Antártida - Interior de la Caverna del Dragón - Un Mes Después
Un mes había pasado desde la llegada de SHIELD al continente helado; la Antártida.
La estrecha entrada a la caverna, en el pasado una discreta hendidura en la montaña rocosa, ahora estaba flanqueada por una estructura de acceso prefabricada y hermética, con esclusas de aire y potentes calentadores para combatir el frío exterior.
En su interior, la enorme gruta que albergaba al dragón colosal de 1.656 metros de largo oficiales, se había transformado en una instalación de investigación y contención de alta seguridad.
La caverna estaba ahora seccionada en áreas de trabajo por una ingeniosa red de pasarelas metálicas suspendidas, plataformas temporales ancladas a las paredes de roca helada y mamparas de lona reforzada que creaban "habitaciones" semiprivadas. Los altos e irregulares techos de la cueva estaban salpicados de potentes focos LED que proyectaban una luz blanca y fría, revelando cada detalle de la majestuosidad petrificada del dragón.
El aire estaba cargado con el zumbido constante de generadores portátiles, con el leve crepitar de los calefactores y el murmullo de decenas de voces concentradas.
Por todas partes, el personal de SHIELD vibraba con una energía palpable.
En la base del inmenso esqueleto ya descongelado, los equipos de investigación forense trabajaban bajo andamios temporales, utilizando pinceles y pequeñas herramientas para limpiar y catalogar los huesos con una precisión casi quirúrgica. Contaban con escáneres 3D portátiles que mapeaban cada milímetro de la estructura ósea, y pequeños robots de exploración con cámaras avanzadas se deslizaban por las cavidades del esqueleto, documentando el interior de sus vértebras y costillas.
Sus monitores portátiles mostraban gráficos de datos, modelos holográficos y diagramas anatómicos del coloso.
Más allá, ingenieros y técnicos operaban maquinaria de perforación y muestreo de bajo impacto, extrayendo pequeños núcleos de roca e hielo de las paredes de la caverna para análisis geológicos. Los especialistas en contención supervisaban las barreras energéticas intermitentes que estaban alrededor del perímetro del dragón, asegurándose de que cualquier emanación o anomalía fuera contenida de inmediato.
Por último, pero no menos importantes, los fuertes agentes de seguridad se movían con constancia por las pasarelas y alrededor del esqueleto, con las armas enfundadas pero siempre a mano, y la vista alerta.
También había puntos de observación elevados con telescopios y cámaras de vigilancia, que garantizaban que nada pasara desapercibido, tanto dentro como por fuera de la caverna.
Y al fondo, cerca de la entrada segundaría, se había instalado un pequeño puesto de mando improvisado, con monitores que centralizaban los datos de todo el sitio. El frío seguía siendo un enemigo constante, pero la fiebre del descubrimiento y la eficiencia de SHIELD lo mantenían a raya.
Mientras cada miembro del personal se afanaba en sus respectivas áreas de trabajo, un hombre negro, con un parche en el ojo izquierdo y una expresión que parecía perpetuamente enfadado con el mundo, caminaba con las manos entrelazadas en la espalda. Su único ojo bueno escudriñaba cada rincón del vasto y cavernoso complejo, y cada rostro que pasaba a su lado. Los agentes, al verlo, asintieron con un respeto casi reverencial; su presencia llenando el espacio con una autoridad innegable.
Detrás de él, a un paso marcado y con un ligero pero decidido contoneo de caderas, avanzaba su mano derecha y subdirectora.
Sostenía en su mano derecha una avanzada tableta de color gris oscuro, donde revisaba datos y esquemas que, por el momento, no tenían nada que ver directamente con el dragón, sino con la logística general del sitio. Su nombre es Maria Hill, una mujer de impresionante belleza, con cabello negro azabache, corto y despeinado, con un atrevido corte pixie, y algunos mechones desafiantes que enmarcan su rostro. Y sus labios sensualmente carnosos, de un rojo intenso, y su mandíbula firme y definida le daban un aire de determinación profesional.
Cuando Hill terminó de revisar su tableta, alejó sus finos dedos de la mano izquierda y bajó el dispositivo hasta la altura de su pierna. Así, aceleró el paso, ajustándose para posicionarse un poco más cerca de su jefe, sincronizando su ritmo con el suyo.
