mandalorianas en su mente.

 

- Correcto. Confirmó la mujer de cabello blanco, dando un sentido que recordó perfectamente esa parte.

 

- Atton y T3 me informaron sobre lo que pasó en la guerra civil jedi. Revan se redimió, luchó contra su aprendiz Malak y lo venció. Luego, según el pequeño droide su amigo o sea mi antiguo maestro, luego de destruir la forja estelar de Malak se fue a las regiones desconocidas para detener una amenaza en un lugar desconocido como peligroso, Incluso Revan borró todo registro para que no lo siguieran para proteger a todos los seres queridos que dejó atrás en su arriesgado viaje, pero parece que Bastila la amada de mi viejo maestro, hizo que el halcón Ébano regresara de las regiones desconocidas a buscar a alguien que lo ayudara a volver. Expuso Meetra sabiendo lo que le dijeron sus compañeros sobre los antecedentes. 

 

- Correcto, parece que esos dos saben mucho de lo que pasó anteriormente. Admitio la mujer de cabello blanco, pudiendo darse cuenta de que los compañeros de su alumna sabían bastante de Revan.

 

- Pues te relataré por qué Malak y Revan se volvieron a la oscuridad. Resulta que cuanto más batallaron contra sus enemigos mandalorianos, empezaron a encontrar pasión en la batalla y la pasión los llevó al lado oscuro. De esa forma se rebelaron contra el resto de los jedis y la república. Informe Kreia sobre cómo es que el par de héroes se volvieron en contra de la gente que prometieron proteger.

 

- No recordaba eso lamentablemente, pero ahora entiendo por qué se volvieron oscuros. Afirmó la ex-jedi, pudiendo ver la razón del cambio del par de Jedis y sus seguidores.

 

- Te aclararé como Revan fue redimido, sufrió una traición de su aprendiz y luego fue emboscado por los jedis como la república, así como capturada por Bastila, Malak siguió su guerra contra su maestro como contra la república y dejándola debilitada bastante, aún le cuesta recuperarse de ellas hoy en día. Informó la anciana a su alumna sobre cómo pasaron las cosas en concreto.

 

- Gracias por decirme que paso exactamente con ellos. Agradeció Meetra ahora, sabiendo más el contexto y cómo sucedieron los hechos.

 

- Luego de que Revan destruyera la forja estelar, los siths restantes acabaron con ellos mismos unos contra otros, redujeron el planeta Korriban a escombros. Siguió Kreia informando sobre lo que pasó después de la victoria de su viejo aprendiz.

 

- Entonces, con esta república debilitada, debemos hacer lo que podamos hasta que tenga la oportunidad de recomponerse de la guerra. Afirmó la chica de cabello castaño estando dispuesta a apoyar como pueda a la república.

 

- Las enseñanzas de una cultura y, lo que es más importante, la naturaleza de su gente se define en tiempos de conflicto. Ahí se encuentran... O se pierden. Durante demasiado tiempo la república no tuvo oposición. Es una bestia estancada que lucha por respirar, y eso pasa desde hace siglos. La orden jedi era el corazón que contenía su mal. Ahora que los jedis se han perdido, veremos cuánto resiste la república. Explicó la mujer de cabello blanco, dando a entender que los jedis eran lo que mantenía en pie a la república.

 

 

- ¿Puede hacerse algo para restaurar a la república? Consultó Surik dispuesto a intentar reparar a dicha organización debilitada.

 

- Ya veremos. La guerra civil costó mucho a la república. Los recursos siths de Malak parecían ilimitados por la forja estelar. Los de la república no. Flotas de naves de guerra, soldados y civiles, como planetas fueron diezmados; los habitantes de los mundos en esta contienda fueron exterminados masivamente o refugiados en éxodos. Todo lo anterior es una carga para cualquier civilización. Aclaro la anciana diciendo que la república estaba devastada por el reciente conflicto y las víctimas de la misma.

