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Chapter 25 - (25) Reencuentro de una trágica pareja

Yoruichi y William se encontraban en la dimensión vacía de la Sociedad de Almas. 

La sorpresa de ver una Sociedad de Almas totalmente limpia y sin rastros del Gotei 13 ni el Rukongai era totalmente abrumadora. Cabía decir que Yoruichi vivió por más de cien años en la Sociedad de Almas por lo que verla desértica fue una completa sorpresa.

"¿Así que esta es la Sociedad de almas en este nuevo universo?" murmuró Yoruichi mientras observaba el Senkaimon, el cual era el único edificio que fue colocado por William.

"Ahora viene lo bueno." dijo William con emoción y abrió el sistema.

[¿Quieres crear la dimensión de Hueco Mundo? La primera vez, tu alma será llevada a la dimensión de Hueco Mundo. Una vez transcurrido, es posible viajar entre los dos mundos a voluntad]

William aceptó sin contemplaciones.

Aunque su alma desapareció de allí, no tardó nada en regresar para no dejar sola a Yoruichi. Pero entonces un sin fin de paneles del sistema comenzaron a emerger frente a sus ojos.

[El ciclo de la vida y la muerte ha sido reestructurado para complementar las dimensiones: Sociedad de Almas y Hueco Mundo]

[Las almas de los muertos que no tengan ataduras al mundo humano fluirán a la Sociedad de almas]

[Las almas de los muertos que tengan ataduras no podrán alejarse de la zona a la que están ligados y serán considerados almas errantes]

[Las emociones negativas intensas pueden aumentar la rapidez en la que un alma errante se corrompe y transforma en Hollow]

[Las almas que hayan sido corrompidas por su extensa estancia en el Mundo Humano serán transformadas en Hollows]

[Los Hollows buscarán instintivamente el Hueco Mundo por las optimas condiciones para su supervivencia y su evolución]

No fue una sorpresa que pudieran generarse Hollows al reestructurar el ciclo de la vida y la muerte. El sistema era de Bleach, no había sorpresa con ello. No tardará mucho tiempo en que tanto la Sociedad de Almas como el Hueco Mundo comiencen a llenarse de almas y hollows.

Lo único bueno que había ganado era la posibilidad de crear una nueva Sociedad de Almas desde cero, una donde no hayan nobles ni pobres. Donde todos tuvieran un propósito.

En esta nueva era, solo habría una figura en la cima, no por linaje, sino por convicción: el Rey Alma, y ese título recaería en William.

Él creía firmemente que incluso las almas incapaces de volverse shinigamis podían contribuir de muchas otras formas. Al fin y al cabo, la Sociedad de Almas era un mundo entero, y William tenía la determinación de desarrollarlo por completo.

"¡Imposible!" dijo Yoruichi con los ojos abiertos como platos.

Estaba viendo junto con William como el mundo cambiaba frente a sus ojos. Lo que antes parecía un terreno vacío comenzó a llenarse de flora y alterar su geografía con ríos y montañas.

Ambos observaban cómo el mundo cambiaba ante sus ojos. Lo que momentos antes era un terreno vacío y árido comenzaba a transformarse: ríos emergían serpenteando la tierra, montañas crecían al horizonte y una vegetación exuberante brotaba como si despertara de un sueño eterno.

William comprendía lo que ocurría. La nueva Sociedad de Almas se había vinculado completamente con el ciclo de la vida y la muerte. Era lógico que el terreno respondiera a ello… como si el alma del mundo por fin respirara.

"Es hermoso." susurró William, con una mezcla de asombro e incredulidad.

En cuestión de instantes, lo que antes era solo una desértica explanada se había convertido en un mundo vibrante: colinas suaves, picos majestuosos, ríos cristalinos y un manto de vegetación que lo cubría todo con vida renovada.

[Función nueva desbloqueada]

[Modificación de las dimensiones propias]

[Esta función permite modificar a voluntad cualquier parte de la dimensión que te pertenezca. A mayor cambio, mayor fortaleza mental será necesaria. Es recomendable actuar con precaución, el uso más allá del límite puede llevar al usuario a la perdida de conciencia.]

Al leer las notificaciones, todo el cuerpo de William se estremeció.

La idea de tener tal poder era abrumadora… pero también emocionante.

Quiso comprobar si era real.

Extendió la mano con una mirada decidida, y conectó su mente con el tejido mismo del espacio que lo rodeaba. No deseaba ir demasiado lejos en su primer intento, así que se concentró únicamente en una cosa: el pilar flotante y la base del castillo donde residiría el nuevo Rey Alma.

El aire se volvió pesado, cargado de una energía primitiva. El suelo tembló levemente.

Entonces sucedió.