En ese momento, Nick Fury, aún mirando al frente, habló con un murmullo que apenas interrumpía el zumbido de la caverna: "¿Algún avance con el proyecto 'Cerebro-Cero', Agente Hill?"
Cuando Hill terminó de escuchar a su jefe, con voz tranquila y profesional, respondió, sin dejar de caminar a su lado: "Director, el equipo del Dr. Richards ha logrado avances significativos en la miniaturización del supresor de ondas telepáticas", María se detuvo a pensar en sus próximas palabras y luego continuó, todavía caminando.
"Las pruebas de campo preliminares han mostrado una reducción del 85 % en la intrusión psíquica en sujetos de prueba de Nivel 2. Aún necesitamos optimizar el alcance y la durabilidad de la batería para un despliegue generalizado, pero vamos por buen camino para tener un prototipo listo para la fase dos de pruebas con telépatas de Nivel 3 en los próximos seis meses"
Mientras Hill respondía a la pregunta sobre el proyecto que supervisaba, ella y Nick llegaron a una puerta blindada que según era la oficina temporal de Coulson en el complejo, y antes de entrar, con la mano en la manija metálica, Nick se lamió los labios.
"Entiendo... Si es posible diles que apresuren los avances. También dile a Reed que si el equipo de SHIELD a cargo de este proyecto logra terminar el primer prototipo antes de seis meses, SHIELD se encargará de sus problemas económicos y financiará sus proyectos futuros por cinco años"
No era un secreto que la inteligencia del personal científico de SHIELD son de élite, pero ninguno se comparaba con mentes de la talla de Reed Richards. Richards es un superdotado en una liga muy diferente a la de sus agentes, una mente brillante que podía concebir soluciones que a otros les llevaría décadas. Por eso, con tal de acelerar el progreso de 'Cerebro-Cero', un proyecto importante que buscaba crear dispositivos en miniatura capaces de proteger la mente de los telepatas, SHIELD había acudido a él, y aprovechando su, por entonces conocida situación financiera precaria, SHIELD le había ofrecido una considerable suma de dinero y recursos, así persuadiéndolo para que se uniera a la iniciativa, y actualmente, trabajaba codo a codo con un equipo selecto de SHIELD.
El propio Nick le había pedido explícitamente que les enseñara e hiciera la mayor parte de los progresos junto a ellos, con el objetivo de que su propio equipo aprendiera y así, SHIELD no tendría que depender constantemente de ayuda externa para sus proyectos de alta complejidad.
"Le pasaré el mensaje al equipo y a Reed Richards lo antes posible, Director", respondió María Hill con la seriedad y el profesionalismo que la caracterizaban, con su voz firme e inquebrantable.
...
Oficina Improvisada de Coulson
Dentro de la oficina improvisada, una pequeña cavidad protegida por mamparas reforzadas y con el zumbido constante de la calefacción, el agente Coulson estaba sumergido en informes.
Tres pilas de documentos, una por cada equipo de personal desplegado en la cueva (seguridad, investigación, contención etc), esperaban su revisión. Ya había procesado al menos cuatro hojas casi completas de cada sección, mientras sus ojos examinaban líneas y gráficos que detallaban el progreso, los hallazgos y los innumerables desafíos logísticos.
Coulson colocó la última hoja en su escritorio modular, apilándola cuidadosamente a mano izquierda, y se reclinó en su silla, el chirrido de los resortes rompiendo el zumbido del calefactor.
Su mirada se desvió hacia el "techo" improvisado de su oficina, la lona tensada sobre el andamiaje, con un cansancio palpable en los ojos que ni siquiera el frío constante podía disipar. Siendo sincero, no debería de estar aquí; su mente vagó hacia una playa bañada por el sol caliente, la promesa de un hotel de cinco estrellas o el lujo de una sexi masajista experta. Un mes completo de vacaciones ganadas se suponía que lo esperaban después de años de trabajo incesante, donde en más de una ocasión había arriesgado su vida en misiones secretas y peleas de alto riesgo.
Pero en cambio, aquí estaba, confinado en una cueva helada, con el hedor metálico de la roca y el murmullo incesante de la maquinaria. En ese momento, el sonido de la puerta metálica de su oficina al abrirse lo sacó bruscamente de sus pensamientos.
