Cherreads

Chapter 3 - Capítulo III (Editado)

El gimnasio estaba en completo silencio. Todos temían por sus vidas. Ese tipo no era normal, derrumbó la puerta del gimnasio solo con sus manos. Supuse que ese era el hombre con poderes del grupo terrorista. Si él estaba aquí, lo más seguro era que los otros dos estuvieran por venir.

Sus pasos lentos pero seguros, aterrorizaban y provocaban angustia a todos los presentes. Mis manos temblaban y sentía como el sudor se empezaba a acumular en mi frente.

—¡Detente! — Gritó la principal. Era una afroamericana de 48 años con ojos verdes esmeralda y pelo corto castaño. El hombre pelirrojo dejó de avanzar hacia nosotros y volteó la mirada para ver a la principal—. No le hagas nada a los niños — Exigió la principal. Su postura era desafiante y confiada. 

Una risa burlona se formó en la cara del pelirrojo. Avanzó lentamente hacia la principal. 

Si mal no recordaba, la principal era un despertado. Pero dudaba que su capacidad fuera útil contra el monstruo de pelo rojo y ojos claros. Teniendo en cuenta que su habilidad es hacerse invisible, la principal está siendo demasiado confiada. Debía de tener algún as bajo la manga.

El pelirrojo se acercó a la principal, ella se volvió invisible de inmediato.

—¡Pff!, ¿piensas que hacerte invisible ayudará en algo? ¿Qué planeas escapar y pedir ayuda? ¿Abandonarás a estos niños? Eres más egoísta de lo que… — El pelirrojo habló a medias. La principal apareció justo delante del pelirrojo con una pistola apuntando a su cabeza. El sonido de un disparo llegó a mis oídos y vi como el pelirrojo cayó al suelo.

—¡Sí! ¡Toma eso, psicópata! — Gritó un estudiante al lado mío.

—¡Esa es nuestra principal! — Exclamó otro estudiante.

—Al final no era la gran cosa — Habló uno de los maestros que estaba cerca de nosotros.

«Murió demasiado rápido…, algo no cuadra... ¡¿Y el charco de sangre?!», pensé. Rápidamente llegué a la conclusión de que el pelirrojo no estaba muerto, ese tipo emanaba un aura demasiada poderosa para morir por un simple disparo. 

—¡Principal, cuidado! ¡Él sigue vi… — Dije a medias. No fui el único que se dio cuenta que el pelirrojo seguía vivo. Michelle trató de advertirle a la principal, pero era demasiado tarde. 

—Buen intento, pero las armas de fuego no funcionan contra mí — Dijo el pelirrojo mientras su mano atravesaba el estómago de la principal. Se movió tan rápido, casi no pude seguir sus movimientos.

—Parece que los maestros no van a participar en mi pequeño juego — Habló el pelirrojo. Se movió rápido hacia el grupo de maestros que estaban con el vicepresidente. Inmediatamente los gritos y súplicas se escucharon en toda la escuela. Solo duró un minuto, pero se sintió como si fueran horas. Todos las personas que estaban en la puerta derecha murieron a manos del pelirrojo. Apreté mis manos de impotencia. No podía hacer nada, él era demasiado fuerte y yo no sabía controlar mis poderes. Con sus botas llenas de sangre, el hombre se dirigió hacia nosotros—. Veamos. ¿Ustedes también son maestros? —preguntó el pelirrojo al llegar, mirando a la señorita Bount, la enfermera y los tres maestros restantes—. ¡Oh, él parece estar muy herido! — Añadió el pelirrojo al ver al chico que yo salve en una camilla blanca al lado de la enfermera—. Bueno, tampoco lo necesitó. Si está herido no podrá participar en el juego. 

El puño del hombre golpeó la cabeza de la enfermera y su cabeza explotó, los restos del cerebro de la enfermera salpicó a algunos estudiantes y a los maestros restantes. El pánico resurgió. Pero aun así, nadie se movió, solo gritaban y temblaban. Y es que todo el mundo lo supo: si nos movíamos, moriríamos.

—¡Qué demonios! — Susurré.

