—Perspectiva: Zhu Xian —
El suelo colapsó bajo sus pies con un crujido seco. No fue una trampa, ni una criatura. Fue el propio terreno, deteriorado por años de tormentas de hueso, que cedió de pronto, abriendo una sima profunda cubierta por raíces negras y vapores venenosos.
Zhu Xian cayó sin gritar.
Lo último que vio fue el rostro de Yun Yun alzando la mano, demasiado tarde.
Luego… oscuridad.Luego… presión.
Su cuerpo quedó atrapado entre dos placas de piedra. No lo suficiente para matarlo, pero sí para inmovilizarlo.Sin Dou Qi. Sin fuerza externa. Solo su cuerpo.Y la roca… lo estaba devorando.No por peso, sino por algo más sutil:
Era como si esa grieta absorbiera el alma misma.
Sintió un tirón dentro de su pecho. Una presión suave, como un susurro que se volvía cuchillo.
La Puerta… no era solo un campo de pruebas.
Era un depredador de conciencia.
Zhu Xian intentó mover la pierna. Dolor.Movió el brazo. Solo la muñeca.
Respiró hondo.
Cerró los ojos.
"Si esta es una trampa de alma… lo único que puede salvarme… es otra alma."
Pero no gritó.No llamó.
Solo pensó: Ella sabrá.
— Perspectiva: Yun Yun —
Zhu Xian desapareció.
El aire lo succionó. No hubo sonido. Solo vacío.
Yun Yun se lanzó sin pensarlo.
Saltó hacia la grieta abierta, envolviéndose el rostro con la tela de su manga.El olor que ascendía era… putrefacción de alma. Un hedor sutil, pero denso. Como si miles de pensamientos muertos vivieran allí dentro.
Descendió sin cuerda, sin técnica, solo usando los bordes de las raíces endurecidas como puntos de apoyo.
Y entonces… lo vio.
Zhu Xian estaba atrapado entre dos placas. No sangraba, pero su piel temblaba.
Y peor aún: sus ojos estaban abiertos… pero vacíos.
Yun Yun sintió un puño cerrarse dentro de su pecho.
"No… no después de todo lo que hemos sobrevivido. No ahora."
Saltó los últimos dos metros. Cayó a su lado.
Puso ambas manos sobre su pecho.
Sintió la presión.Su alma estaba siendo absorbida. Lentamente. Silenciosamente.
—¡Zhu Xian! —llamó.
Nada.
Cerró los ojos. Puso su frente contra la de él.
"Si tu alma está siendo devorada… préstame un hilo. Solo un hilo."
Liberó su energía espiritual, no como ataque, sino como puente.
Era arriesgado. Muy arriesgado.
Pero Yun Yun ya no era la líder de la secta.
No aquí.
Aquí… era solo una mujer que no soportaba la idea de perderlo.
—
— Perspectiva: Zhu Xian —
Sintió algo.
Una vibración suave. Femenina. Precisa.
Como un perfume… sin olor. Como una palabra… sin voz.
"Ven."
No lo dijo. Pero la escuchó.
Abrió los ojos.
Y la vio.Pegada a él. Frente contra frente.Sus almas conectadas.
La roca vibró.
Un gemido se filtró por las placas, y luego… el peso se rompió.
Las piedras cedieron.
Y ambos cayeron hacia un pozo más profundo.Pero esta vez, juntos.
Rodaron por el lodo hasta una pequeña cámara natural.
Zhu Xian gimió. El cuerpo entero le dolía.Yun Yun jadeaba, con el rostro bañado en sudor.
Él la miró.
Ella no lo dejó hablar.
Solo susurró:
—Nunca más te pierdas sin mí.
Él sonrió. Una vez más.
—Nunca más… sin ti.
—
No se abrazaron.
Pero esa noche, cuando encontraron una grieta para refugiarse del viento negro, ella se recostó sobre su pecho.
No pidió permiso.
Y él no lo necesitaba.
Porque ahora… ya no eran dos sobrevivientes.
Eran un alma, dividida por dos cuerpos… en un infierno sin salida.