Phil Coulson se incorporó de golpe en su silla, con una pizca de sorpresa en su rostro habitualmente impasible. Frente a él, enmarcando la puerta, se encontraba la imponente figura de su jefe, Nick Fury, y a su lado, la siempre decidida Maria Hill.
La llegada del Director fue inesperada; Coulson no había recibido ninguna advertencia de que Fury se dignaría a pisar este páramo helado hoy. Por eso, alejando su silla, Coulson se levantó y fue a recibir a Nick que cada vez se acercaba más.
"Agente Coulson", habló Fury con voz ronca deteniéndose frente a Coulson, con Maria a su lado en una postura de inquebrantable eficiencia. "Director, agente Hill", respondió Phil, extendiendo la mano a Fury quien la tomó con un apretón firme y rápido, luego, hizo lo mismo con Maria, un gesto que ella correspondió con cortés formalidad.
"Venga por aquí ", Coulson, conociendo bien su posición, colocó una mano en su abdomen por encima de su ropa y con la otra mano señaló su silla para que Nick se sentara mientras él retrocedía unos pasos, cediendo el centro del pequeño espacio.
Nick no esperó ni un segundo y aceptó la sugerencia de Coulson. Caminó con el crujido apenas perceptible de su ropa térmica negra y botas militares oscuras, y se sentó en la silla que antes ocupaba su agente de confianza. Hill, su mano derecha, se posicionó a su lado, firme, con las manos discretamente entrelazadas tras la espalda, erguida como una columna de acero.
Nick examinó por encima el escritorio y los papeles apilados; una mirada fugaz que no se detuvo en los informes, sino que evaluó la organización de la estación de trabajo de Coulson. Luego levantó la vista, apoyando los brazos en los reposabrazos de la silla, y preguntó con su voz característica, un tono que combinaba autoridad con un toque de impaciencia por saber contenida.
"¿Cómo va la evaluación de contención y el análisis biológico, Agente Coulson?"
El ceño de Coulson se frunció levemente ante la pregunta directa del Director Fury. Su mente pese al agotamiento, era un archivo impecable de datos y progreso. Por eso, en menos de un minuto, repasó mentalmente los informes, las imágenes de los escáneres y las conversaciones con los científicos de riesgos biológicos. El cansancio por un mes de esfuerzo implacable en el continente de hielo se apoderó de sus hombros, pero la profesionalidad con la que fue entrenado se impuso sobre cualquier agravio personal.
Posicionándose frente a su escritorio, donde ahora estaba sentado Nick Fury, Coulson tomó aire y comenzó su informe, su voz profunda y mesurada, cortando el zumbido constante del calefactor.
"Director, la evaluación de contención ha progresado satisfactoriamente, tomando en cuenta la escala del espécimen... También se ha establecido un perímetro de contención de Nivel 3 alrededor del esqueleto, con barreras de energéticas de bajo pulso que monitorean cualquier fluctuación de energía o emisiones biológicas... Hasta el momento, no hemos detectado ninguna firma de energía inusual o actividad molecular que sugiera reanimación o deterioro acelerado, y la temperatura estable de la caverna, que mantenemos artificialmente entre -5 y 0 grados Celsius, ayuda significativamente a su conservación y estabilidad"
Phil Coulson hizo una breve pausa, permitiendo que la información se asentara, con su mirada escaneando sutilmente la de Fury, buscando algún signo de impaciencia o satisfacción en sus ojos y semblante.
"En cuanto al análisis biológico, hemos catalogado con éxito el 87% de la estructura ósea. El esqueleto, como se preveía dada su clasificación como anomalía de tipo 'dragón' en nuestros archivos, presenta una densidad y composición que excede la de las especies terrestres conocidas..... Las microfracturas y la fosilización concuerdan con su antigüedad, posiblemente entre 65 y 70 millones de años, lo que lo sitúa en el Cretácico Superior, o incluso antes... La conservación es, en una palabra, extraordinaria. Parece que la criatura fue congelada instantáneamente tras su muerte, lo que evitó su descomposición y permitió su fosilización in situ con una integridad casi perfecta hasta ahora"
Se acercó al pequeño monitor portátil en su escritorio, tocando la pantalla para mostrar un modelo holográfico del cráneo del dragón, proyectándose en el aire entre ellos.
