Izer sentía el hormigueo familiar de la humillación. No era una descarga de adrenalina, sino un picor amargo que comenzaba en el pecho y subía hasta quemarle las mejillas. Había conocido ese picor demasiadas veces en los últimos veinte años. Era la sensación de ser el extra en la vida de los demás, el telón de fondo.
Pero esta vez dolía más. Esta vez, el telón de fondo se había desvanecido, dejando solo la figura de Kira.
Ella estaba a solo tres metros, sentada en la mesa más luminosa de la cafetería de la universidad, su sonrisa radiante dirigida no a él, sino a su reemplazo: Nylan.
Izer no podía apartar la vista. Hacía tres semanas, Kira había terminado la relación, citando una falta de "ambición y visión de futuro". Un eufemismo costoso. Ahora entendía la traducción: "no tienes dinero suficiente."
Nylan, en cambio, rebosaba ambas cosas. Llevaba una chaqueta de cuero que parecía costar el alquiler anual de Izer y un reloj cuyo brillo competía con la luz del mediodía. Nylan tenía la presencia de alguien que nunca había tenido que preocuparse por el saldo bancario.
Mientras Izer sorbía su café recalentado, Kira se inclinó hacia Nylan, susurrando algo que hizo reír a carcajadas al chico. Al terminar de reír, Nylan levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Izer. Nylan le dedicó una sonrisa condescendiente, ese tipo de sonrisa que solo da el ganador al perdedor ya derrotado.
La humillación picó. El picor se convirtió en un ardor intenso. Izer apretó la taza de café hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
En ese instante preciso, cuando la amargura de su fracaso era máxima, Izer escuchó algo que no procedía del mundo exterior. Era un sonido metálico, frío, que vibraba directamente en su conciencia, seguido de una luz azul tenue que nadie más pareció notar.
[¡BEEP! El Sistema de Retribución ha sido desbloqueado.]
[Estado del Usuario: Izer. Nivel de Desprecio detectado: Crítico. Causa: Pobreza percibida.]
[Instrucción: El Sistema recompensa la Ley del Bumerán Social. Humilla a quienes te menosprecian demostrando superioridad financiera. Gasto retribuido x10.]
[Misión Activada: Humillación de la Ex. Condición de Victoria: Demostrar superioridad financiera frente a Kira y Nylan.]
Izer parpadeó. ¿Qué era eso? ¿Estrés? ¿Un ataque psicótico? El mensaje parpadeaba en una esquina de su visión, como un HUD de videojuego. Lo ignoró, frotándose los ojos. Pero el mensaje persistía, y de repente, su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón.
Sacó el teléfono. Recibió una notificación de su banco:
"Depósito de $100,000.00 USD recibido."
$100,000.00. Su salario de tres años. ¿Un error bancario?
El mensaje del sistema se actualizó:
[Recurso Inicial Otorgado: $100,000.00. ¡Úsalo para la Misión!]
Izer dejó caer la taza de café. El estruendo fue amortiguado por el parloteo de la cafetería, pero Izer no lo escuchó. Solo miraba su teléfono, y luego, con lentitud, a Kira y Nylan. El ardor en su pecho no era ya de vergüenza, sino de una posibilidad gélida y terrible.
— La Boutique "Vanguard"—
Diez minutos más tarde, Izer estaba frente al escaparate de Vanguard, la boutique de ropa de lujo de la ciudad, un lugar al que solo había mirado por la ventana. El sistema era real, y su primer acto debía ser aquí.
Justo cuando estaba por entrar, una figura familiar se acercó por su espalda.
"¡Izer! ¡Hey, amigo!"
Era Leifard, su compañero de cuarto. Leifard era un estudiante de finanzas perpetuamente en busca de una oportunidad y con un armario lleno de ropa casi de marca.
"¿Qué haces aquí, Izer? ¿Te perdiste? Este lugar es para la gente de la liga mayor, hermano." Leifard rió, pero su risa tenía un matiz de nerviosismo.
Izer sintió la urgencia del sistema. Si iba a humillar a Kira, necesitaba un escenario y una audiencia. Leifard era la audiencia perfecta.
"Leifard," dijo Izer, y notó que su voz sonaba más grave, con un tono de mando que nunca antes había poseído. Era el primer efecto secundario, una pizca de Carisma Nivel 1 actuando sobre su tono.
Leifard se irguió. "Sí, ¿qué pasa?"
"Entraremos. Necesito un nuevo guardarropa. Y tú vas a llevar mis bolsas."
Leifard lo miró, incrédulo. "¿Qué? ¿Estás bromeando? ¿Quién te dio dinero, un tío lejano?"
Izer simplemente deslizó su mano sobre el hombro de Leifard. El toque no fue agresivo, pero el efecto del Carisma Nivel 1 se intensificó. Leifard sintió una ola de respeto involuntario, una necesidad de complacer a Izer, de estar cerca de su recién descubierta aura de poder.
"Tengo un inversor, Leifard. Y ahora, vamos. No tengo todo el día para cambiar mi vida," dijo Izer, y abrió la pesada puerta de cristal.
El interior de Vanguard era minimalista y frío. El único color era el de las telas caras y, oh, sorpresa: allí estaban Kira y Nylan.
