Cherreads

Chapter 14 - El juicio que cambiará todo

La historia de ArcaneBlade siempre se ha forjado en este torneo...No es solo un combate. Es un juicio.Es el lugar donde se revela la verdadera naturaleza de los estudiantes… y de aquellos que los guían.

Mientras se escuchaba la voz del director, aparecían imágenes de todos los estudiantes en posición firme, formados por grados.

Los profesores alineaban a los alumnos, sin permitir desorden.

El rey observaba el ring donde iniciaría el torneo.Debajo de la majestuosa academia se alzaba un coliseo con gradas, y un cuarto reservado especialmente para el rey y sus invitados.

—Las reglas son simples, estudiantes. Aquellos que las incumplan serán eliminados… o hasta expulsados, si pasa a mayores.

—Número uno: prohibido matar a sus oponentes.

Ardin, sonriendo en su balcón, escuchaba lo que los profesores y el director le decían. No se podía oír con claridad, pero para Ardin… aquello era música para sus oídos.

—Regla número dos: uso legítimo de sus poderes.

Los bravucones caminaban por los pasadizos, sonrientes, con miradas maliciosas.

—Regla número tres: los jueces no podrán intervenir hasta que el combate haya terminado. Y un plus… nada de armas sagradas.

Aquellas armas sagradas eran reliquias: pertenecían a dioses, demonios o habían sido forjadas por enanos imbuyéndolas de un poder desmedido.Arcos que otorgaban invisibilidad…Kunais que potenciaban la velocidad…Espadas que amplificaban los ataques.Armas que no estarían permitidas, pues concedían ventajas ajenas al propio poder del usuario.

—Que comience el torneo... y que se alce la verdadera luz entre las sombras.

La noche había caído sobre ArcaneBlade.Los pasadizos de la academia estaban casi vacíos, silenciosos. Solo se escuchaban ecos de pasos lejanos… y rumores sobre lo que se había anunciado esa tarde.

Ash caminaba solo, con las manos en los bolsillos, repasando en su mente las palabras del director.

"Combate de tres..."

Sin esperarlo, cruzó en uno de los pasillos con una figura que reconoció de inmediato: Ezra.El héroe ya se retiraba de la academia, en dirección a las salidas.

Sin pensarlo mucho, Ash corrió hacia él.

—¡Ezraaa!

Ezra se giró al oírlo. Al escuchar que le decía "Señor", soltó una sonrisa incómoda.

—No seas tan modesto —respondió con naturalidad—. Háblame como a un amigo. Solo dime Ezra. Ni señor... ni héroe. Hahaha.

Ash se dio cuenta de inmediato. Sonrió con algo de vergüenza, recordando que a él tampoco le gustaría que lo llamaran así en el futuro.Suspiró, se recompuso, y dijo:

—Ezra… capaz suene raro esto, pero… he tenido un sueño muy extraño.Soñé con un espejo que se reía de mí… decía que tenía un dragón dentro…Y entonces apareciste tú, con tu arma… rompiste el lugar en mil pedazos.Luego desperté.No sé si tú...

Ezra lo interrumpió suavemente. Su expresión había cambiado. Ahora lo observaba con una mirada mucho más seria. No apartaba los ojos de Ash.

—Solo fue un sueño, Ash. —dijo con voz baja, sosteniendo con una mano el mango de su arma—. A veces los sueños no tienen explicación.Ni sentido.Yo mismo sueño, a veces… que el reino cae, y que no puedo hacer nada.Pero luego despierto… y todo sigue igual.Tranquilo. Solo fue una pesadilla.

—¿Pero si fuera una advertencia…? ¿Si de verdad…? —insistió Ash, con un leve temblor en la voz, notando cómo la mano de Ezra se apoyaba con firmeza en su hombro.

Ezra murmuró para sí, con tono apenas audible:

"Ese payaso... está tramando algo. Fui muy descuidado. Pero para él... sigue siendo solo un sueño. Debo estar atento… sobre todo con Kai. Puede que intente lo mismo con él. Esta vez seré más precavido."

Volvió a sonreírle, intentando calmarlo.

—Mientras yo siga vivo y proteja este reino… tú estarás a salvo.Si ese monstruo que soñaste es real… no te preocupes. Lo derrotaré sin problemas. Hahaha.Ahora ve a descansar.Yo estaré vigilando la academia esta noche. Podrás dormir tranquilo.

Le dio una palmada firme en la espalda, y comenzó a alejarse por el pasillo.

Ash se quedó un momento en silencio. Luego se dio la vuelta.No habían hablado mucho, pero las palabras de Ezra le habían calmado el ánimo.

No quiso darle más vueltas al asunto.Prefirió descansar.

El gran momento había llegado.

Las gradas vibraban con los gritos de los estudiantes, ansiosos por el inicio de los combates.Un murmullo constante recorría todo el coliseo subterráneo de ArcaneBlade.

Desde los pasillos superiores, los profesores observaban en silencio, sus miradas fijas en el gran ring central.

El locutor ajustaba su micrófono mágico, listo para dar comienzo a la ceremonia.

Ash y su grupo avanzaban por el corredor hacia el estadio, cuando —al girar en uno de los pasillos— vieron a Ardin conversando con los bravucones.El tono parecía serio…Pero en cuanto notaron su presencia, todos se dispersaron sin decir palabra.

El grupo de Ash intercambió miradas.Nada de eso les pareció normal.Aun así, continuaron su camino.

En el palco real, el rey Kami se levantó con elegancia para saludar al héroe Ezra y a su esposa, Liana Grimoire.—Tomen asiento —les dijo con cortesía—. Todo está a punto de comenzar.

Todo estaba listo.El escenario, los estudiantes, los jueces, el locutor...El gran torneo que decidiría qué grado demostraría su supremacía... y qué recompensas obtendrían los vencedores.

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