"Hemos tomado muestras de tejido residual adherido a las vértebras y el interior de las alas. A nivel celular, las estructuras son increíblemente complejas... Presentan una densidad de fibras de colágeno y mineralización que no hemos observado en ninguna otra especie conocida. El análisis genético inicial es... Inconcluso. Las cadenas de ADN son extraordinariamente largas y complejas, con secuencias que no corresponden a ningún árbol filogenético terrestre. Existen marcadores que sugieren un metabolismo excepcionalmente alto y una capacidad de crecimiento masiva, lo cual concuerda con las descripciones mitológicas de estas criaturas"
Suspiró suavemente, una exhalación casi imperceptible en el aire frío de la oficina, antes de continuar, su voz ahora con un matiz de profesionalismo grave, a pesar de su pragmatismo habitual.
"Los especialistas en riesgos biológicos han descartado cualquier riesgo inmediato por patógenos o esporas. Sin embargo, hemos encontrado rastros de lo que parecen ser 'células de energía residual' incrustadas en el tejido óseo, especialmente alrededor de las bases de las alas y en la cavidad torácica. Son inertes, pero su estructura sugiere que el organismo poseía una capacidad interna para generar o almacenar una cantidad significativa de energía, posiblemente para volar o para procesos biológicos extremos, lo que podría explicar su tamaño y movilidad", Coulson dejó la proyección holográfica y volvió a centrar toda su atención en Fury.
"En resumen, Director, tenemos una criatura biológicamente única, de proporciones épicas, que confirma la existencia de una especie previamente teórica en nuestros archivos. Su conservación es óptima y, si bien no existen riesgos inmediatos de contención, el análisis de sus 'células de energía' y la complejidad de su genoma son prioritarios. Esto no es solo un fósil; es una anomalía biológica que nos proporciona datos sin precedentes sobre una clase de seres que creíamos una simple mitología"
Coulson miró a Fury con expresión seria, esperando la reacción del Director ante la magnitud de lo que acababa de informar. La mirada de Nick Fury, un torbellino de cálculo y gravedad, permaneció fija en Coulson, sin revelar ninguna emoción evidente. Y Hill, a su lado, permaneció inmóvil y atenta como una estatua, absorbiendo cada palabra del informe como una esponja amarilla.
En ese momento, Nick miró a Maria Hill de reojo; su único ojo sano era un punto de observación constante. Luego su mirada se posó en Phil, quien permanecía erguido, esperando. El director se movió ligeramente en su silla; el cuero negro crujió bajo su peso, y con un sutil "clic" en la mandíbula, se aclaró la garganta antes de hablar.
"Entonces...", empezó Fury, con su voz áspera cortando el aire estático de la oficina improvisada como un bisturí, y puso las manos entrelazadas en su regazo, una postura que, lejos de ser relajada, denotaba una concentración formidable.
"Tras tomar muestras de tejido y manejar un porcentaje que no es del 100%, nuestro amigo, este 'dragón', ha demostrado no pertenecer a ninguna especie del planeta. Su ADN confirmando que no corresponde a ningún árbol filogenético de la Tierra, ¿verdad?... Agente Hill", su mirada se dirigió a su subdirectora, una pregunta silenciosa y directa en su mirada. "¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Cuál es su análisis?"
María Hill bajó la mirada unos instantes, mientras procesaba mentalmente la avalancha de información que Coulson había proporcionado y las implicaciones que la acompañaban. Su postura, inicialmente relajada se recompuso con una rigidez que denotaba análisis, entonces, sus ojos, de un gris intenso y penetrante, se fijaron en Fury, antes de que su voz tranquila y profesional llenara el espacio.