—Una menos. ¿Quién sigue? — Cuestionó el hombre con un tono burlón, estando completamente desapegado al hecho de que acaba de matar a cuatro personas y de explotar la cabeza a otra. Sin contar que de seguro los cinco maestros que fueron aplastados o empujados cuando él entró deben estar muertos también. «Todo esto es irreal, esto no puede estar pasando. ¿Qué le pasa a este tipo? ¿Está loco? ¿Cómo no siente nada luego de matar a tanta gente? Debo encontrar una manera de salir de aquí, ¿Podré? No puedo dejar a todos mis compañeros aquí. ¡Maldición! ¡¿Tan siquiera es humano?! ¡Parece un maldito monstruo! Es... Es un monstruo», pensé mientras veía al pelirrojo disimular un estado pensativo. Estaba «pensando» a quién matar. 

—Debo sacar a Luna de aquí — Susurré. Bajé la mirada y observé a Luna, quién estaba temblando mientras trataba de cerrar los ojos y murmuraba cosas sin sentido. Su respiración era irregular y su piel blanca estaba pálida.

Cuando levanté la mirada vi cómo el pelirrojo se acercó al chico que yo había rescatado. El chico no podía ni articular bien una palabra; de hecho, creo que acaba de mearse en sus pantalones.

—¡Jajaja! — Se rió el pelirrojo—. ¿Te acabas de mear en tus pantalones? ¡Pff, Jajaja! — Se burló aún más—. Das risa y pena, pero aún así no te puedo perdonar la vida — Habló el pelirrojo. 

El chico se levantó y trató de correr pero el pelirrojo simplemente le lanzó una patada en el pie y el chico cayó arrodillado.

—P-por favor... No q-quiero m-morir. — Suplicó, pero aún así la mirada del pelirrojo no cambió en absoluto, al igual que sus intenciones.

El puño del pelirrojo iba directo a la cabeza del chico, pero la mano de alguien detuvo el golpe. «¿Qué? ¿Michelle?», pensé. Así es, MJ había detenido el golpe del pelirrojo. Sabía que ella era una despertada pero no sabía cuáles eran sus poderes.

—¡¿Oh?! — El pelirrojo se sorprendió de ver que alguien por fin hizo algo. Pero su sorpresa fue doble al ver que era una mujer, y una estudiante tan joven para rematar—. Valiente. Esperemos que tu ausencia no preocupe a nadie, señorita — Añadió el hombre. Le lanzó una patada a MJ y ella salió volando, chocando contra una pared. El pelirrojo se olvidó del chico y enfocó toda su atención en MJ. Se acercó hacia donde la había enviado. 

MJ escupió un poco de sangre y se levantó del suelo. Pude ver cómo la ira se reflejaba en sus ojos mientras miraba al pelirrojo. Los ojos de MJ se empezaron a poner rojos y de repente un rayo rojo impactó contra el hombre, haciéndolo atravesar la pared del gimnasio que daba hacia la calle. 

—¡Corran! — Gritó MJ. Los estudiantes empezaron a pasar por el agujero y a huir en diferentes direcciones, los maestros sobrevivientes hacían lo mismo. En solo segundos quedamos MJ, la señorita Bount, el chico herido, Luna y yo. MJ se quedó porque sabía que eso no iba a detener al pelirrojo, mientras que la señora Bount y yo teníamos lo mismo en mente: el chico herido. Simplemente no podíamos dejarlo. ¿Y Luna? Ni idea. Supuse que no podía moverse por el miedo. 

—Vamos — Dije. Me acerqué al chico y lo volví a montar en mi espalda. Si me movía rápido podría llevarlo a un lugar seguro—, hay que ir a un lugar seguro — Añadí. Me moví para salir por el agujero. Luna y la señorita Chrisley me siguieron. Pude ver al pelirrojo tirado en unos escombros de una bodega que había delante de la escuela. Suspiré, a lo mejor lo peor ya ha pasado.

Vi patrullas de policías acercándose. La señorita Bount se adelantó y les hizo señales con la mano, se pararon y me acerqué a ellos.

—¿Qué pasó? — Preguntó un policía mientras se bajaba de la patrulla. Había cuatro patrullas. Los ojos cansados del policía me daban a entender que antes de venir aquí estaba durmiendo.