 

- Y esta nueva amenaza... Es silenciosa, al contrario que la guerra civil jedi. No se dirige contra la fuerza de la república, sino contra ti. Aseguro Kreia dando a entender que los siths iban tras ella y la esperanza que representaba.

 

- Soy el último obstáculo en los planos de los sith y cuando caiga nadie más podrá confrontarlos. Expuso Surik sabiendo que ella era la única que posiblemente podría luchar contra esta amenaza.

 

- Correcto, la república nunca fue lo importante. No era más que el caparazón que rodeaba a los jedis, así como las enseñanzas jedi son el caparazón que rodea el corazón del hombre. ¿Ya entiendes? La guerra, la verdadera guerra, nunca la han librado droides, naves o soldados. Ellos no son más que materia tosca, obstáculos para ponernos a prueba. La verdadera guerra se libra en el corazón de las cosas vivas, contra nuestra naturaleza, luz y oscuridad. Eso es lo que forma y une a la galaxia, no las creaciones del hombre. Tú eres el campo de batalla. Y si caes, la muerte de la república será silenciosa, un susurro que anunciará las tinieblas que llegarán. Aseguro la anciana, dándole a entender su punto de vista sobre las contiendas.

 

- De acuerdo, puedo entenderlo. ¿Y qué me puedes decir algo más de los siths que no dan caza? Preguntó Meetra sobre sus adversarios y la amenaza que los seguían.

 

- Esos sith quieren la muerte de todos los jedis. Como todos los siths desde el primer cisma de la orden jedi. Explicó Kreia dando más el contexto donde viene esta división.

 

- ¿El primer cisma? Dudo la ex jedi intrigada, queriendo saber a qué se refería con aquello.

 

- Si lo que pasó con Revan y Malak no fue la primera ocasión, hace miles de años, los jedis libraron otra guerra civil que dividió a la orden. Fue algo terrible. Una facción de los jedis abandonó las doctrinas de la orden y siguió su propio camino. Declararon la guerra a los demás miembros; una lucha que hizo temblar toda la galaxia. Los jedis rebeldes que sobrevivieron que perdieron en este enfrenamiento fueron expulsados. Se refugiaron en el borde exterior. Con el tiempo ocuparon el lugar de los lores siths. Su rencor con los jedis jamás se fue, este ardía en sus venas y resuena en su forma de ser. Revan y Malak probaron estos igualmente. Esclareció la mujer de cabello blanco a su alumna sobre ese evento anterior.

 

- Entonces, ¿estos sith continuarán su cruzada? Consultó Surik pudiendo ver cómo estos siguen los pasos de sus antepasados.

 

- De cierto modo… son distintos a Malak en que a ellos solo les preocupa la destrucción de los jedis. Nada más les preocupa, ni les preocupará nunca. Cuando todos los jedis mueren, no importa si gobiernan los siths o la república. La oscuridad reinará sin oposición viable alguna. Concluyó la anciana prediciendo el oscuro destino que tendría la galaxia si ya no existieran los jedis.

 

- Nunca he visto siths asesinos como los del Heraldo. Dudo la ex-jedi con intriga por la extraña forma de actuar y atacar a los agentes del lado oscuro.

 

- Al parecer son el resultado de enseñanzas especiales. Su aparente debilidad contra ti lo evidencia. Esos asesinos sith sienten a su objetivo mediante la fuerza, es como un ansia. Se alimentan, se hacen más fuertes, cerca de aquellos sensibles a la fuerza. Cuanto más fuerza tiene su presa, más letales son. Mientras estuviste aislado de ella, fuiste capaz de evitar su indagación. Pero tras Peragus, me temo que ya no estás a salvo de sus ojos o de los ojos de sus maestros. Cuanto más fuerte sea el mar, más vendrán. Aseguro la anciana, prediciendo la situación que se aproximaba eventualmente hacia ellas.

- Lo entiendo. Declaro Surik comprendiendo lo que dijo su maestra.