"Director, basándome en el informe del Agente Coulson sobre la composición celular, la mineralización única y la firma genética no terrestre, su observación es correcta", comenzó Hill, haciendo una pausa para ordenar sus pensamientos con precisión. "Si hemos concluido que este espécimen es, en efecto, un 'dragón' en el pleno sentido de la palabra, –una criatura que ocupa un lugar destacado en nuestra lista de anomalías clasificadas, aunque nunca antes confirmada con evidencia tangible de esta magnitud–, entonces su origen es uno de los puntos cruciales"
María dio un paso casi imperceptible, su cuerpo esbelto pero fuerte, como si el mero hecho de moverse la ayudara a organizar la compleja información. "Esta criatura no solo es biológicamente 'alienígena' en el sentido de ser ajena a nuestra evolución planetaria, sino que también podría haber llegado por varias vías, cada una con implicaciones significativas para nuestro SHIELD"
Su mirada se volvió hacia el modelo holográfico del cráneo de dragón que aún flotaba sobre el escritorio de Coulson y continuó. "La primera posibilidad, y la más sencilla dada la evidencia de su constitución no terrestre, es un origen extraterrestre. Un aterrizaje forzoso, una hibernación prolongada o incluso un simple accidente en una época prehistórica. La Antártida, con sus condiciones de preservación extremas, es el lugar ideal para un evento de impacto o descenso que pasara desapercibido por milenios, y el congelamiento instantáneo que menciona el Agente Coulson apoyaría esta hipótesis. La 'capacidad interna para generar o almacenar energía' podría ser el residuo de una fisiología adaptada a viajes interestelares o a entornos de alta energía"
Hill volvió su atención de nuevo hacia Fury, un gesto que indicaba la seriedad de lo que estaba a punto de presentar.
"La segunda posibilidad, y quizás la más preocupante considerando nuestras incursiones en la "zona gris", un origen extradimensional. Los mitos de dragones son casi universales en todas las culturas y épocas, lo que siempre ha sugerido una base real, no solo una invención. Una criatura de otro reino, o una entidad que atravesó un velo dimensional en algún momento de la historia profunda de la Tierra, podría explicar su presencia. Su ADN y sistema energético serían inherentemente diferentes porque proviene de un universo con leyes físicas y biológicas distintas"
Un pequeño tic se formó en la mandíbula de Nick, señal de que Hill estaba tocando un punto sensible. Su mirada no se apartó de de ella. "Finalmente", continuó Hill, bajando un poco la voz. "Debemos considerar la posibilidad de que se trate de una entidad primordial, una anomalía que siempre estuvo aquí, pero de una forma de vida que escapa a la evolución terrestre estándar. Una especie que pudo haber existido en la Tierra en un pasado tan lejano que sus orígenes se confunden con la geogénesis del planeta, o incluso una criatura que no evolucionó por selección natural, sino que fue creada o diseñada por una inteligencia superior, quizás como guardián, un arma o experimento biológico de una civilización o entidad de poder incomprensible"
Maria Hill terminó su análisis con una quietud impresionante, su postura tan impecable como siempre. "En cualquier caso, Director, este espécimen no solo confirma la existencia de 'dragones' en nuestros archivos, sino que nos obliga a recalibrar nuestras estrategias de respuesta para eventos de nivel Alpha-Omega. Este no es un mero fósil como dijo Coulson; es una caja de Pandora que apenas estamos empezando a abrir y ver su contenido"
Nick asintió, su único ojo dejando de ver a Hill para mirar el centro del escritorio, aunque en realidad estaba perdido en sus propios pensamientos, por lo que su mirada no estaba centrada en los objetos, sino en las complejas variables que su mente procesaba. En ese preciso instante, una enorme onda de choque expansiva de un color blanco como la nieve se extendió por la caverna, similar a una gran ola de polvo.
No hubo un estruendo, sino una presión visceral en el aire, una ola silenciosa de fuerza pura que se expandió a velocidades impresionantes desde la base del esqueleto. Esta lanzó papeles sueltos y cualquier objeto sin el peso o la resistencia necesarios en la oficina improvisada, un torbellino efímero de informes y utensilios que danzaron en el aire antes de caer.
Fue como si una explosión fría y etérea hubiera barrido el espacio, una expulsión de energía ondulante, blanca y fantasmal, que se disipó tan rápido como emergió, dejando un eco de tensión en el aire.
Nick, Coulson y Hill entraron en alerta máxima en cuestión de segundos, con los músculos tensos y la mirada fija y rápida fijándose en la dirección del coloso. En ese mismo momento, la puerta metálica de la oficina de Coulson se abrió de golpe, y un hombre con uniforme térmico de SHIELD entró precipitadamente, con la respiración entrecortada por la carrera repentina.