Kira estaba en un espejo probándose una bufanda de seda, mientras Nylan le hablaba con gestos ampulosos. Los ojos de Kira se encontraron con los de Izer y se abrieron en un gesto de absoluta incredulidad.
"Izer? ¿Qué haces tú aquí?" Su tono era mezcla de alarma y desprecio.
Nylan se giró. Vio a Izer con su ropa gastada, y a Leifard con su camisa de imitación. Una risa seca se escapó de Nylan. "Tranquila, Kira. Seguro que solo está mirando los precios."
[Nivel de Desprecio de Nylan: Alto. Condición de Humillación: Perfecta.]
Izer ignoró a Kira y Nylan. Se acercó a la dependienta más cercana, una mujer alta e intimidante.
"Buenos días," dijo Izer, y el Carisma Nivel 1 volvió a actuar. La dependienta, que estaba a punto de ignorarlo, se detuvo y lo miró con una atención casi magnética. Su voz era firme, su presencia imponente.
"Quiero todo. Todo lo que esté en este maniquí. En esta pared de vaqueros. La sección de chaquetas de cuero. Y todo lo que ese chico de allá, Nylan, ha tocado o se ha probado en los últimos diez minutos. Ponlo en mi cuenta."
Hubo un silencio completo en la boutique. Leifard se atragantó detrás de Izer. Kira se quitó la bufanda de seda de golpe. Nylan se puso pálido.
"Disculpe, señor, ¿ha dicho 'todo'?" preguntó la dependienta, recuperándose del shock.
"Sí. Y de paso," Izer se acercó a Nylan y tomó la chaqueta de cuero más cara que Nylan estaba mirando. Nylan intentó quitársela, pero la mano de Izer fue más rápida y fuerte. "Señor Nylan, no creo que este color le siente bien. Además, tengo una regla: no me gusta que mis empleados usen la misma ropa que yo. Yo me la llevo."
La cara de Nylan se transformó de arrogancia a ira pura. "¡Tú, idiota sin dinero! ¿Quién te crees que eres?"
"Soy tu cliente, Nylan," replicó Izer con una sonrisa de depredador. "Y tú eres un espectador. Un perdedor en un juego que acabas de empezar a jugar."
La compra fue frenética. Izer pagó $45,000 USD de golpe. El sistema no le dio la opción de arrepentirse. Era pagar o la misión fallaba.
Mientras la dependienta deslizaba la tarjeta, Kira se acercó, sus ojos fijos en la pantalla de la terminal.
"Izer, ¿de dónde sacaste...?"
"¿De dónde saqué el dinero, Kira?" Izer la interrumpió, su Carisma Nivel 1 al máximo. Por un momento, Kira se sintió tan pequeña como él se había sentido en la cafetería. "Tú dijiste que no tenía ambición. La ambición paga mejor de lo que piensas. Pensaste que Marco era tu boleto. Estuviste equivocada."
Se giró hacia Nylan, que estaba siendo retenido por un Leifard asustado pero fascinado. "Nylan, espero que tengas recibos. Acabo de comprar toda la ropa que pensabas que te hacía interesante. De ahora en adelante, cuando la gente te vea, pensarán en mí. Eres mi reflejo barato."
El recibo salió. Izer lo tomó y salió de la tienda, con Leifard tambaleándose detrás de él, cargado con bolsas y cajas.
Apenas cruzaron la puerta, el mensaje sonó en la cabeza de Izer, fuerte y triunfal:
[¡Misión Cumplida! Humillación exitosa.]
[Gasto: $45,000.00 USD. Recompensa: $45,000 x 10 = $450,000.00 USD depositados en su cuenta bancaria.]
[¡Felicidades! Se ha activado una mejora de habilidad.]
[Habilidad: Carisma (Nivel 1 -> Nivel 2). Mejora: Filtro de Intención activado. Ahora puedes discernir con precisión la ambición de las personas que interactúan contigo.]
Izer se detuvo en medio de la acera. En lugar de sentir un placer inmenso, sintió una sacudida de frío. Tenía $450,000. Y una nueva habilidad.
Se giró hacia Leifard, que estaba jadeando, con los ojos brillando.
"Izer, eres un genio. ¡Un genio! Esto es increíble. ¿Quién es tu inversor? ¡Dime, por favor! Tienes que dejarme entrar en esto. ¡Podemos gobernar esta ciudad!"
Mientras Leifard hablaba, el "Filtro de Intención" de Izer se activó. Vio un aura tenue alrededor de Leifard, una bruma que pulsaba con una sola palabra: Oportunidad. Leifard no estaba emocionado por Izer, sino por lo que Izer podía hacer por él.
Izer sintió el primer indicio de su futuro vacío. Había ganado poder, pero acababa de perder a su único amigo genuino, reemplazándolo con un seguidor que solo veía un signo de dólar flotando sobre su cabeza.
"Te dejaré entrar, Leifard," dijo Izer, su voz ahora completamente segura, pero con un matiz de frialdad que no existía antes. "Pero tienes que prometerme que siempre serás honesto conmigo."
El filtro de Izer le gritó una advertencia. Pero Leifard, con el aura de Oportunidad parpadeando, asintió vigorosamente.
"¡Prometido, Izer! ¡Siempre!"
Izer sonrió, una sonrisa que no llegaba a sus ojos. Acababa de comprar su primer seguidor. El juego, el verdadero juego, acababa de empezar.