 

- Yo iría a ver a ese idiota de la cabina para recordarle nuestro destino. No quiero que intente desviarnos de Telos. Sugirió Kreia algo molesta con el piloto de este navío, queriendo que su alumna fuera a comprobar que hiciera bien su trabajo.

 

- Atton no es tan malo, solo que… Bueno, quizás si lo sea. Razono Meetra ve un poco el comportamiento de su compañero.

- Es un idiota y un imbécil, su potencial es descendente, no ascendente. Cuidado con eso. No es de confianza… Yo no confío en él y tú tampoco deberías. Ese hombre solo piensa primero en sí mismo y luego a sus “aliados” Desprecio la anciana al joven chico castaño, pudiendo presentar que era alguien egoísta.

 

- Pasando a otro tema, cuando estuvimos en la estación minera pude sentir la fuerza otra vez en mí. Afirmó Surik confesando algo que Kreia ya sabía, pero no podía explicar la ex-jedi.

 

- ¿Sí? ¿Y fue como antes? Consultó la mujer de cabello blanco intrigada, queriendo saber la experiencia de su alumna.

 

- Era como un susurro en el límite auditivo. Aseguro Surik explicando su experiencia y cómo la sintió.

 

- Si mis sospechas son correctas, quizás el daño que provocó el consejo jedi no fue tan demoledor como ellos creían. No es fácil separar a alguien de la fuerza. Concluyó la anciana viendo cómo no podía quitarle su poder a su discípula.

 

- Espera… ¿Esto me lo hicieron los jedis? Preguntó la ex-jedi desconcertada y dudosa de cómo pasó eso exactamente.

 

¿Qué creías? ¿Qué de repente perdiste tu conexión con la fuerza sin razón alguna? Cuestionó Kreia viendo cómo su alumna ingenuamente pensó que eso sería una coincidencia.

 

- No es posible separar a alguien de la fuerza, es como dejarlo sordo o ciego. Aseguro la chica de cabello castaño comparando dichas sensaciones con perder la conexión con la fuerza.

 

- Sí que se puede. Es como perder uno de los 5 sentidos o entrar en un sueño profundo, incapaz de volver a la galaxia que hay a tu alrededor. Tales cosas se han hecho antes, cuando Los jedis condenaban a uno de los suyos y lo exiliaban, como a ti. Informó a Kreia exponiendo cómo se supone que se siente perder la fuerza y ​​cómo los jedis habían roto la conexión con la fuerza de otros usuarios con anterioridad.

 

- No puedo creer que los jedis castigaran a alguien así. Suena demasiado cruel. Dudó Surik con incredulidad, no pudiendo creer que eso era posible.

 

- Si no fueran ellos. ¿Quién creías que era la causa de tal pérdida? Cuestiono Kreia por el escepticismo de su alumna.

 

- Creí haberla perdida por mis actos, por olvidar mi entrenamiento y las enseñanzas jedi. Aseguro la ex-jedi pensando que posiblemente por sus acciones se había alejado de la fuerza.

 

- La guerra deja muchas cicatrices, pero no suele impedir ver la fuerza. En todo caso, el conflicto y el reto hacen la conexión más fuerte, más intensa. Por muchos horrores que experimentaras en la guerra, sirvieras a quien sirvieras, no es probable que la fuerza se pierda sin más factores involucrados. Expuso la mujer de cabello blanco explicando cómo llegó a esa conclusión.

 

- ¿Se puede sanar mi conexión con la fuerza? Preguntó Meetra viendo si existía esa posibilidad para restaurar su poder.

 

- Es posible que algo así pueda deshacerse, pero aún así, las posibilidades de que un jedi ayude en esto, a alguien visto como un paria como tú son escasas. En caso de que aún viva alguno. Razono Kreia pudiendo ver la viabilidad de que fuera posible reparar la conexión de su alumna.

 

- Pero ha dicho que es posible. ¿Cómo? Dudo Meetra desconcertada, creyendo que eso era casi nulo que pudiera pasar.