Este hombre formaba parte del equipo de monitoreo de contención, el mismo que operaba las barreras de bajo pulso instaladas alrededor del dragón. Su rostro estaba pálido y sus ojos, abiertos por la urgencia, reflejaban una auténtica alarma.
Unos minutos antes, justo antes de que se manifestara la onda expansiva, las barreras habían detectado una anomalía crítica sin precedentes. Esas "células de energía", que hasta entonces habían sido simples residuos microscópicos e inertes incrustados en el tejido óseo, estaban empezando a "crecer" masivamente.
El sistema de monitoreo, diseñado para detectar la más mínima fluctuación, había registrado un aumento exponencial de la actividad bio-energética. Los pulsos de las barreras, previamente pasivos y de baja frecuencia, comenzaron a detectar micro-emisiones energéticas cada vez más intensas, que rápidamente se intensificaron hasta convertirse en firmas más grandes y definidas. Era como si las células estuvieran despertando de un letargo milenario, multiplicándose o activándose a nivel subatómico, transformando su estado residual en una proliferación acelerada.
Este proceso de reanimación energética culminó con la onda de choque expansiva que acababa de sacudir el interior de la caverna, liberando una parte de esa energía acumulada. El técnico, todavía jadeando en busca de aire, se detuvo frente al escritorio, su mirada de pánico fija en el Director Fury.
En cualquier otro caso, el técnico, el agente Bones, habría acudido directamente a Coulson quien ostentaba la autoridad máxima dentro de la caverna. Pero al ver la imponente figura de Nick Fury ya de pie por el acontecimiento, sus cejas se alzaron ligeramente, sorprendido por un instante.
La presencia del Director en medio de la emergencia fue inesperada, pues no tenía conocimiento de su llegada. Pero no era su culpa; la mayoría de los agentes que habían saludado a Nick antes, lo hicieron de forma rutinaria y luego se voltearon rápidamente para ver la espalda de Nick y Hill mientras caminaban hacia la oficina de Coulson.
Ninguno había sido advertido de una visita tan importante como la de su jefe, pero simplemente negaron con la cabeza y continuaron con sus tareas, concluyendo que Fury había llegado inesperadamente, incluso sintiendo orgullo por la extraña habilidad de su Director para infiltrarse sin ser detectado en cualquier lugar... con Hill pisándole los talones; tan sigilosa como él.
Bones rápidamente dejó a un lado su sorpresa y procedió a explicar lo que había sucedido, su voz todavía un poco tensa por correr, pero cargada de urgencia. "¡Director, las barreras de bajo pulso han detectado una proliferación masiva! Las 'células de energía residual' del dragón, las que creíamos inertes, ¡se están activando y reproduciendo a un ritmo alarmante! La onda que acaba de sentir... fue simplemente una descarga inicial, una liberación de energía desconocida fruto de este proceso"
El agente Bones se inclinó ligeramente hacia adelante, intentando recuperar el aliento. "Todo indica que esta activación continuará, y con ella, nuevas ondas expansivas de energía son inminentes. Necesitamos evaluar de inmediato si hubo consecuencias biológicas o energéticas para el personal expuesto a esta primera onda. Desconocemos cómo reaccionarán los cuerpos humanos a esta energía"
La atmósfera en la oficina improvisada de Coulson, ya gélida y tensa, se electrizó. El informe entrecortado del agente Bones, con la confirmación de la proliferación masiva de las células del dragón, golpeó a Nick Fury con la fuerza de un puñetazo invisible. Su único ojo bueno, previamente absorto en cálculos internos, se fijó con gélida ferocidad en el agente. Maria Hill, a su lado, se irguió, escudriñando el entorno con la mirada como si esperara un segundo impacto, y Coulson, aunque igualmente alarmado, mantuvo una calma forzada, preparando ya la respuesta en su mente.
