"No sé qué o quién eres, pero de aquí no saldrás con vida" - dijo Kushina con una hostilidad que era tan fuerte que estaba a punto de materializarse, no, olvida eso, su cabello estaba empezando a dividirse en nueve partes, simulando las colas del Bijuu que alguna vez estuvo encerrado en su interior, incluso su chakra parecía estar tomando esa forma.
"Propuesta, tenemos que escapar" - dijo uno de los clones de Zetsu mientras el resto asentía, preparándose para escapar en diferentes direcciones, aunque antes de que pudieran hacerlo, todos y cada uno de ellos, sintieron cómo algo penetraba sus cuerpos al mismo tiempo - "¡ARGH!"
"¿De verdad pensaron que yo los dejaría escapar cuando ustedes intentaron entrar a mi hogar con claras malas intenciones?" - preguntó Kushina con un odio tan frío que incluso los clones sintieron escalofríos - "Si es así, entonces ustedes son más estúpidos de lo que piensan..."
Las cadenas que habían atravesado a los clones de Zetsu, lentamente empezaron a moverse alrededor de sus cuerpos, pareciendo como si fueran serpientes tratando de apretar sus presas.
El líder del escuadrón de clones de Zetsu, empezó a temblar mientras sentía cómo su chakra era drenado a gran velocidad.
Rápidamente, Kushina invocó un Kage Bunshin y lo mandó a Kumogakure no Sato, solo para que reapareciera junto a Anko, quien estaba mirando con una sádica sonrisa a sus nuevas presas.
"Gracias por el juguete, Kushina-san" - dijo Anko mientras se lamía los labios, solo para tomar a uno de los clones de Zetsu y ponerle un talismán en la frente, uno que prevenía que él usara su chakra - "Veamos, tengo unas 50 copias para jugar, supongo que tú eres el primer afortunado"
Sin decir nada más, Anko se llevó al clon a un cobertizo cercano, solo para que luego de unos segundos se escucharan los gritos del clon, aunque estos no duraron mucho, porque Anko salió con un cadáver que lentamente se disolvió.
"¿Qué fue eso?" - preguntó Kushina con frialdad.
"Lo siento, no pensé que fueran tan frágiles, aunque encontré algo interesante, pero necesito comprobarlo" - dijo Anko mientras esta vez tomaba dos clones de Zetsu, quienes empezaron a temblar porque podían ver qué era lo que les esperaba.
Anko no dijo nada, ella simplemente los metió al cobertizo, solo que esta vez los gritos se duplicaron.
Mientras la maestra de serpientes hacía su trabajo, Ino e Hinata entraron a la mansión para revisar el estado de los niños, solo para ver cómo estos seguían durmiendo como si nada hubiera pasado.
Pocos minutos después, Anko salió sola del cobertizo con una enorme sonrisa sobre sus labios - "Tengo buenas y malas noticias, Kushina-san, y las dos son la misma"
"Habla" - bufó Kushina mientras continuaba drenando el chakra de estas monstruosidades de color blanco y cabello verde.
"Estas cosas tienen una especie de mente colmena, aunque pueden bloquear algunos estímulos, como el dolor" - respondió Anko mientras se lamía los labios - "Aunque esta habilidad se deshabilita cuando la sobrecarga del estímulo es superior a la barrera que los reprime, en otras palabras, si tengo a los suficientes clones puedo causar un apagón mental debido al dolor, pero en masa debido a que todos están conectados"
"Entonces hazlo" - respondió Kushina con una enorme y sádica sonrisa porque no había piedad contra los que atacaban a su clan, mucho menos a los que atacaban a su hijo.
Anko sonrió con maldad mientras creaba clones para tomar a los invasores, solo para que luego de unos segundos una gran cantidad de gritos resonara en el lugar. Kushina rápidamente creó una barrera de silencio porque no había forma que dejara que los niños vieran algo tan crudo como esto.
Sakura estaba pálida, al punto que empezó a sentir ganas de vomitar, mientras que Ino e Hinata desviaban la mirada.
"¿Cómo les fue en el entrenamiento?" - preguntó Kushina un poco más relajada.
"Lo completamos a la perfección, y ahora Yugito-san es la que está entrenando" - respondió Hinata mientras sacudía la cabeza - "Dijo que necesitaba aumentar su poder si quería ayudar a enfrentarnos a Akatsuki, más cuando el líder tiene los ojos del sabio"
"Tengo el chakra suficiente para hacer un último viaje entre Konoha y Kumogakure no Sato" - dijo Kushina mientras fruncía el ceño porque incluso con sus reservas de chakra Uzumaki, sumado con la ampliación en su tanque debido a que ella en el pasado fue una Jinchuriki, era un trabajo descomunal el viajar una distancia tan amplia.
Ino rápidamente sacó un comunicador y le puso un talismán, solo para que luego de unos segundos el sonido de una señal estática se escuchara de este objeto.
[¿Aló? ¿Ino-chan?]
"Papá, tenemos noticias" - dijo Ino mientras miraba a su maestra, quien asintió - "Anko-chan está a punto de crear una disrupción en esas cosas, así que les recomiendo que la usen"
[¿Disrupción? ¿De qué estás hablando?]