 

- Nuestro vínculo… Puede haber tenido otras consecuencias. Quizás oigas de nueva la fuerza, distante, a través de mí. Si es así, hay esperanza. Podría enseñarte, instruirte para sentir de nuevo la fuerza. Y si no me dejas ayudar, otro jedi deberá instruirte… o deshacer el daño que te han hecho. Expuso la anciana queriendo ofrecer su ayuda a la joven extraviada.

 

- Honraré cualquier entrenamiento que quieras darme. Alago la jedi exiliada a su maestra con agradecimiento.

 

- No me honres a mí, jedi caída, honra escuchando y aprendiendo. Hazlo y quizás sobrevivamos las dos. Me ofrezco a instruirte para que vuelvas a ser fuerte, para que aprendas los métodos de la fuerza, para que las oigas canten en tu interior como antes. Aseguro Kreia a su estimada aliada queriendo guiarla.

- Agradezco cualquier ayuda que me ofrezcas. Agradeció Surik mientras hacía una leve reverencia ante ella.

 

- Entonces comenzamos. Cuando viaje contigo, te transmitiré cuando sea mediante mis palabras o mi presencia. Afirmó la mujer, de ojos blancos, con aceptación.

 

- Quiero saber algo más. Pidió Meetra amablemente a su maestra.

 

- ¿Qué quieres saber? Consultó dudosa la anciana a su alumna.

 

- ¿Entonces qué haremos ahora? Indaga Surik intrigada de lo que podría hacer a continuación.

 

- No lo sé. Los sith atacaron más rápido de lo que esperaba y no pararán hasta que te tengan en su poder. Si cae, toda la galaxia sufrirá por ello. Aseguro Kreia sabiendo el riesgo en el que estaba su discípula.

 

- Pero debe haber algún sitio al que podamos ir. Declaro Meetra estando esperanzada en encontrar algún lugar donde protegerse.

 

- Da igual donde vayamos. No importa el destino, importa el viaje. Todas las sendas nos llevarán al fin, sea cual sea, no importa lo mucho que resistamos. De momento vamos hacia Telos y eso es suficiente. Concluyó la anciana diciendo que es más relevante el camino que el final.

 

- ¿Suficiente para qué? Preguntó la exiliada dudosa de qué significaba eso.

 

- Antes de la guerra, los jedis que no superaban el entrenamiento eran enviados a los campos de Telos para servir a la galaxia no como caballeros, sino como granjeros. La destrucción de Telos fue total. Dudo que reina jedis. Pero puede haber ecos de su paso. Ya lo veremos. Explicó la dama de cabello cano a su alumna.

 

- ¿Y si no encontramos rastro de las enseñanzas jedis en Telos? Dudo, la ex-jedi preocupada de lo que quizás no quede nada de sus conocimientos.

 

- Entonces no tendré más de lo que ya tengo: mi fe en ti y en tu capacidad para enfrentarte a lo que venga. Simplifico la maestra, sabiendo que quizás solo se tendría a sí misma para instruir al ex jedi.

 

- Yo marcho. Se despidio el jedi y se fue directo a la cabina del navío.

 

- ¿Qué tal nuestra pasajera? ¿Sigue envejeciendo? Bromeó el chico coqueto mientras seguía conduciendo el carguero estelar.

 

- Tan crítica como siempre. Bromeó Meetra igualmente a su conocido mientras se sentaba en una de las sillas.

- ¡Qué gran sorpresa! Para que lo sepas, jedi, toda esa 'pose crítica' no es misteriosa, es irritante. Si de verdad puede ver el futuro, debería estar en la mesa de pazaak. Volvió a bromear Rand, dando a entender que la anciana debería usar sus habilidades de la fuerza para así ganar en las apuestas.

 

- Pero para conocer el futuro, uno debe conocerse a sí mismo. Bromeó Surik sobre lo que decía su estimado conocido.