No hubo necesidad de esperar más. Nick, con una voz similar a un gruñido bajo y demandante, cortó el aire estático:
"¡Hill, quiero barreras de contención de Nivel 5 en la cueva ahora mismo! ¡No de pulso bajo, de pulso completo y estable! Si estas 'células' están proliferando, necesitamos un campo de fuerza que pueda detener a a un tren. ¡Y quiero a los equipos de biopeligros y energía en alerta roja, con trajes completos, listos para entrar y tomar muestras de esas... emisiones! Coulson, tú y tu equipo van a asegurar el perímetro interno. Nadie entra, y nadie sale sin mi orden directa. "Bones, quiero una evaluación inmediata de todos los que estuvieron expuestos a esta ola. Necesito saber si hubo consecuencias biológicas o energéticas. ¡Ahora!"
En lo que hablaba, Fury se movía con una intensidad palpable, con los músculos tensos bajo el uniforme. Su mirada iba de Bones a Coulson y luego a Hill, una orden silenciosa y absoluta en ambas direcciones. Sentía un leve latido en la sien, un eco de la energía que había invadido la caverna, pero su mente ya estaba concentrada en la solución. Hill ya tecleaba furiosamente en su tableta, con sus dedos ágiles sobre la pantalla táctil mientras las órdenes salían de sus labios en un rápido susurro hacia el comunicador en su oído. Coulson, con un breve asentimiento, ya se había vuelto hacia el panel de comunicaciones de su oficina, preparándose para movilizar a sus equipos.
El aire vibraba con la nueva urgencia.
"¡Como ordene Director!" Bones salió rápidamente de la oficina; sus pasos resonando con urgencia en el suelo metálico, dejando solos a Nick, Hill y Coulson con el sonido seco de la puerta.
Nick se giró lentamente, sus botas oscuras militares razando el suelo. Se acercó a la silla modular de Coulson y, con un gesto pausado, se sentó, apoyando los codos en el escritorio. Luego entrelazó las manos, con los dedos tensos, y apoyó la nariz en ellas, con su único ojo sano mirando hacia donde había desaparecido el Agente Bones.
El zumbido constante de los generadores y el murmullo de actividad en la caverna llenaron el silencio momentáneo entre ellos.
"Ustedes dos, también prepárense para una revisión, no pode– ~Augh~"
Las palabras del Director Fury cesaron. Un dolor escalofriante, como un filamento de hielo ardiente, se extendió desde su ojo izquierdo, el cubierto por el parche, hacia la cicatriz que le cruzaba el rostro. Un extraño escalofrío visceral, ajeno a la gélida temperatura ambiente, lo recorrió. Su rostro, habitualmente impasible, se contorsionó en una mueca de dolor y sorpresa.
Su puño izquierdo se cerró involuntariamente sobre la mesa.
"¿Director?", preguntó Hill con voz tensa mientras terminaba de enviar sus últimas órdenes a través de la tableta. La pantalla proyectó un último destello azul en su rostro antes de que la bajara, con sus ojos grises fijos en la expresión contorsionada de Fury. Coulson, quien ya había tomado su radio portátil y estaba en medio de la comunicación, se detuvo con la mano enguantada congelada en el aire. "¿Sucede algo, Director Fury?", preguntó con un tono serio, teñido de una preocupación genuina.
En respuesta, la boca de Fury se tensó en una fina y dura línea. Con la mano que había estado sobre su ojo izquierdo, ahora cerrada en un puño, les indicó bruscamente que se quedaran quietos.
"~Director Fury, su...~" El rostro de Hill brilló de sorpresa. Un ligero temblor recorrió sus labios al ver la parte de la cicatriz visible en el rostro de Nick. Bajo la tenue luz de los focos LED, una extraña pátina blanca, casi translúcida, comenzó a extenderse por la piel alrededor de la cicatriz, como una fina escarcha formándose desde el interior.
Coulson, aunque no mostró la misma sorpresa, entrecerró los ojos, su mente analítica tratando de procesar el proceso inesperado que le estaba sucediendo a Nick Fury, el director de SHIELD, y que él mismo desconocía en ese momento.
La temperatura en la pequeña oficina parecía haber bajado unos grados y un sutil, casi imperceptible olor a ozono, comenzó a flotar en el aire, mezclándose con el leve aroma metálico de la roca y el frío.
...
N/A: "Si te está gustando, no olvides comentar, agregarlo a tu biblioteca y darme piedras, eso me ayuda mucho 💬🔥"