—¡Unos hombres en-entraron a la e-escuela! Empezaron a ma-matar… — La señora Bount empezó a explicar, pero su voz chillona y alterada no dejaban entender lo que decía. Los nervios eran visibles en su cuerpo: sus manos temblaban debido a la experiencia cercana a la muerte que acaba de tener. Y no era la única en esa situación, aunque trataba de controlarme, mis piernas no podían dejar de temblar. 

Al mirarme en el reflejo de la patrulla pude ver mi ropa sucia y desordenada. Mi abrigo antes negro tenía manchas rojas de sangre en él, estaba bastante cerca de la enfermera cuando le volaron la cabeza. 

—Señora, cálmese. Los médicos vienen en camino. Ya están a salvo. De ahora en adelante la policía se hará cargo — Escuché la voz del policía mientras trataba de calmar a la señorita Bount—. ¿Dice que todavía quedan dos personas dentro de la escuela? — Preguntó el policía. La señorita Bount asintió—. ¿Dónde está el tercero entonces? — Preguntó nuevamente. 

Me volteé y MJ estaba saliendo del gimnasio, me fijé en donde vi al pelirrojo por última vez.

—No está ahí — Murmuré.

—Buen golpe — Dijo el pelirrojo. Se acomodó la ropa. Estaba delante de las patrullas policiales. «Se mueve demasiado rápido», pensé al verlo tan cerca. No era una gran distancia, pero por lo menos lo hubiéramos notado moverse. ¿Estaba demasiado distraído? Probablemente—. Primero, déjame encargarme de las moscas — Añadió. Su mirada pasó por todos los policías presentes, un total de 8 policías aproximadamente. Los policías sacaron su pistola instintivamente.

—No eres la única que puede hacer este truco — Habló el pelirrojo. Sus ojos se volvieron rojos igual que los de MJ y un rayo se disparó.

—¡Agáchense! —grité. Tiré al chico de mi espalda y me agaché, Luna también se tiró al piso.

Los policías estaban confundidos. El rayo pasó horizontalmente matando a la mayoría de policías, algunos fueron rápidos y se agacharon. 

—¡Ah! — Grité. Un cuerpo cayó encima de mí. Empujé el cuerpo con horror. Era de la señorita Bount, la mitad de su cabeza estaba rebanada. Se intentó agachar pero al parecer no fue lo suficientemente rápida.

—Continuemos — Dijo el pelirrojo. Se volteó hacia MJ. Sabía muy bien que los ojos de impotencia y furia que expresaba MJ era lo que quería el pelirrojo—. Me encanta esa expresión en tus ojos. Vas a divertirme mucho —confesó. Pude escuchar una risita burlona después que dijo eso.

Una gota cayó en mi cabeza, seguida de otra, y luego otra. Empezó a llover. Escuché una voz pero no pude entender, inmediatamente, escuché la voz otra vez pronunciando mi nombre. No lograba entender. 

Mientras me levantaba vi como MJ le lanzó unos rayos de energía a través de sus manos, el pelirrojo simplemente lo esquivo. Se acercó a MJ. Su puño se dirigía hacia el estómago de MJ, pude ver cómo lo esquivaba, pero el ataque no se detuvo ahí. Más golpes vinieron, ella no pudo esquivar más y utilizó sus brazos para cubrirse. Un fuerte golpe la hizo retroceder y sus brazos se pusieron rojos. Un jadeo de cansancio salió de su boca. Entonces, saltó y empezó a flotar. Se alejó varios pies del suelo. Utilizó su visión de calor de nuevo. Pero el pelirrojo volvió a esquivar y la copió. 

El pelirrojo se colocó delante de MJ.

—¿Listo? — Preguntó MJ.

—Me impresionas… — Dijo el pelirrojo a medias. Un aliento helado salió de la boca de MJ. El pelirrojo se cubrió con los brazos y luego voló hacia ella, atravesando el aliento de hielo. Un puñetazo impactó en la cara de MJ lanzándola al suelo a pocos centímetros de mí—. Es de mala educación interrumpir a alguien cuando habla — Informó, enojado.

MJ aterrizó encima de una patrulla. Su cara magullada, casi como si hubiera sido golpeada por un bate de metal. La vi escupir sangre y limpiarse la boca. Observé al pelirrojo en el aire, de repente, un rayo de calor le dio. MJ había aprovechado que él creía que estaba desorientada. El pelirrojo salió disparado nuevamente, estaba seguro que voló algunos buenos metros.