Piedras titánicas comenzaron a alzarse desde el vacío, ensamblándose por sí solas como si obedecieran una memoria antigua, guiadas por la firme intención de su creador. Una energía sutil recorría el aire, como si el propio mundo lo reconociera como su dueño.

William estaba dando forma a su centro de poder.

Su trono. Su bastión.

El lugar desde el cual organizaría toda la Sociedad de Almas.

Y lo estaba haciendo con sus propias manos.

 "¿Lo estás... construyendo?" murmuró Yoruichi, incapaz de apartar la vista.

William no respondió. Ni siquiera la escuchó.

Toda su concentración estaba puesta en cada paso del proceso.

Su mente estaba completamente absorta, fusionada con el flujo de energía que moldeaba la realidad. Cada fibra de su ser estaba centrada en aquella creación. No había margen para distracciones. Solo voluntad.

Pero a poco de terminar sintió una punzada.

Apretando los dientes y esforzándose todavía más, terminó la construcción antes de alcanzar su límite.

"Huff huff... es más difícil de lo que aparenta." dijo William, cansado pero muy orgulloso al ver la base circular redonda flotando alto sobre el cielo y encima suya el pilar suspendido que sería su base y su castillo.

"¡Eso no importa!" gritó Yoruichi mientras lo zarandeaba sin control. "¿¡Qué fue eso de ahora!? ¡¿Acaso lo construiste de la nada?! ¡Ni siquiera sentí que usaras reiatsu!"

William se dejó caer sobre el suelo para descansar y aprovechó para contarle a Yoruichi sobre la nueva habilidad adquirida. Era una habilidad que no podía enseñar a otros ni aunque quisiera porque era más bien como si de una habilidad única se tratase. Era una habilidad vinculada a él pero que provenía del propio sistema, no de Bleach.

Yoruichi inmediatamente pidió un gran cuenco con leche, pero no cualquier leche sino la mejor que podría existir.

Estaba dejando salir sus instintos felinos cuando pidió eso, dibujando una sonrisa en los labios de William.

Con un simple gesto junto a un pensamiento de William, Yoruichi se percató que en sus manos estaba sosteniendo un cuenco de leche.

Fue misterioso el cómo había aparecido o porqué estaba sosteniéndolo cuando había estado con los brazos colgando hasta hace unos instantes. Yoruichi alzó el brazo mientras echó la cabeza hacia atrás y disfrutó de un trago fresco y dulce como ningún otro.

"¡Puah~! ¡Diez de diez!" respondió Yoruichi contenta. "Deberías probarla, es deliciosa."

William alzó un vaso con leche para brindar con ella.

"¿Brindamos por la nueva Sociedad de Almas?"

Yoruichi se fijó que su cuenco estaba misteriosamente lleno, como por arte de magia y tomó asiento junto a William.

"¡Por supuesto!" dijo Yoruichi con una sonrisa, aunque su mirada era la de alguien que había vivido un largo tiempo, con una mirada perdida en el horizonte. "No más sufrimiento, no más distinción entre clases y por supuesto, sin ninguna clase de nobleza. Solamente tú, yo, y un mundo repleto de almas con un brillante futuro por delante."

William quedó sin palabras. Aunque él creía conocer a Yoruichi mejor que nadie, no esperó las palabras de Yoruichi. 

William no contó con que Yoruichi también lo conocía bastante bien luego de pasar todo su tiempo juntos. Ella le había visto en las buenas y no tan buenas por lo que podía decir que le conocía bastante bien.

Su actitud en el Seireitei siguiendo las reglas aunque despreciándolas por completo junto al rostro de decepción que mostraba cuando miraba el mercado fueron suficientes para que Yoruichi se percatara del disgusto por la estructura de la Sociedad de Almas.

Ahora que presenció el nacimiento de una nueva Sociedad de Almas, Yoruichi supo el objetivo de William.

"¿Qué?" dijo Yoruichi acercándose más a él con una sonrisa pícara. "¿Acaso creías que no lo sabría? Jeh~ te faltan doscientos años para alcanzar la inteligencia de esta dama."

"Ya sean doscientos o dos mil años, estaremos juntos por siempre, ¿Te parece bien?" dijo William mirándola a los ojos.

Los ojos de Yoruichi se abrieron como platos.

Ella se apartó mientras se transformaba en un gato negro y se alejaba.

William pudo escuchar el murmullo de Yoruichi quejándose y solo pudo sonreír cariñosamente. Al parecer, Yoruichi seguía siendo incapaz de soportar los momentos románticos incluso si ya estaba saliendo con él.

Dejándole saber que ella iba a investigar los cambios de esta nueva Sociedad de Almas, William se quedó allí solo. Algo realmente normal viniendo de Yoruichi, el cual era un espíritu libre. 