 

- ¿Qué ha sido eso, una especie de broma? De eso hablo de la 'palabrería jedi'. Ustedes dos deben abrir su propia academia Jedi. Concluyó el chico castaño viendo el potencial de ambas como usuarias de la fuerza.

 

- Para enseñar uno debe estar dispuesto a aprender. Volvió a bromear la ex-jedi a su amigo sobre lo que él decía.

 

- Está bien. Déjalo ya. Ya entiendo… ya entiendo. De todos los jedis de la galaxia me tenía que tocar una cómica que va por ahí en ropa interior. Y no es que me queje, Enterate. Se quejó hartándose Atton de las palabras de su socia.

 

- Es decir, si tengo que pasar un año encerrado en una cápsula de escape con alguien, mejor contigo que con la reina jedi de la galaxia. Aseguro el castaño prefiriendo a su amiga que a la anciana.

 

- No creo que Kreia sea jedi. Dudo Surik sobre la procedencia de su maestra.

 

- Entonces debe de pertenecer a la realeza, porque para ladrar órdenes como si fuera la reina de la galaxia. A lo mejor está senil. Es decir, ¿cuántos años crees que tienes? Puede ser que en el pasado fue atractivo, pero hace falta una vida muy dura para acabar con surcos como esos. Bromeó Atton pensando en la procedencia, personalidad y apariencia de la anciana.

 

- ¿Una vida dura? Dudó Surik queriendo saber a qué se refería exactamente.

- Sí, su cara es como si la hubiera arado un loco de Ord Mantell. No me digas que estabas demasiado distraído por su personalidad para fijarte. Se volvió a burlar al chico de cabello castaño, dando a entender que el rostro de Kreia parecía fatigado o arruinado.

 

- Oye, deja de insultarla. La hirieron mientras nos ayudaba a escapar, ¿recuerdas? Cuestionó Meetra algo enojada por las burlas que le dedicó el castaño a la anciana de cabello cano.

 

- Bueno, vale, no te pongas así. No fui yo quien le pidió que se quedara atrás para que le cortaran la mano, ¿eh? Vamos, que aprecio lo que hizo y todo eso, pero puede levantarse y defenderse ella de los insultos. ¿No? Razono Rand dando a entender que ella sola se debería defender de las burlas y bromas de él.

 

- ¿Seguimos rumbo a Telos? Preguntó a Surik para saber, si no se habían desviado de su camino.

 

- Como si tuviéramos elección. Es el único lugar que Peragus tenía en sus cartas de astronavegación. Si creías que Peragus estaba muerto, Telos es un mundo agónico al que tratan de insuflar vida. No deberíamos tardar mucho. Si quieres, puedes comprobar nuestro rumbo en el mapa galáctico. Lo tienes detrás de ti. Argumentó el chico coqueto a su compañera, dándole a entender que no tenían otra dirección a donde poder dirigirse.

 

- Tengo otras preguntas que hacerte. Declaro Meetra queriendo saber qué podría saber el chico coqueto.

 

- Ah, no, no, no. Mira, yo respeto tu intimidad. A ver, ¿acaso te he preguntado yo algo a ti? Aparte de esto, claro. Cuestionó Rand la entrometida que era su compañera en sus asuntos.

 

- ¿Qué has querido decir con que el mapa galáctico no era de gran ayuda? Dudo Surik intrigada por lo que decía su compañero.

 

- Bueno, el sistema de astronavegacion recibe huella vocal y está bloqueado, pero esa unidad T3 funciona como el sistema de astronavegacion. Puedes probar a trazar un recorrido, pero si no tienes esa unidad T3 para que haga los cálculos, es probable que nos choquemos contra una estrella. Mientras no robe la nave, no hay problema. Expuso el chico coqueto, dando a entender lo que ese droide puede hacer y su utilidad para la navegación interestelar.

 

- ¿Quién introdujo la huella de voz en el sistema de astronavegación? Consultó Meetra queriendo saber quién era.