Me acerqué a MJ.

—¿Estás bien? — Pregunté. La lluvia mojaba su cabello y ropa. El cansancio que tenía era notable. 

—Eso creo — Respondió, intentando levantarse. Le ofrecí la mano y aceptó, ayudé a que saliera de encima de la patrulla—. Seguramente sigue vivo, mejor vete antes de que vuelva — Dijo, mientras, unos quejidos de dolor salían de su boca.

—No te preocupes por mí — Dije.

—¡Exacto, preocúpate por mí! — Exclamó el pelirrojo. Su puño golpeó mi estómago. Vi como todo a mi alrededor se movía. Choqué contra una casa y atravesé la pared hasta la sala.

—Esto es el karma — Pronuncié al recordar cuando golpeé al asesino de mi abuelo y lo mande a volar. Extrañamente los golpes del pelirrojo no me dolían—. ¿No es tan fuerte como aparenta? No, no es eso. Tal vez simplemente soy más resistente de lo que pensé — Me cuestioné. La fuerza del pelirrojo es claramente exagerada.

Me levanté de los escombros y salí de la casa. Una MJ siendo pateada entró en mi visión. Mientras ella estaba tirada en el suelo, el pelirrojo pisaba su pierna derecha. Ella se retorcía y chillaba de dolor. Me moví rápidamente hacia el pelirrojo y antes de que él pudiera reaccionar, lo golpeé con mi puño en la cara. El pelirrojo chocó contra la misma patrulla que MJ unos minutos atrás.

—Ven, levántate — Le dije suavemente a MJ mientras pasaba mi mano por debajo de su hombro y la ayudaba a caminar—. ¡Luna! — Grité. Observé cómo Luna salía de debajo de una patrulla junto al chico que había rescatado antes y el policía que antes calmaba a la Señorita Bount—. Necesito que vayan a un lugar seguro y pidan ayuda — Dije al ver cómo se acercaban. 

—Tendríamos que esperar a que lleguen fuerzas especiales o La Unión — Habló el policía. Él estaba ayudando al chico a caminar.

—Sí. Sin embargo, ahora mismo quiero que se alejen lo máximo posible — Dije. Me acerqué a Luna y le pase a MJ para que la ayudara a caminar. Parecía que se iba a caer en cualquier momento. Por lo menos MJ aliviaba el peso al flotar un poco lo cual facilitaba que Luna la pudiera cargar.

—¿Qué va a pasar contigo, Mikey? — Preguntó Luna.

—Me quedaré a entretener a este tipo hasta que venga la ayuda, si no lo hago puede matar a más personas — Respondí. Toda el área estaba sola. Ni un solo peatón estaba circulando por las calles, todo debido a que la policía ya había lanzado un aviso sobre esta zona. También debía ser por la lluvia, las personas debían estar encerradas en sus casas. ¿No había nadie en la casa donde choqué? Raro. ¿Tal vez sí había pero estaban en el segundo piso? Probablemente, aún así, tenía que tener cuidado. Podría matar a alguien sin querer.

—¡Pero podrías morir! — Reprochó Luna con lágrimas en los ojos.

—¡Estaré bien! ¡Soy muy fuerte! — Exclamé con una gran sonrisa en mi rostro mientras acariciaba la cabeza de Luna con el fin de calmarla, justo como lo haría un hermano a su hermanita pequeña—. Ahora, váyanse. Ahí viene — Dije. Miré cómo el pelirrojo se acercaba hacia nosotros.

—¡Por favor, no mueras! ¡Promételo! — Gritó Luna mientras se alejaba junto a MJ y los otros dos. Se veía muy gracioso cómo Luna trataba de ir rápido sin tener en cuenta el dolor que sentía MJ en su pierna. Sabía que lo hacía inconscientemente, pero me reiré bastante cuando MJ le de un coscorrón a Luna.

—¡Lo prometo! — Grité. El olor a sangre y humedad me incomodaban. Nada parecido al cómodo sentimiento de liberación que me daba el volar, ahora me sentía muy agobiado.