William tenía pensado crear los trece edificios para los escuadrones, rodeando el castillo flotante, que se encuentra justo sobre el Senkaimon. Por supuesto, debía descansar un rato para ello o podría desmayarse por usar su habilidad recién adquirida.

El sistema le recordó con una notificación emergente si quería dejar que las almas almacenadas en el sistema fluyeran a la Sociedad de Almas. Como el sistema le aseguró que su contador de almas no descendería, William aceptó.

En ese momento lo sintió.

Muchas almas comenzaron a emerger por esta infinita tierra de los muertos.

Ese momento era el verdadero comienzo de la Sociedad de Almas. Todas las almas tenían ropas japonesas, mayormente yukatas o kimonos de colores planos. Con el vasto reishi en la Sociedad de Almas no morirían sus almas incluso si no comieran por días, semanas o meses. El reishi era el alimento primario del alma para mantener su existencia.

Haciendo uso del sistema, trajo frente a sí mismo el alma de Grisha Jaeger. Al hacerlo, Grisha estuvo desconcertado.

Grisha Jaeger recordaba su muerte. Había sido devorado por su hijo, Eren Jaeger, cuando lo transformó en titán con una jeringa. No podía entender cómo podía mirar sus manos intactas y sentir su cuerpo sin heridas.

"No te equivoques," dijo William sentado tranquilamente, desprovisto de toda tensión. " estás muerto."

"¿Eh? Tú... ¿no eres William? Eres el amigo de mi hijo." dijo Grisha.

Grisha vivió el momento del ataque de Shiganshina, pero días después fue cuando perdió la vida por lo que ni siquiera sabía sobre William siendo el ángel de Shiganshina. Las noticias no viajan tan rápido en un mundo sin las redes sociales ni la televisión o la radio.

"Si, aunque también soy el rey de las almas."

"¿¡Entonces eres tú!? ¡Tú eres quien quiso hacer un trato conmigo!" dijo incrédulo colocándose las gafas que se habían deslizado levemente.

"Si, y dime, ¿Estarías dispuesto a formar parte de la cuarta división, también conocida como la división médica del Gotei 13? Espero tu respuesta."

Grisha tragó saliva. Aunque había estado pensando en ello, hasta que no lo vio con sus ojos no podía creer completamente lo que pasó ese día.

Está muerto, lo sabía incluso sin que se lo hubieran dicho, pero ahora mismo todavía podía pensar racionalmente y tenía un cuerpo que controlar. No sabía que era un simple alma en un mundo espiritual, por lo que creía que su cuerpo era algo físico porque podía tocarlo.

¿Era aquel lugar el más allá? ¿O era otro mundo?

¿Entonces William era un verdadero dios?

"Déjame preguntarte algo." dijo Grisha Jaeger con gran seriedad. "¿Puedo conocer que ocurrió con los eldianos? ¿El esfuerzo de todos los que formábamos los Restauradores de Eldia sirvió de algo? ¿Fuimos capaces de ayudarlos?"

"Ni idea."

"¿Eh?" murmuró incrédulo Grisha.

"Moriste hace solo un par de meses. Todavía es el año 845 en el mundo de los vivos por lo que las cosas no se han desarrollado lo suficiente." explicó William, ni siquiera tenía el poder de The Almighty para ver y controlar el futuro. "Vamos, dame una respuesta. ¿Te unirás? Si aceptas traeré a Dina Fritz."

"¿Y todavía preguntas?" dijo Grisha Jaeger con la mirada perdida en el pasado. "Aunque nos casamos por un profundo propósito: restaurar el honor de Eldia y liberar al pueblo, la terminé amando por cómo era y no por su linaje. Probablemente me obsesioné demasiado con Zeke y no la valoré como era debido, pero siempre la amé."

William sintió el cúmulo de sentimientos de Zeke a través de su tono de voz y sus palabras. Al sentir eso y recordar su historia, le hizo darse cuenta aun más de que tener poder era la clave para obtener una vida feliz junto a tus seres queridos.

En ese momento, Dina Fritz emergió de la nada al ser liberada del sistema. 

Cuando Grisha Jaeger vio a la mujer que vio convertirse en titán frente a sus ojos, las lágrimas se acumularon en el rabillo de sus ojos.

Dina Fritz supo que había muerto. El último recuerdo lo compartió con Grisha, en el que le dijo que ella le encontraría, fue justo antes de ser transformada en un titán puro y perder la conciencia. Cuando lo vio delante suya, no pudo evitar llorar mientras la felicidad la abrumaba.

Sin perder tiempo, ambos terminaron abrazándose fuertemente.

"Te encontré." dijo Dina con una sonrisa en un rostro lleno de lágrimas que caían por sus mejillas.

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