"Lo verás dentro de poco, solo inicia el ataque" - respondió Ino con molestia, aunque su expresión cambió cuando escuchó las siguientes palabras de su padre.
[¡¿Quién ordenó el despliego de Kirabi-san?!]
"¡Papá!" - exclamó Ino con terror porque sabía que la batalla estaba a punto de cambiar, con la aparición de Kirabi, el líder de Akatsuki aparecería en cualquier segundo, y tal como había pensado, sus peores temores ocurrieron, porque pocos segundos después, el sonido de una enorme explosión resonó al otro lado del comunicador.
[¡Mierda, ahí está, ese hombre en el aire es el líder de Akatsuki!]
"¡Anko-chan, hazlo ahora!" - exclamó Kushina con un tono serio, aunque ella no estaba segura de que si sus órdenes habían sido entregadas, porque la barrera de sonido todavía estaba activada.
[¡¿Esta es la disrupción de la que estabas hablando?!]
"Parece que fue un éxito" - murmuró Kushina con una sonrisa - "¡¿Qué estás esperando?! ¡Ataquen!]
[Lo siento, tengo que cortar, Shikaku ordenó que todas las fuerzas aliadas ataquemos para destruir las raíces que sirven como fábrica de creación de esas cosas, luego hablamos]
La sonrisa de Kushina se mantuvo, aunque rápidamente sintió una fuerte presencia caminando fuera de la mansión, siendo esta, nadie más, ni nadie menos que Yugito Nii, la Jinchuriki de Matatabi.
"Lamento la demora, estoy lista para partir" - dijo Yugito con una expresión firme en su rostro ahora un poco más maduro, con una vestimenta que no había cambiado mucho a pesar de que su figura era mucho más seductora - "Estoy lista"
"Entonces vamos" - dijo Kushina mientras mandaba a un clon a decirle a Anko que ellas se iban - "Vamos, Ino-chan, Hinata-chan"
"¡Ok!" - exclamaron las dos chicas.
"Yugito-san, necesito de tu chakra, o mejor dicho, el de Matatabi" - dijo Kushina con seriedad, solo para sentir cómo su poder regresaba - "Gracias"
"Matatabi dice que no tienes por qué agradecerle, es lo menos que puede hacer cuando estás ayudando a uno de sus hermanos" - respondió Yugito mientras los cuatro desaparecían en un destello rojo, a la par de que los gritos de los múltiples clones de Zetsu todavía estaban siendo contenidos dentro de la barrera de silencio.
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La situación había dado un giro de 180° debido a la disrupción creada por Anko.
Los clones estaban soltando gritos de agonía mientras eran asesinados uno detrás de otro por las fuerzas aliadas, al punto de que una de las raíces había caído en cuestión de segundos. La más grande fortaleza de los clones de Zetsu, era ahora su mayor debilidad, al punto de que Kuro Zetsu tuvo que ordenarle a Shiro Zetsu que desactivara esta función porque si no todos sus clones serían asesinados sin oponer resistencia, lo que causó que la batalla nuevamente regresara a un punto neutral, uno que lentamente se estaba moviendo en dirección favorable para las fuerzas shinobi.
Kuro Zetsu estaba furioso por este desarrollo, aunque su expresión cambió cuando sintió una presencia familiar aparecer en Kumogakure no Sato, una que le trajo una enorme sonrisa sobre sus deformes labios. La Jinchuriki del Nibi había aparecido, y en otras palabras, ahora tenían dos objetivos, es por eso que él rápidamente envió un clon para informarle a Pein sobre el cambio en la situación.
Mientras la situación cambiaba drásticamente a las afuera de Kumogakure no Sato, Kurama estaba despertando de su estado de inconsciencia, con su cuerpo y mente nuevamente recargada, aunque molesto porque Tsunade lo había atacado.
"Kurama-chan" - dijo Shima con preocupación - "¿Qué tienes pensado hacer?"
Kurama no respondió, él simplemente escuchó toda la información que Kushina le había enviado durante las últimas horas, aunque no pudo contenerse más cuando notó la mirada preocupada de Tsunade - "No lo sé, esta situación es demasiado complicada..."
"Kurama, tienes que ir a ayudar" - dijo Tsunade mientras tomaba un largo respiro - "Todavía no es tiempo para iniciar con la siguiente fase de mi entrenamiento"
"Tal vez tengas razón, pero no puedo dejarte sola en este momento" - respondió Kurama con el ceño fruncido - "No sabemos qué cambio puede suceder, aunque eso no significa que no pueda ayudar de otra forma..."
Kurama rápidamente creó un clon de madera con la mitad de su chakra para mantenerlo activo por un buen tiempo, solo para enviarlo hacia el lugar del combate, aunque cuando hizo esto, él sintió cómo algo se activaba en la parte más profunda de su mente.
"¿Kurama?" - preguntó Tsunade al notar cómo el joven fruncía el ceño.
"No es nada" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza, decidiendo ignorar ese extraño tirón dentro de su mente.