Cuando vi que estaban bien lejos, me volteé para ver al pelirrojo observando la escena. Un rostro paciente e imperturbable se expresaba en su cara.

—¿Puedo saber quién eres y por qué haces esto? — Pregunté. Aproveche que parecía no querer luchar para preguntarle.

—Antes de presentarme, te tengo una pregunta — Habló. Sus ojos parecían analizar hasta el mínimo pelo en mi—. ¿Eres Michael Santana?

—¿Cómo sabes mi nombre? —cuestioné. El sonido inquietante de las gotas de lluvia chocando contra el suelo más el hecho de que este tipo sabía mi nombre, me puso nervioso, más de lo que ya estaba.

—Tu madre manda saludos —dijo mientras mostraba una sonrisa «amigable».

—¡¿Quién eres?! —exigí una respuesta. Le agarre del suéter y lo levante en el aire—. ¡¿Eres miembro de Leviathan?! ¡¿Conoces a mi madre?! ¡Habla! —grité. Su rostro seguía imperturbable y de hecho, juraba que podía ver una pequeña sonrisa burlona impregnada en su cara.

Me golpeó en el estómago con un rodillazo que me hizo retroceder y soltarlo. No dolió pero me moví por instinto.

—¡Derrótame! — vociferó. 

Me agaché y le respondí con un puñetazo. Pero no le di tiempo a pensar y le golpeé con una patada en la cabeza. Cayó al suelo e hizo un barrido tumbandome. Luego, me agarró del brazo y me lanzó al aire.

Tenía que tener una fuerza increíble para poder lanzarme tan lejos mientras estaba en el suelo. Me detuve de inmediato. Choqué con el letrero de la escuela.

Volé de nuevo hacia donde estaba el tipo pero no lo ví. Un golpe me hizo estrellar contra el suelo.

Me levanté y miré hacia el cielo.

—Nada mal, Joven Santana —se burló.

—¡Te quitaré esa sonrisa de tu cara! —exclamé enojado. 

Levanté una patrulla y la tiré. La esquivó fácilmente. Se acercó y utilizó la visión de calor, no me dio tiempo para pensar así que me cubrí con mis brazos. Después lo agarré de la cabeza y lo arrastre contra el suelo. Mis brazos estaban intactos pero aún así me enojaba y lo golpeé en el piso. Se echó para un lado y me esquivó.

Una patada de media luna se dirigía hacia mí, pero tratando de esquivar me resbalé hacia atrás por la humedad de la calle, aún así, cumplí con el propósito de esquivar. Aunque no como yo deseaba. Mi mente corría a mil mientras trataba de esquivar y buscaba una apertura.

El pelirrojo soltó un grito. Otra visión de calor me impactó y choqué contra la patrulla donde Luna y compañía estaban escondidos unos minutos atrás. Al bajar la mirada pude ver mi ropa, la cual estaba quemada, rota y sobre todo sucia. Solté un suspiro y me levanté. 

—Eres invulnerable, pero tu ropa no —mencionó el pelirrojo mientras se reía.

Su risa no duró mucho cuando la patrulla lo golpeó. Me quité el abrigo destrozado y me quedé con un suéter blanco. Un suéter que tampoco estaba mejor que mi abrigo. 

—Hablas demasiado.

La patrulla salió volando en mi dirección, de no haber saltado, me hubiera dado. De lejos, salió el pelirrojo con el rostro ensangrentado y lo que parecía una nariz rota. Esta vez el pelirrojo se había enojado. Salió disparado a una velocidad increíble. Me preparé para esquivar pero no tenía alternativa, era demasiado rápido. Tenía que cubrirme y recibir el impacto. Aún así, la confianza en mi invulnerabilidad despejó todo miedo. El pelirrojo estiró el brazo para realizar el golpe con lo que pienso es toda su fuerza.

Pero entonces, una sombra que bajó desde el cielo golpeó al pelirrojo haciéndolo contra el suelo e impidiendo que me golpeara. El suelo se agrietó y el pelirrojo escupió una bocanada de sangre. La figura pisó la cabeza del pelirrojo.

—Hemos llegado —dijo Champion encima del cuerpo inconsciente del pelirrojo. De repente, seis figuras más aparecieron—. La Unión está aquí.

More Chapters