Era un día caluroso, con el sol resplandeciendo con algo de intensidad. Gente paseaba tranquilamente, aunque muy pocos estaban en la calle, había unos cuantos en un parque.
Raziel andaba hacia ese parque, su expresión demasiado seria y muerta como para expresar algún tipo de emoción.
Él entró al parque, y se acercó a una mujer que estaba sentada en un banco del parque.
Él la saludo de forma automática, su expresión no cambió, pero su voz era un contraste absoluto con todo sobre él. Ella le respondió, y entonces él le preguntó si ella quería un trozo de manzana cortada que le sobrara.
Ella se detuvo en sus pensamientos, y luego rechazó amablemente, pero él insistió, diciendo que se iban a poner mal, y él no podía con más, a parte de ensuciarse más por estar dentro de su bandolera.
Ella entonces aceptó a un trozo, y el sacó su cuchillo, comentando que era para cortar el trozo. Ella no confiaba mucho, pero el actuaba que sí iba a hacer eso, y cuando iba a sacar algo, no sacó nada, ya que fué en ese instante que ya le había clavado el cuchillo de bolsillo en la garganta, y sacado en ese mismo instante.
Poco después, él se quedó sentado en el banco, mientras todo a su alrededor era un caos.
Después de un rato, la policía vino, pero el no se inmutó lo más mínimo.
Le apuntaron y gritaron para que lo soltara, pero él sólo actuó sin importancia.
Él se levantó, y comentó que sólo era un daño colateral, necesario, pero desafortunado, pero que incluso así, lo más efectivo para lo que quería.
Poco a poco se acercó a ellos, sin importarle lo que le estaban gritando, hasta que por accidente, uno de los policías le disparó, dándole en el corazón.
Él se cayó de un tirón hacia atrás, pero en verdad sólo se dejó empujar por la fuerza de la bala, mientras el policía que disparó por accidente lamentaba haber tenido que hacer eso.
Él se detuvo a escuchar, y después de un momento, le felicitó mientras se levantaba.
Raziel: "Buen tiro, bien hecho. Aunque cerraste los ojos, y se te fué la mano, igual... Le atinaste a lo que debiste. Me impresiona."
Mientras que él hablaba, todos estaban en shock, y de repente, el que disparó se desmayó.
Raziel: "Bueno... Ese es el verdadero "No dura nada". Pero fascinante e interesante..."
Él entonces se empezó a acercar a los policías paso a paso con algo de lentitud, claramente disfrutando de cómo los ponía de los nervios y ellos no paraban de temblar. Aún apuntaban, pero era claro que no dispararían.
Raziel: "Miren, se los dejaré claro. Tienen dos opciones."
Él entonces señaló con su mano izquierda el número uno al levantar un dedo.
Raziel: "Opción uno, ruta genocida donde deciden pelear y pues... Bueno, no hace falta ser un genio para saber que morirán, a menos que huyan del lugar."
Él entonces levantó otro dedo más.
Raziel: "Opción dos, van por la ruta pacifista, donde actúan y aceptan a dialogar un trato conmigo."
El entonces bajó la mano, y dió otro paso extra, para luego levantar su brazo derecho y ponerse de lado haciendo que su cuerpo mire hacia su izquierda mientras él a los policías y también les apuntaba con su brazo izquierdo y cuchillo a ellos de forma amenazadora y muy directa.
Raziel: "Pero recuerden. Un solo disparo, y todos mueren. No importa nada, si tan solo uno de ustedes me dispara, tomaré concluido que decidieron genocidio. Así que... Depende de ustedes si vivne o mueren, y será mejor que ninguno haga nada, porque no acepto accidentes como excusa."
Los policías no se inmutaron, ya que no sabían cómo reaccionar, excepto por seguir demasiado agitados y nerviosos, temblando mientras algunos estaban paralizados.
Después de un rato, el decidió empezar a andar lentamente hacia ellos.
Raziel: "Mire, tengo todo el tiempo del mundo, pero no soy paciente, y tampoco me da la gana de serlo. De ustedes se decide qué haré, así qu-"
Entonces un policía grita que acepta, y él se detiene en seco, y gira lentamente para que ambos se estén observando mutuamente.
Raziel: "Bueno, parece que ya decidieron. Aunque es una pena, pues bueno... Será mejor que bajen sus armas. No queremos ningún, 'accidente', o sí?"
Él entonces cerró su cuchillo de bolsillo, para luego guardarlo. Los policías no reaccionaron, y él se acercó a ellos, hasta que se puso encima del que estaba desmayado, y le puso su mano izquierda sobre su pecho.
Luego de que él ignorara lo que le decían, y de unos segundos, él hizo un golpe de presión en el pecho del policía desmayado, y de repente, el policía tosió, y se despertó de un golpe.
Él entonces le dió unos golpecitos suaves en el hombro derecho del policía que antes estaba desmayado.
Raziel: "Bueno, mira quién se ganó una extensión a la subscripción a la vida~. Bueno, la próxima vez que veas a la muerte, dile que tenemeos que hablar, y que me tiré a su hermana. Na, mentira. Pero ahora en serio, dile que tenemos que hablar en cuanto la veas, okey?"
El policía se quedó estupefacto por un segundo, y antes de decir nada, él le dió otro golpecito, para luego levantarse.
Raziel: "Énga, pos perfecto. Gracias, crack."
Después de un rato largo, y de rechazar de dar el arma blanca, lo llevaron con cargos superiores, donde lo interrogaron, pero él prefirió hablar de forma más directa y secreta si realmente querían algo de él.
Un teniente aceptó a hablar bajo tales términos, pero teniendo que estar armado. Raziel aceptó, no importándole en lo absoluto.
Entonces, los dos a solas sin nadie pudiendo saber absolutamente nada, dialogaron.
Para el teniente, el diálogo fue algo de monólogo, donde él se proclamó el ángel de la humanidad, y que quería ser de uso en los sectores de estudio biológico y la milicia terrestre.
El teniente no creía nada, así que él le propuso jugar a la ruleta rusa, pero que el truco era que el cargador del arma estuviera llena, y que si quería, podía empezar el en vez del teniente.
El teniente no iba a aceptar, pero aceptó ya que no iba a ser quien empezara el juego, por lo que vería como Raziel se dispararía a sí mismo.
Después de que la revolver fuera entregada, él habló un poco más, sólo para detalles que al teniente no le importó ni escuchó.
Luego, él se disparó a la cabeza, y siguió hablando, para luego ofrecerle el turno al teniente. El teniente se quedó completamente en silencio, y como pudo, le dijo que no, por lo que él aceptó a hacer otro turno, y se disparó nuevamente, y exclamó curiosidad por dónde habrían terminado las balas.
Después, el teniente le pidió el arma, su voz muy suave ya que aún estaba completamente impactado e incapaz de pensar.
Él aceptó, y después de poner el seguro y quitar las balas, hizo un movimiento de muñeca, haciendo que la revólver diera un giro, y el la estuviera agarrando por el frente, y ofreciéndosela al teniente.
En ese mismo día, a partir de esa conversación, él fue transferido rápidamente a investigación y desarrollo, para los sectores que él exclamó querer, los de investigación de biología y la milicia terrestre.
Desde entonces, fué usado para investigar en el sector biológico antes posibles afecciones biologicas para gran diversidad de patógenos; y expuesto al extremo de los regímenes militaros como él mismo pidió. Y a cambio, aceptaron cuidar de él.