 

- No tengo ni idea. ¿El propietario anterior, quizás? Me encantaría hacerle la puesta a punto, pero es un trabajo muy duro. Creo que el droide valdrá por ahora. Concluyo Atton sin saber cómo responder sobre la duda de su socia.

 

- Resulta que el propietario anterior fue Revan y, según T3 se fue dejando a los suyos atrás. ¿Aún así no sé para qué iba a bloquear el sistema de astronavegación? Dudó Surik queriendo saber para qué su viejo maestro haría tal cosa.

 

- A mí también me desconcierta, la razón de esa acción y sus motivos. Respondió Rand pensando en las posibilidades de las razones para hacer lo que hizo Revan.

 

- ¿Sabes algo sobre ese droide asesino HK me perseguía? Indago, la ex-jedi a su compañero para ver si podía saber algo que ella no supiera.

 

- No mucho, salvo que al parecer iba detrás de ti. Por lo que a mí respeta, te las arreglaste muy bien. Se acabó el droide, se acabó el problema. Simplifico el chico de cabello castaño mientras seguía en su trabajo.

 

- ¿Desde cuándo cobran recompensas los droides de protocolo? Preguntó Meetra en tono algo humorístico por el ridículo de la peligrosa situación que vivieron recientemente.

 

- Sí, ahí sé cómo responder a eso. Mira, los droides… No confío en ellos. ¿Ese contra el que luchamos? A algunos los crean así. Otros… Fallán. De la cabeza. A veces se debe a órdenes conflictivas. Dale a un droide demasiados datos o pídele algo imposible, y su módulo de comportamiento se partirá en dos. A otros no se les borra la memoria y comienzan a enloquecer. Explico Rand sobre el comportamiento de los autómatas y las consecuencias de su uso.

 

El pequeño droide utilitario escuchó la conversación y nervioso siguió sus labores.

 

- Por cierto, algún día tendré que encargarme de ese compactador de basuras. Mmm. Créeme, los droides están hechos para estropearse. Y, sobre todo, son predecibles y estúpidos. Concluyó el chico coqueto, dando a entender su punto de vista muy poco favorable hacia los droides.

 

- Entonces yo voy. Se despidió la jedi exiliada de su compañero, pero antes de que se fuera el chico le dijo algo más.

 

- ¿Y qué pasó antes? Indago el chico castaño a Surik sobre un asunto.

 

- ¿De qué estás hablando? Consultó desconcertada Meetra sobre lo que quería decirle a su socio.

 

- No me vengas con esas. Hubo muchas veces en Peragus en las que un sable de luz hubiera sido útil. ¿Y dónde está el tuyo? Preguntó a Atton sabiendo que como es natural, un jedi tiene un arma como esa consigo siempre.

 

-A los exiliados no se les permite conservarlos. Respondió la ex jedi pudiendo recordar que así fue como se lo quitaron.

 

- ¿Ah, no? Creía que a un jedi estaba casado con su sable de luz. Supongo que lo entendí mal. ¿Usabas una empuñadura normal o de doble hoja? Preguntó al chico castaño cómo era el arma de su compañera.

 

- Era de empuñadura normal. Contestó Surik con simpleza mientras veía el mapa de astronavegación.

 

- No me extraña. No era rojo, ¿verdad? Volvió a preguntar el chico coqueto, queriendo saber más.

 

- Apenas recuerdo las sensaciones, mucho menos los colores. Y me da igual si no lo recuerdo jamás. Afirmó la jedi exiliada bruscamente, no queriendo recordar más.

 

- Creía que un jedi y su sable no podían separarse. Que perderlo era como perder parte de uno mismo. Razono Rand habiendo escuchado relatos sobre los jedis y sus vínculos con sus armas.

 

- Ya no lo recuerdo, fue hace mucho tiempo. Aseguro la jedi exiliada, pudiendo apenas recordar cómo era empuñar un sable, pero su memoria apenas podía recordar.

 

- El fin -

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